¿Cuáles fueron las causas?

Peter Bergen, el único periodista occidental que ha entrevistado a Ben Laden, hace un recuento de las razones del ataque del 11 de septiembre

Peter Bergen
11 de septiembre de 2006
El odio de los árabes hacia Estados Unidos tiene que ver con la declinación y el estancamiento del Oriente Medio.

Ningún evento en los  últimos tiempo ha producido tantas explicaciones como los ataques del 11 de septiembre de hace cinco años. En el espacio de una hora, Al Qaieda le causó más daño directo a Estados Unidos de lo que había hecho la Unión Soviética durante la Guerra Fría. Apenas 19 hombres armados con cuchillas para cortar cartón lograron destruir el Centro de Comercio Mundial, demoler un ala del Pentágono y matar a 3.000 personas.

Esta combinación ha llevado a algunos –especialmente en el mundo musulmán– a buscar un deus ex machina para explicar lo que de otro modo sería inexplicable. Entre las versiones que circularon entre los musulmanes figuraban las siguientes: los judíos estaban atrás de los ataques; la “junta de energía de Cheney y Bush” los proyectó con el propósito de apoderarse de los campos petroleros en Asia Central. Hay otros argumentos similares.

Pero el propio Osama Ben Laden afirma que la red Al Qaeda fue la única responsable por el 11 de septiembre. En 2004, dio a conocer un video en el cual explicaba sus tratos con Mohamed Atta, el líder de los secuestradores de aviones.
Después de la investigación criminal más grande en la historia, la Comisión 9/11 del gobierno de Estados Unidos también concluyó que Al Qaeda era el único grupo responsable de los ataques.
Esto nos lleva entonces a una pregunta más amplia: ¿por qué Al Qaeda lanzó los ataques? (...)

Las explicaciones más creíbles

Ninguna de las explicaciones siguientes basta para explicar por sí misma los ataques, pero juntas realmente pueden ayudarnos a entender el 11 de septiembre. He aquí, en orden de importancia ascendente.

10 La radicalización causada por la guerra santa afgana
La guerra de Afganistán contra la Unión Soviética radicalizó a una generación de militantes árabes. Ellos llegaron a creer que habían tenido un importante rol en la destrucción de la Unión Soviética. Estos factores llevarían a la fundación de Al Qaeda en 1988.

9 Una lectura particular de los textos islámicos
Si usted fuera a preguntarle a Ben Laden, éste le diría que su guerra está ligada con la defensa del Islam. Él basa su justificación de la guerra en un corpus de las creencias musulmanas y con frecuencia invoca los versos del Corán que exigen ataques contra los infieles, aun sin provocación. Se trata de una lectura selectiva del Corán y no significa que el Islam es de manera inherente una religión violenta.

8 La declinación y el estancamiento en el Oriente Medio y la ‘humillación’ del mundo islámico  Bernard Lewis es el expositor más conocido de la idea de que el mundo musulmán está en una crisis ampliamente atribuible a siglos de declinación, simbolizada por el destino del que una vez fuera el poderoso imperio otomano y su ignominiosa división por parte de los británicos y los franceses luego de la Primera Guerra Mundial.
Tres semanas después del 11 de septiembre, mientras Estados Unidos bombardeaba con su aviación las posiciones talibanes, se difundió en Al-Yazira un video de Ben Laden. En la grabación, Ben Laden dijo “lo que Estados Unidos está probando ahora es algo insignificante comparado con lo que nosotros hemos saboreado por decenas de años ... Ni Estados Unidos ni la gente que vive allí pueden soñar sobre seguridad antes de que podamos experimentarla en Palestina, y no antes de que los ejércitos de los infieles abandonen la tierra de Mahoma”.
Para Ben Laden, el acuerdo Sykes-Picot de 1916 que dividió el imperio otomano entre los franceses y los británicos tiene la misma resonancia que la que tuvo para Hitler el tratado de Versalles de 1919.

7 La extensión de la comunicación tecnológica
La comunidad global de musulmanes está mucho más al tanto de los conflictos alrededor del mundo islámico –y del rol de Occidente en algunos de esos conflictos– de lo que lo estaba hace 10 años. Durante esta década, los canales vía satélite árabes y los sitios de Internet yihadistas han proliferado, informando a los musulmanes respecto a la opresión de sus correligionarios en Cachemira, Palestina, los Balcanes, y en otras partes. Estos agravios han alimentado la difusión de la ideología de Al Qaeda.

