Debate migratorio entre Trump y Biden, políticas contrapuestas y promesas de mano dura y humanidad

La política migratoria podría ser un tema de gran importancia en el debate del jueves entre Donald Trump, quien acusa a los migrantes de “envenenar la sangre” de Estados Unidos, y Joe Biden, que intentará desmarcarse de su rival republicano. Ambos candidatos son conscientes de que, según las encuestas, gran parte del electorado está preocupado por la seguridad en la frontera con México y por la afluencia de migrantes.

Estas son las principales propuestas de ambos candidatos a las elecciones presidenciales de noviembre, la migración es el eje central del programa electoral del magnate republicano, cuya retórica antimigrante se intensifica a medida que se acercan los comicios. Durante su mandato, de 2017 a enero de 2021, Trump aplicó una política de “tolerancia cero”, tratando a los migrantes que intentaban entrar ilegalmente como delincuentes, lo que resultaba en la separación de las familias. Además, comenzó a construir un muro en la frontera con México.

Trump sigue defendiendo una postura de mano dura y promete tomar medidas “tan draconianas como sea necesario”, incluyendo el “cierre de la frontera” con México, la reanudación de la construcción del muro y deportaciones masivas. En sus mítines, Trump afirma que los migrantes “envenenan la sangre del país”, lo que ha suscitado comparaciones con Adolf Hitler, y sostiene que provienen de prisiones y manicomios, acusándolos de ser delincuentes, a pesar de que las estadísticas del FBI muestran una disminución en los delitos violentos y asesinatos en 2022.

En una propuesta reciente, ha sorprendido sugiriendo permisos de residencia permanente para los extranjeros que se gradúen en universidades estadounidenses. Además, amenaza con imponer aranceles a los países que no frenen el flujo de migrantes hacia Estados Unidos si es reelegido.

Joe Biden

Los republicanos acusan a Biden de favorecer el derecho de asilo para los migrantes, muchos de ellos latinoamericanos. Biden, por su parte, acusa a Trump de haber saboteado un intento bipartidista de encontrar una solución. El demócrata, de 81 años, promete no demonizar a los inmigrantes ni separar a las familias, asegurando que no politiza el tema migratorio.

Biden llegó a la Casa Blanca con la promesa de una política migratoria “más humana” y una vía hacia la ciudadanía para 11 millones de indocumentados, aunque ha enfrentado la oposición de los conservadores en el Congreso. Ahora, se esfuerza por convencer al electorado de su proactividad frente a los migrantes que cruzan la frontera sin usar las “vías legales” promovidas por su gobierno.

Recientemente, Biden firmó un decreto que restringe la entrada de migrantes por la frontera con México cuando haya más de 2,500 cruces irregulares en el promedio de siete días y endureció los estándares para solicitar asilo. Además, su administración impulsó una norma que acelera la negación de asilo a migrantes que representen un peligro para la seguridad nacional o pública.

En su enfoque equilibrado, el presidente concedió amparo migratorio a casi medio millón de venezolanos y simplificará el proceso para que los migrantes casados con estadounidenses obtengan la tarjeta verde sin tener que salir del país. Además, Biden afirmó que acelerará la concesión de visas a los graduados en centros de educación superior estadounidenses, siempre y cuando hayan recibido una oferta de trabajo altamente cualificada, beneficiando a los “dreamers” protegidos por el programa DACA.