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Da Vinci: la increíble batalla judicial detrás de un cuadro perdido que Francia califica como “tesoro nacional”
Francia se estremece con una pelea de peso pesado: una obra del genial Leonardo Da Vinci avaluada en 12 millones de euros que hoy protagoniza una pelea enorme en los tribunales.
Es una obra que cabe en un bolsillo, pero que vale millones de euros. La venta de un dibujo que muestra el martirio de San Sebastián, atribuido a Leonardo da Vinci, descubierto en Francia en 2016, es objeto de una feroz disputa judicial. La obra del maestro renacentista durmió en una caja durante 57 años, sin que nadie sospechara la identidad de su autor.
Su dueño, Jean B., un médico francés jubilado, lo había recibido como regalo de su padre en 1959, entre una docena de otros dibujos, cuando realizó su residencia en un hospital de París. Pero el joven, más amante del rock que de las bellas artes, lo dejó en un rincón y se olvidó de él durante años. Hasta que, al mudarse en 2016, decidió confiar los dibujos a la casa de subastas Tajan para que los evaluara.
El boceto llamó de inmediato la atención de Thaddée Prate, director del departamento de pinturas antiguas de Tajan, y fue estimado inicialmente en entre 20.000 y 30.000 euros (entre 23.000 y 35.000 dólares al tipo de cambio actual). Posteriormente, el experto Patrick de Bayser, solicitado por Tajan, concluyó que el dibujo fue realizado por Da Vinci. La autentificación fue confirmada por la gran especialista de las obras del gran maestro florentino, Carmen C. Bambach, del Metropolitan Museum de Nueva York.
La obra fue estimada entonces en entre 8 a 12 millones de euros (9,5 a 14 millones de dólares al tipo de cambio actual). Rápidamente, Francia la clasificó como tesoro nacional, lo que prohíbe su exportación y da al ministerio de Cultura francés un plazo de 30 meses para adquirirlo para ser expuesto en el museo del Louvre.
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Mandato revocado
En 2019 el ministerio le ofreció a Jean B. 10 millones de euros (unos 12 millones de dólares), pero éste los rechazó ya que una nueva evaluación estimó la obra en 15 millones de euros (unos 18 millones de dólares). Al no poder reunir esta suma, el Estado renunció a adquirirla. A partir de entonces, se abrió un agrio pulso.
El propietario, ya octogenario, pidió un certificado de exportación para poder vender el dibujo en el extranjero, pero el Ministerio de Cultura se negó una vez más, argumentando que el dibujo podría haber sido robado y que se había presentado una denuncia a finales de 2020. “La forma en que (la ministra francesa de Cultura) Roselyne Bachelot ha gestionado este caso es catastrófica”, dijo Olivier Baratelli, que defiende al doctor B.
El abogado presentó una solicitud ante el tribunal judicial de París para obligar al ministerio a expedir el certificado de exportación. La vista, que fue aplazada una primera vez, está prevista para el miércoles. “Un ministerio de cultura digno de ese nombre se habría encargado de que el Estado francés comprara ese dibujo”, comentó Baratelli. “En cambio, todo es mediocridad y mezquindad. Al Estado francés no le queda más que su patrimonio y su cultura, y ya ni siquiera es capaz de conservarlos”, estimó.
Al mismo tiempo, el doctor Jean B. mantiene una disputa con Tajan. Tras leer un artículo en la prensa en el que se anunciaba que la casa de remates había decidido subastar el dibujo antes de que expirara el plazo de treinta meses, sin consultarle, el letrado decidió revocar el mandato que le había otorgado.
Denuncia calumniosa
La decisión no fue bien recibida por Tajan, que reclama 2 millones de euros (unos 2,4 millones de dólares) en concepto de daños y perjuicios. “¡El dinero vuelve loco! Tajan está intoxicado por el dinero”, dice Baratelli. “No sólo se comportó mal con el doctor Jean B., sino que cuando éste descubrió la traición, Tajan se negó a devolverle el dibujo de Leonardo da Vinci”.
Ante lo que califica de “chantaje”, “abuso de confianza” e “intento de extorsión”, el abogado citó a la empresa y a su presidenta, Rodica Seward, a comparecer ante el tribunal penal de París. Este procedimiento permite llevar el caso directamente ante el tribunal sin tener que pasar por una investigación penal, para la cual los demandantes deben reunir y presentar las pruebas en la audiencia. La vista está prevista para diciembre. La casa de subastas, representada por el abogado Basile Ader, replicó con una demanda por calumnia.
“El dibujo fue descubierto, autentificado, certificado y promovido por el trabajo de Tajan”, respondió la casa de subastas. “Como consecuencia de esta ruptura, Tajan solicita que se le reembolsen los gastos realizados (...) en este dibujo desde su depósito el 15 de marzo de 2016”.