Ciencia
Descubrimientos científicos confirman el origen de la Luna por impacto planetario
Las dos gigantescas burbujas de materia viscosa, enterradas a casi 3.000 kilómetros, podrían ser la prueba de que un protoplaneta chocó con la Tierra hace 4.500 millones de años, dando origen a la Luna, indicó un grupo de científicos el miércoles.
La teoría principal es que la Luna se creó cuando un cuerpo del tamaño de Marte chocó contra la Tierra aún en formación. A raíz de la colisión con el teórico protoplaneta bautizado Theia, una enorme cantidad de materiales livianos, como silicatos, fue lanzada al espacio y en órbita, bajo el influjo de la gravedad, se aglutinó y formó la Luna.
El núcleo más denso y pesado de Theia, de hierro y níquel, se hundió hacia la profundidad de la Tierra, lo que explica la diferencia de densidad entre el planeta y su satélite. A pesar de décadas de esfuerzos, los científicos no han podido encontrar ninguna evidencia de Theia.
Pero ahora, una investigación liderada por científicos de Estados Unidos y publicada en la revista Nature sugiere que las pruebas son las dos burbujas, de material diferente a su entorno, enterradas a 2.900 kilómetros de profundidad, cuya existencia se conoce desde hace cuatro décadas, pero que nadie había podido explicar.
Estas burbujas, muy aplastadas y con forma de lágrimas, cada una de ellas del tamaño de un continente, se ubican en el límite entre el manto y el núcleo terrestre, una bajo África y la otra bajo el océano Pacífico.
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Los científicos determinaron que las burbujas son mucho más calientes y densas que la roca circundante, pero casi todo sobre ellas sigue siendo un misterio. La nueva investigación sugiere que ambas son “reliquias enterradas” de Theia.
Qian Yuan, investigador de geodinámica del Instituto de Tecnología de California y autor principal del trabajo, le dijo a la AFP que era “muy extraño” que no se hubiese encontrado evidencia del impacto de Theia.
¡Eureka!
Fue durante una clase impartida por un científico planetario acerca de ese misterio que Yuan tuvo por primera vez un atisbo de respuesta: “¿Dónde está el impactador? Mi respuesta es: está en la Tierra”, dijo. Desde entonces, la investigación requirió que expertos, en campos a menudo separados, como astronomía y geología, unan fuerzas.
Yuan recordó que la teoría sobre la colisión afirma que Theia se estrelló contra la prototierra a más de 35.000 kilómetros por hora y que los materiales más densos se derritieron por el calor del impacto y se hundieron “muy profundamente en el manto inferior”.
A lo largo de los años ese material se acumuló en dos burbujas, ubicadas en las antípodas. El científico admitió que probar una teoría que se remonta a hechos tan lejanos en el tiempo, y con las posibles pruebas tan profundamente enterradas, es increíblemente difícil, por lo cual su modelo no podía ser “cien por ciento” seguro.
Pero de ser cierto, las implicaciones serían inmensas. La colisión de Theia, que se cree que es el último gran evento de acreción de la Tierra, cambió significativamente la composición del planeta en solo 24 horas, dijo Yuan.
“Mi sensación es que esta condición inicial es la razón por la cual la Tierra es única, por eso es diferente de otros planetas rocosos” del sistema solar, afirmó. Se ha observado que las burbujas envían columnas de magma hacia la superficie y también se han relacionado con la evolución de los supercontinentes, que los científicos ligan con la evolución de la vida.
Theia “dejó algo en la Tierra y eso repercutió en los siguientes 4.500 millones de años de evolución”, sostuvo Yuan. Christian Schroeder, experto en ciencias de la Tierra y exploración planetaria de la Universidad de Stirling en Escocia, le dijo a AFP que la teoría “se ajusta a varias evidencias”.
“Es un hallazgo muy significativo”, afirmó Schroeder, que no participó en la investigación. También destacó que el misterio de la formación de la Luna no ha sido resuelto, pero esta investigación da más peso a la teoría del impacto de Theia y al tiempo proporciona “una explicación creíble para estas anomalías en el límite entre el núcleo y el manto”.
Los restos de Theia “pueden ser responsables de procesos importantes en la Tierra que continúan hasta el día de hoy”, añadió Schroeder.
*Con información de la AFP.