MUNDO
Cuba le responde a EE.UU. y asegura que no es patrocinador del terrorismo
El Gobierno de Donald Trump responsabiliza a la isla, entre otras cosas, de “alojar a asesinos y apoyar tanto a la guerrilla del Eln como a los disidentes de las Farc”.
Estados Unidos anunció a nueve días de la salida del poder del presidente Donald Trump, que declaró nuevamente a Cuba “Estado patrocinador del terrorismo”, una medida que La Habana denunció como “oportunismo político”.
Cuba había sido retirada en 2015 de esa lista negra estadounidense, que conlleva sanciones económicas, por el antecesor de Trump, Barack Obama, quien consideró que los esfuerzos de medio siglo de Estados Unidos para aislar a la isla comunista fueron un fracaso.
Pero la administración Trump, que desde que asumió en 2017 revirtió esa política de acercamiento a Cuba, decidió reingresarla cuando se prepara para entregar el poder el 20 de enero a Joe Biden, exvicepresidente de Obama.
Ante esto, la Cancillería de este país decidió responder ante las acusaciones del gobierno Trump y aseguró que, contrario a las declaraciones estadounidenses, Cuba no patrocina al terrorismo.
.@CubaMINREX condena en los términos más firmes y absolutos la fraudulenta calificación de #Cuba como Estado patrocinador del terrorismo, anunciada por el gobierno de los Estados Unidos en acto cínico e hipócrita.#TerrorismoNuncaMás#TenemosMemoria
— Cancillería de Cuba (@CubaMINREX) January 12, 2021
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“La política oficial y conocida, y la conducta intachable de nuestro país, es el rechazo al terrorismo en todas sus formas y manifestaciones, en particular el terrorismo de Estado, por quien quiera, contra quien quiera y donde quiera que se cometa”, menciona el comunicado.
Por su parte, el jefe de la diplomacia estadounidense, Mike Pompeo, señaló que, “con esta medida, volveremos a responsabilizar al gobierno de Cuba y enviaremos un mensaje claro: el régimen de Castro debe poner fin a su apoyo al terrorismo internacional y la subversión de la justicia estadounidense”, dijo en alusión al fallecido Fidel Castro y a su hermano Raúl, líderes de la revolución de 1959.
Al respecto, la Cancillería cubana condenó la decisión de la administración Trump, al argumentar que, entre otras cosas, dicha acusación no presenta legitimidad y que solo se trata de “un acto soberbio de un gobierno desprestigiado, deshonesto y en bancarrota moral”.
En el comunicado, la entidad sostiene que, “desde hace meses, se viene especulando sobre la posibilidad de incluir a Cuba en la lista unilateral del Departamento de Estado que califica a países, sin mandato o legitimidad alguna, carente de motivación genuina, referida al terrorismo y sus secuelas, y como instrumento de difamación para aplicar medidas económicas coercitivas contra naciones que se resistan a doblegarse a los caprichos del imperialismo estadounidense”.
Así mismo, la institución también expone que el hecho de incluir a Cuba en dicho listado, no tiene más motivación que la de impedir unas relaciones bilaterales sanas entre ambos países. “Se conoce, sin lugar a dudas, que la verdadera motivación de esta acción es imponer obstáculos adicionales a cualquier perspectiva de recuperación en las relaciones bilaterales entre Cuba y los Estados Unidos”, se lee en el comunicado.
No obstante, desde la Casa Blanca argumentan que “durante décadas, el gobierno cubano ha alimentado, alojado y brindado atención médica a asesinos, fabricantes de bombas y secuestradores, mientras que muchos cubanos pasan hambre, se quedan sin hogar y no tienen medicamentos básicos”.
Pompeo destacó la “maligna interferencia” de Cuba en Venezuela y en otros países latinoamericanos.
También señaló el “apoyo” de La Habana a la guerrilla del Ejército de Liberación Nacional (ELN), que Estados Unidos considera una organización terrorista extranjera, así como a disidentes de las extintas Farc.
Apuntó en particular a la negativa de La Habana a extraditar a líderes del ELN por el atentado con coche bomba ocurrido en enero de 2019 en la escuela de cadetes de la General Santander que dejó 22 muertos y conmocionó a Colombia. En ese momento, pese a la insistencia y petición del Gobierno de Iván Duque de que Cuba entregara a la cúpula de la guerrilla, la isla rechazó la entrega por su papel de mediador en las negociaciones de paz entre la guerrilla y el Gobierno colombiano.
*Con información de AFP