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“Cualquier error de cálculo de Nancy Pelosi en Taiwán puede ocasionar la tercera guerra mundial”
Nancy Pelosi, presidenta de la Cámara de Representantes de los Estados Unidos, ignoró las advertencias de China y decidió visitar Taiwán.
SEMANA: ¿Esta actitud de Estados Unidos puede desencadenar una tensión mundial?
Vicente Torrijos (V. T.): Bien, es la tensión mundial, tanto política, como diplomática y militar más importante que hemos tenido en los últimos años. Precisamente por el contexto histórico. El contexto histórico tiene que ver con que después de la Segunda Guerra Mundial, los nacionalistas chinos se refugiaron en la isla (Taiwán). Mientras que los comunistas se apoderaron de toda la masa continental, encabezados por Mao Zedong. Entonces, lo que tenemos es que para la China continental, para la República Popular China, Taiwán es una pequeña isla que en realidad es una provincia rebelde y que tiene que, tarde o temprano, ser devuelta a la integridad territorial de China.
Es por eso que, precisamente, cualquier actitud que ose desafiar esa expectativa que tiene China es tomada como una gravísima amenaza. En concreto, esta visita de Pelosi los chinos la interpretan como una agresión contra la integridad territorial y la soberanía de China
SEMANA: El gobierno chino envió a la isla, que tiene aproximadamente 22 millones de habitantes en este momento, una flota de aviones, supuestamente, para unos ejercicios militares. Pero, ¿qué estamos presenciando?
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V. T.: Para los Estados Unidos es de vital importancia estratégica mantener abierta la comunicación por todo el estrecho de Taiwán, que es precisamente el canal oceánico que separa a la masa continental de China de la isla, y mantenerlo completamente abierto y fluido, para garantizar su propia seguridad y el control en el área. Pero, para los chinos se trata del alma misma, la esencia misma de la soberanía de China. Por eso, entonces, es que amenaza con desarrollar, como lo está desarrollando en este momento, una serie de ejercicios militares alrededor de toda la isla.
El mensaje de China para todo el mundo es que Taiwán siempre será parte de la integridad territorial de su territorio y que lo que estamos viendo es un desafío a esa soberanía. Para Estados Unidos es fundamental desarrollar la visita de Pelosi, porque así puede decirle claramente al mundo, y también a los chinos, que la potencia preponderante en el Indo Pacífico seguirá siendo Estados Unidos.
SEMANA: En ese sentido, China ha dicho que las actividades que está adelantando Estados Unidos en Taiwán son bastante peligrosas. ¿Qué significa eso?
V. T.: Significa, básicamente, que la tercera persona en la sucesión presidencial de los Estados Unidos, que es Nancy Pelosi, está haciendo presencia en China. Para los chinos, Taiwán es parte esencial de China. Por lo tanto, la presencia de Pelosi es el máximo desafío posible, porque, primero, se trata de la tercera persona, pero, también es parte del mismo partido político del presidente Biden. Por lo cual, es la representación misma del Estado, de los intereses nacionales de los Estados Unidos. Por eso, esta es una actitud que, para los chinos, es altamente desafiante e incluso ellos han amenazado con usar la fuerza.
Diríamos que aquí hay un dilema estratégico que es de la máxima importancia. ¿Se atreverían los chinos a derribar el avión cuando por ejemplo esté despegando de Taiwán? Porque ya Pelosi se encuentra en este momento en la isla. Pero eso traería de inmediato unas consecuencias inimaginables, porque, por supuesto, para los Estados Unidos eso significa un acto de guerra. Entonces, es por eso que el pulso diplomático representa la máxima tensión posible. Ni los Estados Unidos pueden ceder ni los chinos tampoco. Así que los dos juegan en el borde y los chinos lo han dicho con toda claridad. Estamos jugando con fuego y cualquiera de las partes puede resultar absolutamente afectada.
SEMANA: La frase que usted acaba de pronunciar puede ser considerada como una amenaza: el que juega con fuego puede resultar quemándose ¿Esto se puede considerar una amenaza?
V. T.: Es parte de la disuasión. Tanto los Estados Unidos envían un mensaje clave a la china: si usted se atreve, ya sabe lo que le espera. Entre las dos grandes potencias sería devastadora, absolutamente devastadora, inimaginable. Pero también es cierto que, a la inversa, se le está enviando un mensaje claro a los Estados Unidos: ustedes no pueden pasar esta línea roja.
