Daniel Ortega lleva más de un mes sin aparecer. ¿Dónde está?

Daniel Ortega, presidente de Nicaragua, completó 33 días sin aparecer en público en medio de la emergencia que enfrenta el mundo por el coronavirus, que deja en su país nueve personas contagiadas y una fallecida.

El mandatario de los nicaragüenses, de 74 años, no aparece en público desde el 12 de marzo. En esa ocasión participó en una conferencia virtual con sus colegas de Centroamérica.

Ante la ausencia de Ortega desde hace más de un mes, los ciudadanos de ese país ya empiezan a especular sobre su estado de salud, generando a su vez un ambiente de incertidumbre en Nicaragua, dada la falta de medidas efectivas para contener el avance de la pandemia.

A propósito, las especulaciones crecieron en días pasados cuando Ortega no acudió, como lo esperaban simpatizantes y adversarios, a las honras fúnebres del diputado Jacinto Suárez, un allegado suyo.

En medio de todo este hermetismo, la vicepresidenta asignada, Rosario Murillo, quien a su vez es la primera dama, se ha empeñado en decir, sin tampoco aparecer en público, que “en nuestro país todo está en calma”.

La primera dama también lleva confinada más de un mes junto a su familia en su casa de descanso El Carmen, en Managua, noroeste de la ciudad. Según medios de ese país, Murillo sigue por los medios de propaganda oficialista las actividades de las entidades nicaragüenses, limitándose a repetir informes del Ministerio de Salud de ese país sobre el avance de la pandemia y leyendo mensajes bíblicos.

“Insisto que la estrategia de esconder a Ortega es para hacerlo un ‘Dios’ por parte de Murillo, quien es solo una lectora de la biblia, pero ella le vende al pueblo de Nicaragua a Ortega comparándolo con la zarza ardiendo, el trueno que ilumina el camino, siendo una herejía total de Murillo. Lo lamentable es que aún tiene fanáticos que la siguen", dijo el analista y jurista Eliseo Núñez, en entrevista con el diario nicaragüense La Prensa.

De hecho, este mismo medio nicaragüense señala que los datos sobre la pandemia no son creíbles, teniendo en cuenta que reportan un comportamiento contrario al crecimiento mundial del brote. También recuerda que Nicaragua es el único país de América que mantiene abiertas sus fronteras y los colegios y entidades mantienen sus actividades con normalidad, lo que ha sido duramente cuestionado por médicos, empresarios y opositores.