Daniel Ortega juró como presidente de Nicaragua para un quinto mandato

Este lunes 10 de enero, el presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, hizo el juramento como mandatario delante de la Plaza de la Revolución, en Managua, para su quinto periodo en el poder, pero cuarto consecutivo. En medio del acto, su esposa Rosario Murillo estuvo a su lado, quien es la actual vicepresidenta y, comienza su segundo mandato al lado de Ortega.

Durante la polémica ceremonia, estuvieron presentes otros presidentes del tanto del cono sur del continente, como de otras regiones del mundo, entre los que se destaca Nicolás Maduro; Miguel Díaz-Canel, representante de Cuba; Juan Orlando Hernández, mandatario de Honduras; entre otros representantes diplomáticos de países que apoyan la dictadura de Ortega como Rusia, China e Irán.

El acto fue presidido por Gustavo Porras, quien es el presidente de la Asamblea Nacional de Nicaragua y fue el encargado de leer todo el juramento al que Ortega respondió “sí, lo juro”. De esta manera, Porras continuó el acto colocando la banda presidencial a Ortega, quien se convirtió, nuevamente, en el dirigente del país centroamericano tras unas polémicas en noviembre de 2021.

Cabe resaltar que este domingo 9 de enero, Ortega estuvo inaugurando las nuevas sesiones del parlamento para el periodo legislativo 2022-2026. Para este mandato, están presentes 91 diputados, de los cuales 75 pertenecen al Frente Sandinista, mismo que apoya el actual primer mandatario, y 16 son de partidos de derecha.

Con una mayoría oficialista en el Congreso, se espera que Ortega siga ejerciendo un total poder en el país centroamericano.

La juramentación del congreso fue dirigida por la presidenta del Consejo Supremo Electoral (CSE), Brenda Rocha, y ese mismo día se posicionaron el actual presidente del órgano legislativo, Gustavo Porras; la primera vicepresidenta, Arling Alonso Gómez; la segunda vicepresidenta, Gladys Baéz; y la tercera vicepresidenta, María Haydée Osuna.

Con respecto a las elecciones del 7 de noviembre de 2021, en las cuales fueron calificadas como “ilegítimas”, por organismos internacionales como la Organización de Estados Americanos (OEA), quienes también expresaron su rechazo por la falta de garantías para la oposición, luego de haber encarcelado a todos los candidatos contrarios a él, entre otros.

“Rechazamos los resultados de las elecciones ilegítimas en Nicaragua... A responder a esta clara violación de la Carta Democrática (Interamericana) durante su Asamblea”, fueron las palabras de Luis Almagro, secretario general del bloque regional, con respecto a los comicios del país centroamericano, recalcando que la victoria de Ortega era una violación a la Carta Democrática.

Enseguida, Almagro también comenzó a expedir un documento en el que pedía a Nicaragua que, entre otras acciones, liberara inmediatamente a los presos políticos que había detenido para evitar que participaran en los comicios de 2021. Sin embargo, no fue el único que cuestionó estas elecciones, ya que después de esta fecha, Estados Unidos también continuó presionando al país centroamericano para que garantizara la democracia a sus ciudadanos.

Las urnas en Nicaragua cerraron luego de once horas de votación, según informó la televisión oficial. Al menos 30.000 militares y policías estuvieron resguardando los puestos de votación ese domingo. Sin embargo, la oposición denunció un enorme abstencionismo; mientras que el oficialismo, argumentó que hubo una gran participación.

Los comicios se celebranron tres años y medio después de las protestas de 2018 que exigieron la renuncia de Ortega y cuya represión dejó al menos 328 muertos y más de 100.000 exiliados.

Con un triunfo que Ortega mismo había asegurado, la atención de los comicios en este país de 6,5 millones de habitantes se centró en la participación, mientras la oposición llamó a no votar, y la comunidad internacional insistió que “no eran democráticas”.