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¡Atención! | Cuatro colombianos involucrados en el asesinato del presidente de Haití
La Policía de Haití confirmó cuatro personas abatidas en las operaciones para dar con los responsables del homicidio del presidente Jovenel Moïse. Y seis más capturados, de los cuales cuatro serían nacionales de Colombia.
La búsqueda de los asesinos del presidente Jovenel Moïse en Haití es frenética. Múltiples operativos policiales en Puerto Príncipe tienen a la capital del país al borde del caos. Por ahora, hay algunos datos que apuntan a que algunos de los responsables de ese crimen son colombianos. Así lo aseguró la Policía Nacional de Haití.
Tiendas, bancos, puestos de gasolina y pequeños comercios cerraron sus puertas en una ciudad en tensión, a lo que se suma una controversia sobre la transición del poder. La Policía dijo haber matado a cuatro “mercenarios” que supuestamente integraron el comando que acribilló en su casa a Moïse en la madrugada del miércoles, y arrestado a seis sospechosos. Algunas versiones señalan que de los seis, cuatro tendrían nacionalidad colombiana.
La agencia AP confirmó que estos son los nombres de los detenidos y las nacionales que registra Haití sobre cada uno de ellos.
1- Alejandro Girardo Zapata (01-04-1980/ Colombia)
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2- John Jairo Ramirez Gomez (17-05-1981/ Colombia )
3- Victor Albeiro Pinera Cardona ( 02-07-1981/ Colombia )
4- Manuel Antonio Groso Guarin ou Mauricio Groso Guarin (19-04-1980/ Colombia)
5- Joseph Vincent (28-09-1965 Haïtien naturalisé américain)
6- James Solages ( 19-08-1985/ Haïtien naturalisé américain)
Otros medios de la zona aseguran que también hay colombianos entre los abatidos en la noche del miércoles. Uno de los detenidos es un ciudadano estadounidense, dijo Mathias Pierre, ministro encargado de asuntos electorales.
El Departamento de Estado, sin confirmar el arresto de un ciudadano estadounidense, anunció el jueves que había aceptado ayudar a las autoridades haitianas con la investigación. El jefe de la Policía de Haití, León Charles, pidió calma y se mostró muy parco sobre las operaciones en curso.
“De los asaltantes, seis están en manos de la Policía y cinco autos fueron recuperados. Lamentablemente la gente incendió tres”, dijo el jueves a la prensa. “Ya tenemos a los autores físicos y estamos buscando a los autores intelectuales” del magnicidio, afirmó.
Varios “posibles autores” del crimen “se refugiaron en dos edificios” de Puerto Príncipe y “están rodeados por la Policía”, dijo a periodistas de Nueva York la enviada de la ONU para Haití, Helen La Lime. Se cerró el aeropuerto de la capital al igual que la frontera con República Dominicana, país con el que Haití comparte la isla La Española. Y se decretó un duelo nacional de dos semanas.
En Haití todos están en alerta y tratan de entender cómo pudo ocurrir el magnicidio. “¿Dónde estaban los policías bien equipados que vigilan al presidente día y noche? ¿Por qué no reaccionaron?”, se preguntó Julia, una abogada de 28 años.
Ante una comisaría de la Policía en Petionville, en las afueras de Puerto Príncipe, los vecinos aclamaron a los agentes por haber detenido sospechosos y pidieron linchar a los presuntos agresores. El comando estaba formado por asesinos a sueldo “profesionales” que se hicieron pasar por funcionarios de la agencia antidrogas estadounidense, según el embajador de Haití en Estados Unidos.
La comunidad internacional lanzó inmediatamente su voz de alarma. El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, dijo que fue un acto “atroz”. En tanto, a pedido de Estados Unidos y México, el Consejo de Seguridad de la ONU discutió a puerta cerrada este jueves durante una hora la crisis haitiana.
Vacío político
El crimen desestabiliza aún más al país más pobre de las Américas, que ya estaba sumido en una crisis política y de inseguridad, plagado de pandillas que entre otros delitos se dedican a los secuestros extorsivos. A las interrogantes sobre la búsqueda de los autores del ataque se suman las referentes al futuro del país, empezando por su gobernanza.
Dos hombres pretenden actualmente conducir el país de 11 millones de habitantes, la mitad de los cuales tiene menos de 20 años. Una de las últimas decisiones políticas de Moïse, de 53 años, fue designar el lunes a Ariel Henry como nuevo primer ministro. Pero Henry aún no había asumido el cargo.
Y horas después del asesinato, fue el primer ministro en funciones, Claude Joseph, quien impuso el Estado de sitio y reforzó las potestades del Poder Ejecutivo. Se supone que esto último debería durar 15 días. “¿Hay varios primeros ministros nombrados en el país?”, se preguntó Henry, y aseguró que Joseph era solo ministro de Relaciones Exteriores. La oposición también acusó a Joseph de acaparar el poder.
Helen La Lime estimó que Joseph representa a la autoridad responsable mientras Henry no había prestado juramento, en alusión a un artículo de la Constitución haitiana que establece que en caso de vacante presidencial, “el Consejo de Ministros, bajo la presidencia del primer ministro, ejerce el Poder Ejecutivo hasta la elección de otro presidente”. Pero el defensor de los derechos humanos Jean Gédéon calificó de “sospechoso” el afán del primer ministro en funciones por declarar el Estado de sitio y esa suspicacia lo lleva a “prever un intento de golpe de Estado”. Y Haití ya estaba sumido en una crisis institucional. Moïse no convocó a elecciones tras su arribo al poder en 2017 y el país carece de Parlamento desde enero de 2020. Acusado de inacción ante la crisis y enfrentado a buena parte de la sociedad civil, Moïse gobernaba principalmente por decreto.
*Con información de la AFP.