Brasil
Del ejemplo al repudio: exdiputada brasileña condenada por matar a hombre al que había rescatado de la calle y con quien se había casado
El hombre fue hallado en 2019 acribillado al interior de su casa tras recibir 30 disparos. Otros miembros de la familia también fueron sentenciados como partícipes del crimen.
Indignación ha despertado en Brasil un hecho violento que originó en la brutal muerte de un pastor religioso en 2019, y que ahora, en medio de la investigación, ha revelado que su esposa, una exdiputada de ese país, identificada como Flordelis dos Santos de Souza, es la responsable de haber orquestado el macabro plan para su asesinato.
No obstante, más allá del simple hecho del asesinato, lo que genera mayor sorpresa es todo el entramado e historia que se esconde tras el caso, pues la víctima era un hombre que la exdiputada conoció en la calle, siendo él un menor de edad, y que decidió acoger en su casa, pero que pasado un tiempo, cuando este logró la mayoría de edad, convirtió en su esposo.
En ese mismo sentido, otro de los factores que despierta sorpresa, es que los otros participantes, en el caso de homicidio, son hijos naturales y adoptivos de la misma mujer.
Según recogen medios locales, en el momento que Flordelis dos Santos de Souza conoció a su víctima; Anderson do Carmo, este solo tenía 15 años, mientras que ella tenía 32 años.
Para ese momento, 1993, la mujer se encontraba adelantando su proceso de separación de su primer esposo, y había quedado con la custodia de sus tres hijos naturales, así como de otros cinco adoptivos.
Aunque Anderson do Carmo, fue acogido por la mujer como un hijo adoptivo más, y recibió los cuidados de la mujer, su adopción nunca se oficializó, y al contrario, ella lo convirtió en su nuevo esposo en 1998, cuando cumplió 21 años.
En su proceso juntos, el hombre se convirtió en religioso, y en compañía de su benefactora y ahora esposa, siguieron adelantando obras de caridad, acogiendo en el término de 20 años; entre 1998 y 2018, a cerca de 55 jóvenes, a quienes le prestaron su ayuda y apoyo.
Precisamente, en 2018, la mujer logró ser elegida como congresista de Brasil, pero su vida se vio empañada cuando en 2019, más precisamente en el mes de junio, según recogen medios internacionales, la historia ejemplar, se convirtió en una pesadilla, luego de que en su residencia fuera encontrado el cadáver de do Carmo.
El hombre había fallecido acribillado en su propio hogar, a las afueras de la ciudad de Río de Janeiro, presentando cerca de 30 impactos de bala.
En medio de la conmoción que despertó el crimen al interior de la casa de la entonces senadora, la investigación abierta por las autoridades, permitió establecer que el crimen había sido obra de uno de los hijos biológicos de Flordelis, quien habría contado además con el apoyo de uno de los ‘adoptivos’.
Si bien en comienzo uno de ellos se atribuyó la responsabilidad y confesó el crimen como autor material, posteriormente se retractó, mientras que el otro seguía vinculado al haber sido el responsable de la compra del arma empleada en el homicidio.
En ese momento, la culpabilidad recayó solamente en ellos dos, y fueron enviados a la cárcel, mientras que el proceso siguió avanzando.
En el camino, las autoridades también lograron la captura de una mujer identificada como Simone dos Santos Rodrigues, una de las hijas biológicas de la diputada, desencadenando un nuevo capítulo en la macabra historia.
En su momento, la joven fue declarada culpable del delito, y fue sometida a una pena de 31 años de prisión, no obstante, el capítulo más escabroso de la historia estaba por escribirse, pues la justicia llegó hasta el fondo del asunto, encontrando ahora que la diputada; la viuda, también estaba vinculada en el asesinato, siendo ella quien orquestó el crimen.
En su investigación, la justicia determinó que el asesinato a bala no había sido la primera vez que la mujer había intentado atentar contra su esposo, pues en el historial también existían intentos fallidos de envenenamiento.
Ahora, en medio del juicio, la exdiputada fue condenada a 50 años de prisión al determinarse que fue el cerebro que orquestó todo el asesinato.
Aunque el caso ha despertado indignación y sorpresa, la defensa de la mujer ha anunciado que apelará la decisión, esgrimiendo que su defendida no es parte del crimen.