Home

Mundo

Artículo

La mujer siguió a su esposo hasta un hotel y terminó llevándose toda una sorpresa.
La mujer siguió a su esposo hasta un hotel y terminó llevándose toda una sorpresa. | Foto: TikTok @mariselaruizsinaloa

Mundo

Descubrió que su esposo le era infiel con otro hombre; así acabó una década de engaño

La ahora expareja tiene dos hijas y, según cuenta la internauta, ella dispuso todo un plan para descubrir si estaba o no siendo blanco de infidelidad.

21 de noviembre de 2022

Las infidelidades son parte de los factores que, en más de una ocasión, terminan por desmoronar una relación que en su momento pudo parecer inquebrantable. Sin importar cuánto tiempo de noviazgo o convivencia se lleve en cuenta, no siempre se puede estar exento a que un tercero empañe “el castillo de cristal” y dé un giro de vida de 180 grados.

Las redes sociales convirtieron en tendencia la historia de una mujer quien, tras casi una década de matrimonio, descubrió que había estado inmersa en una serie de mentiras. En una de tantas incongruencias con las justificaciones de su pareja, una noche decidió hacer algo inesperado que terminaría por revelarle una verdad que nunca llegó a pasar por su mente.

Una usuaria, quien en TikTok se identifica como Marisela Ruiz, compartió la forma en la que una de sus seguidoras se dio cuenta de que, tras nueve años de relación amorosa, su esposo la estaba engañando, pero con un hombre. Un video no le fue suficiente para su relato, así que en tres clips recordó aquel episodio en su vida que la marcó y, seguramente, no olvidará con tanta facilidad.

¿Un castillo “de cristal”?

La mujer cuenta que durante el tiempo que convivió con él no se percató de alguna señal que indicara que su entonces esposo era gay. Por el contrario, ella asegura que este era una persona detallista y que lejos estaba de imaginarse lo que en realidad venía sucediendo tiempo atrás. De hecho, cuando descubrió la infidelidad, no pensó que fuera con otro hombre.

“Nunca hubo un indicio que me dijera ‘se ve gay’ (...). No era afeminado, no tenía nada que yo pudiera decir (...), sexualmente nuestra vida era normal (...). Lo que sí era (extraño) es que a él le gustaba mucho ayudar a arreglarme; por ejemplo, cuando te pintas el cabello y era ‘¿amor, te ayudo a ponerte el tinte?’, pero lo tomaba como cosas de pareja”, pues “nos llevábamos superbien”.

En su relato, añadió que tenían dos hijas (con una diferencia de edad de dos años). Las cosas empezaron a generar dudas cuando la internauta empezó a prestar mayor atención a las llegadas tarde a casa, luego del horario laboral, y al contrastar con algunos compañeros que no eran verdad las excusas de “tuve un imprevisto” que supuestamente le hacían quedarse más tiempo en el trabajo. Sin embargo, en ese punto aún le costaba creer que estaba en un triángulo amoroso (aunque en su mente rondaba la idea de que, de ser así, sería con otra mujer).

Para ella lo que aún le parecía extraño es que, diferente a la pérdida de interés que puede marcar otras relaciones cuando hay infidelidad, en su caso su esposo no causó esa impresión. La atención seguía siendo una constante en este matrimonio que, hasta aquel momento, parecía “feliz”; no obstante, empezó a atribuir esa actitud a un sentimiento de culpa.

Así descubrió el engaño

“Él era un hombre que todo el mundo me lo envidiaban, o sea mis amigas decían: ‘Ay, ¿cómo hiciste para agarrar un hombre así?’, porque era de comprarme lo que yo quería, me tenía como reina, yo no trabajaba, y a pesar de que no ganaba tanto (...), trataba de tener todo en la casa. Si yo quería un mueble, ropa, siempre era ‘sí, mi amor. A mi reina lo que pida’, lo que cualquier mujer quisiera en un sueño (...)”. Pero la relación empezó a ir en picada cuando “el esposo perfecto” empezó a ser descubierto en varias mentiras.

“Empecé a llamarle al trabajo cuando me decía que estaba en tiempo extra y no estaba”. Un día que entregó la misma excusa “yo me fui a su restaurante a ver si era cierto que se quedaba. (...) Me estaciono (...), y mi sorpresa es que sale con uno de los empleados hombres, entonces dije: ‘Se van a tomar’ (...)”. Ella los siguió y al ver que no entraba ninguna mujer, decidió rentar una habitación contigua.

No pasó mucho tiempo antes de que ratificara que sí había una infidelidad, aunque no de la manera que hubiese pensado (pues su pareja sí era gay) y optó por enfrentarlo. La internauta reconoce que la “sorpresa de su vida” la condujo a terapia por la conmoción generada, pero que el tiempo se encargó de curar las heridas y que ahora mantiene un buen vínculo con su exesposo.