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Culpable, así se declaró el capitán en retiro, Germán Rivera, por el asesinato en Haití de Jovenel Möise. Podría pasar el resto de su vida en una prisión en EE. UU.
El 7 de julio de 2021, un comando armado de unos 20 colombianos asesinó a tiros al presidente haitiano.
El juicio a los responsables por la muerte del presidente haitiano Jovenel Möise sigue su proceso, y este viernes se conoció que el capitán en retiro Germán Rivera asumió su responsabilidad en el magnicidio al declararse culpable de ayudar a planear y llevar a cabo el asesinato de Moïse en su residencia en julio de 2021.
Rivera, también conocido como coronel Mike, se declaró culpable en una audiencia realizada este jueves de tres cargos que podrían dejarle en una prisión estadounidense el resto de su vida, según los documentos presentados ante un tribunal federal de Florida.
El 7 de julio de 2021, un comando armado de unos 20 colombianos asesinó a tiros al presidente haitiano, de 53 años, en su residencia privada en Puerto Príncipe, la capital de Haití, sin que intervinieran sus guardaespaldas.
El pasado miércoles, un artículo de The New York Times reveló que Rivera se declararía culpable como una señal de que podría testificar contra sus coacusados. La portavoz de la oficina del fiscal federal en el distrito sur de Florida, Sarah Schall, confirmó a través de una nota enviada al diario estadounidense la decisión del colombiano: “Les escribo para avisarles que el señor Germán Rivera tiene decidido declararse culpable”.
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The New York Times también aseguró que Rivera estaría dispuesto a cooperar con los fiscales en su testimonio, pues según William Acosta, un investigador de defensa criminal en Nueva York que también citan en la nota del portal web, esto sería un gran avance en la investigación, al tiempo que Rivera “sabe todo, puede desglosar cómo empezó todo, quién estuvo en las reuniones, cómo se organizó todo y quién dio las órdenes”.
El plan de asesinato se hizo en Florida
Rivera, junto con otras personas, fue acusado en virtud de la legislación estadounidense, ya que parte del plan de asesinato se organizó en Florida.
El colombiano participó del plan para asesinar el 7 de julio de 2021 al presidente Möise, en el que también estuvo involucrado el exmilitar colombiano Duberney Capador, con quien elaboró la estrategia para asaltar a la vivienda en horas de la noche con la entrada de varios mercenarios colombianos y dar fin a la vida del mandatario, en donde resultó herida su esposa.
En febrero, el fiscal Markenzy Lapointe declaró en una nueva conferencia que en el atentado contra Moïse subyacían ansias de dinero y poder.
Lapointe afirmó que dos directivos de una empresa de seguridad de Miami, CTU, idearon un plan para secuestrar a Moïse y sustituirlo por Christian Sanon, un ciudadano haitiano-estadounidense que quería convertirse en presidente del país caribeño.
A cambio de derrocar a Moïse, les prometieron lucrativos contratos para construir infraestructuras y proporcionar fuerzas de seguridad y material militar en un futuro gobierno dirigido por Sanon, también acusado en Estados Unidos, según los fiscales.
El objetivo inicial de la conspiración era secuestrar a Moïse, pero luego evolucionó hacia el asesinato, según los documentos judiciales.
La Policía Nacional colombiana reveló en su momento que estos dos exmilitares asistieron a las reuniones con los líderes que organizaron el plan, que en un principio querían arrestar a Möise. Uno de los exmilitares recibió aproximadamente 50.000 dólares desde EE. UU.
Otro culpable y mercenarios colombianos presos en Haití
En junio, otro miembro de la conspiración, el haitiano-chileno Rodolphe Jaar, se declaró culpable y fue condenado a cadena perpetua por su papel en el suministro de armas para llevar a cabo el asesinato.
La justicia de Estados Unidos, que ha venido adelantando las investigaciones del magnicidio que en su momento colapsó a Haití, y por primera vez involucró a colombianos en este hecho, sostienen que Rivera reclutó a 20 mercenarios connacionales, en mayo de 2021, a quienes entregó armas y equipos de asalto para acabar con la vida de Moïse y su esposa, indicando que se trataba de una operación respaldada por la CIA y que todos los participantes serían inmunes a ser procesados por el magnicidio.
En el momento en que se capturaron a los mercenarios, estos aseguraron que les tendieron una trampa al ser contratados para temas de protección y seguridad en Haití.
Si bien a algunos los señalan de ser mercenarios contratados para atentar contra la vida del mandatario haitiano, ellos aseguran que fueron contratados por una empresa americana llamada CTU para prestar servicios de vigilancia y de seguridad al excandidato Emmanuel Sanon, opositor al asesinado Jovenel Moïse. Es decir, según dicen, fueron engañados.
El que era el director de la Policía, el general Germán Vargas, indicó que un colombiano identificado como Ángel Pretelt habría coordinado el magnicidio con el venezolano Antonio Intriago.
“Frente al intercambio de información con las autoridades haitianas y de lo que nos han expresado frente a lo que han manifestado algunos de los capturados, se habría tenido parte de la coordinación con Antonio Manuel Intriago, ciudadano venezolano y quien sería uno de los representantes legales de CTU Security; y, de igual manera, de un ciudadano colombiano de nombre Ángel Pretelt”, dijo el general Vargas.
El pasado 6 de julio, familiares de los militares acusados de asesinato hicieron un llamado para que se les permita un juicio justo y se les deje en libertad lo más pronto posible.
Una ola de violencia golpea a Haití tras la muerte de Möise
Haití se encuentra sumido en el caos desde el asesinato de Moïse.
Las bandas controlan alrededor del 80 % de la capital haitiana y los delitos violentos, como los secuestros para pedir rescate, los robos a mano armada y los robos de autos, siguen aumentando en la empobrecida nación caribeña.
La semana pasada, el máximo responsable de asuntos humanitarios de las Naciones Unidas, Martin Griffiths, denunció la “extrema brutalidad” de la violencia relacionada con las bandas en Haití.
“Informes alarmantes desde Haití, donde el aumento de la violencia ha dejado más de 70 muertos y heridos en Puerto Príncipe durante las últimas dos semanas”, manifestó Griffiths a través de un mensaje en su cuenta en la red social X, anteriormente conocida como Twitter.
“En lo que va de año, más de 2.500 personas han muerto y cerca de mil han resultado heridas. Esta carnicería tiene que parar”, ha recalcado, después de que el coordinador humanitario de la ONU en Haití, Philippe Branchat, alertara recientemente de “una nueva escalada de una violencia extremadamente brutal”.
*Con información de AFP