Durante mucho tiempo los Estados Unidos han mantenido una situación ambivalente, una ambivalencia estratégica. Desde los años 70, los Estados Unidos, de acuerdo con Naciones Unidas, reconocen a los comunistas, a la República Popular China, con el asiento permanente en el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas. Esto desplazó a Taiwán del Sistema de Naciones Unidas. Taiwán no pertenece a Naciones Unidas. Técnicamente, los Estados Unidos no tienen relaciones diplomáticas con Taiwán, pero siempre lo han considerado como su aliado. Hay una situación de máxima tensión desde hace 50 años.
Eso significa que los Estados Unidos no quieren comprometerse directamente con Taiwán, pero todo el tiempo están manifestando que pueden ayudarla. Yo digo que, en este momento, para los chinos es absolutamente claro que los Estados Unidos están plenamente comprometidos con la seguridad de Taiwán. Cualquier intento de China por tratar de anexar a Taiwán mediante el uso de la fuerza supondría una respuesta militar por parte de los Estados Unidos. Es precisamente en ese equilibrio estratégico tan volátil que tenemos la situación que estamos viviendo justo en este momento.
SEMANA: Guardando la danza de proporciones, por supuesto, ¿estamos viendo una situación similar a Rusia y Ucrania?
V. T.: Yo diría que los chinos han aprendido mucho de la guerra entre Rusia y Ucrania y los Estados Unidos están, precisamente, tratando de corregir los errores que cometieron a principio de año. Los Estados Unidos le dijeron a Rusia, a Putin, que no invadiera a Ucrania. Pero no mostraron suficiente fuerza y Putin invadió.
Con Taiwán sucede algo relativamente parecido. Estados Unidos les ha estado diciendo permanentemente a los chinos que ni se les ocurra invadir Taiwán. Si no muestran suficiente fortaleza, los chinos podrían pensar que estarían de algún modo en una situación similar a la de principio de año en Ucrania. Es decir, que los Estados Unidos están débiles y que no harían nada, si ellos, los chinos, resolvieran invadir Taiwán.
Entonces, Estados Unidos comprendió que cometieron un error a principio de año. Ahora quieren que ese error no se repita y por eso se están mostrando absolutamente firmes frente a los chinos, para que ni se les ocurra invadir Taiwán. Es por eso que la visita de Pelosi es una clara señal de que Estados Unidos está comprometido militar y políticamente con la isla para que a los chinos ni se les ocurra anexarla por la fuerza.
SEMANA: En algún momento, por la invasión de Rusia a Ucrania, se llegó a hablar de la tercera guerra mundial. ¿Con esta tensión que está ocurriendo entre Estados Unidos y China se podría llegar también a hablar de una posible tercera guerra mundial o es exagerado?
V. T.: Me parece muy inteligente esa pregunta, porque yo mismo escribí un artículo sobre esta situación, sobre la eventual tercera guerra mundial a raíz de la invasión de Rusia sobre Ucrania. Pero tengamos en cuenta que esa invasión se produce, precisamente, sobre un país vecino de Rusia. Es un país de la Europa del Este que está muy alejado del territorio continental de los Estados Unidos. Los intereses de Estados Unidos en Ucrania eran y siguen siendo intereses indirectos. Ucrania no es parte, no ha sido parte nunca de la Alianza Atlántica. Es un aliado, pero un aliado difuso, más bien, un socio. Con lo cual la invasión de Rusia sobre Ucrania no es un golpe directo a los Estados Unidos.
En cambio, si una situación similar se produjera ahora con Pelosi en el escenario, como máxima representante del Estado. Entonces, la situación sería completamente diferente, porque la acción militar contra la isla sería, automáticamente, también, una agresión contra Washington. Entonces, la confrontación entre las dos grandes potencias se daría de manera automática, cosa que no es lo que ha sucedido en Rusia-Ucrania en la Europa del Este. Entonces, por eso, la situación es cualitativamente muy distinta.
Si hablábamos de una eventual guerra mundial en el caso de Rusia-Ucrania, pues ahora, con mayor razón, cualquier incidente, cualquier fallo, cualquier error de cálculo, sí podría significar la tercera guerra mundial. Porque las dos grandes potencias se verían enfrentadas directamente. Insisto, cosa que no ocurrió, no ha ocurrido, en el caso Rusia, Ucrania, Estados Unidos.