6 Los regímenes autoritarios del Oriente Medio ayudaron a incubar militantes
Sayyid Qutb, el Lenin del movimiento militante yihadista, y más tarde Ayman al-Zawahiri, el número dos de Ben Laden, se radicalizaron durante el tiempo que estuvieron en las cárceles de El Cairo. No es un accidente que tantos miembros de Al Qaeda hayan sido egipcios y sauditas.

5 La alienación de los inmigrantes musulmanes en Occidente
Tres de los cuatro pilotos del 11 de septiembre y dos de los planificadores más importantes, Ramzi bin al Shibh y Khalid Sheikh Mohamed, se volvieron más militantes cuando estaban viviendo en Occidente. La discriminación que percibían, la alienación y la nostalgia por el hogar, parecen haberlos volcado en una dirección extremista. El investigador Swati Pandey y yo examinamos las biografías de 79 terroristas responsables por cinco de los peores recientes ataques terroristas antioccidentales. Encontramos que uno de cada cuatro de estos terroristas había asistido a una universidad occidental.

4 La política exterior de Estados Unidos en el Oriente Medio, en particular su apoyo a Israel
Esa sería la razón por la cual Al Qaeda está atacando a Estados Unidos, según Ben Laden. Su crítica nunca ha sido sobre la cultura; él nunca menciona en sus diatribas a Hollywood, la homosexualidad o las drogas.

3 Ben laden es un astuto líder táctico y un personaje político racional peleando una guerra religiosa contra Occidente
Como otros antes que él, Ben Laden ha hecho una elección racional para adoptar el terrorismo a fin de transformar el panorama político.
Está claro en el informe de la Comisión del 9/11 que Ben Laden intervino para tomar dos decisiones clave que aseguraron el éxito de los ataques. La primera fue designar a Mohamed Atta para que fuera el líder de los piratas aéreos; la segunda fue frustrar los planes de Khalid Sheikh Mohamed para que 10 aviones se estrellaran contra objetivos en Asia y en la costa oriental de Estados Unidos de manera simultánea. Esa cantidad de ataques habría sido difícil de sincronizar. Todo el plan podría haber fallado.

2 El 11 de septiembre fue un daño colateral de un conflicto interno del Islam
El punto de vista de que el 11 de septiembre fue el resultado de un conflicto dentro del mundo musulmán fue articulado a comienzos de 2002 por Michael Scott Doran en el ensayo publicado en la revista Foreign Affairs, ‘Somebody’s Else Civil War’. Doran sostuvo que los seguidores de Ben Laden “se consideraban a sí mismos una isla de devotos rodeados por una mar de iniquidades y pensaban que el propio futuro de la religión, y por consiguiente del mundo, dependía de ellos y de su batalla”.
Los egipcios de Al Qaeda creían que ellos tenían que derrocar al ‘enemigo cercano’– los regímenes del Oriente Medio gobernados por ‘apóstatas’–. Ben Laden tomó el paso siguiente, afirmando que la raíz del problema era el “enemigo distante”, Estados Unidos, que apuntalaba el statu quo en Oriente Medio.

1 Los ataques del 11 de septiembre fueron el producto del fallado razonamiento estratégico de Ben Laden
El dominio total de Al Qaeda por parte de Ben Laden significó que la organización fue cautiva de su visión estratégica. Ben Laden consideraba a Estados Unidos un tigre de papel, capaz de soportar apenas algunos golpes antes de retirarse, dejando vulnerables a regímenes aliados en Oriente Medio. Pero la respuesta de Estados Unidos al 11 de septiembre fue destruir el régimen Talibán y diezmar a Al Qaeda. Aunque el 11 de septiembre fue un éxito táctico para Al Qaeda, en realidad amenazó el futuro de la organización.

Para concluir, el 11 de septiembre fue un daño colateral en una guerra civil dentro del Islam político. En un costado están aquellos, como Ben Laden, que quieren instalar teocracias al estilo de los talibanes desde Indonesia hasta Marruecos.
En el otro lado hay una mayoría silenciosa de musulmanes que están preparados para negociar con Occidente, que no ven a los talibanes como un modelo que pueda funcionar para los estados islámicos modernos, y que rechazan la violencia.

Aún así, Ben Laden y sus ataques contra Estados Unidos han dado forma a un movimiento ideológico que lo sobrevivirá. El binladenismo ha extraído una tremenda energía de la guerra en Irak, y probablemente ganará más adherentes por el conflicto en Líbano. El líder egipcio Hosni Mubarak fue profético cuando advirtió en 2003 que la guerra de Irak generaría “100 nuevos Ben Laden”. Es esa nueva generación de militantes lo que constituye el legado de Ben Laden. 

(Peter Bergen es autor de ‘The Osama Ben Laden I Know’, que fue publicado por Simon & Schuster).
© The New York Times Syndicate.