Desde “terrorista” hasta “demonia”, así ha sido el ataque de Nicolás Maduro, Diosdado Cabello y el régimen contra María Corina Machado

Los comentarios de Nicolás Maduro han avivado las diferencias entre el oficialismo y la oposición en Venezuela, los insultos, las comparaciones y los ataques no han cesado y se han intensificado en los últimos días después de las elecciones de Venezuela el pasado 28 de julio.

Tanto el mandatario venezolano como su mano derecha, el diputado Diosdado Cabello, y el presidente de la Asamblea Nacional, Jorge Rodríguez, han tratado a María Corina Machado como una terrorista, lo hicieron antes, durante y después de los comicios.

“Ayer enfrentamos un ataque masivo, criminal, delincuentes. Casi el 70 % de los más de mil delincuentes detenidos en el país estaban drogados, estaban armados y han declarado que formaban parte de la ultraderecha del grupo Vente Venezuela y de la terrorista María Corina Machado”, dijo Maduro el pasado 30 de julio.

“Deben estar tras las rejas”: el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, pidió cárcel para la líder opositora María Corina Machado y Edmundo González Urrutia.

En otra ocasión, Maduro responsabilizó a González Urrutia y a ella por la violencia y dijo que “nunca jamás” llegarán al poder. “Ustedes tienen las manos manchadas en sangre”, dijo el mandatario. “Deben estar tras las rejas”, aseguró nuevamente.

Señalado de fraude por la oposición y varios gobiernos de la región, Maduro llamó al chavismo a marchar todos los días para apoyar los resultados anunciados por el Consejo Nacional Electoral (CNE), de línea oficialista, que le otorgaron un tercer mandato de seis años y sus ataques no han cesado desde entonces contra los líderes opositores, en especial contra Machado.

“Lo hago responsable señor González Urrutia de todo lo que está sucediendo en Venezuela, de la violencia criminal, de los delincuentes, de los heridos, de los fallecidos, de la destrucción. Usted será el responsable directo, señor González Urrutia y la señora (María Corina) Machado, y la justicia va a llegar”, dijo Maduro desde el Palacio de Miraflores.

El dirigente indicó que el país no caerá en las manos del fascismo ni de las potencias extranjeras. “Está bien que yo no les guste, ni les haya gustado (Hugo) Chávez, ¿pero por qué quieren meter al país en guerra?”, cuestionó. También ha culpado a la líder opositora, María Corina Machado, y al candidato presidencial, Edmundo González, de estar detrás de este plan.

Diosdado Cabello no se ha quedado atrás, el diputado llamó terrorista y amenazó directamente a los líderes opositores, incluyendo a María Corina Machado, “Terroristas que están en la calle bajo efectos, vaya usted a saber de qué. Pero ya a estas alturas van diez jefes detenidos; y van a ir detenidos porque tenemos las conversaciones, las comunicaciones. Llámense como se llamen, tenga el apellido Machado, González, Superlano, Patiño, Mendoza, tenga el apellido que tenga”, dijo.

Contra González se fue de frente: “ese viejito es un miserable, es una rata sin escrúpulos, no le importan los muertos. Claro, como siempre, ellos invitan que vayan los hijos del pueblo a dejar su sangre y sus hijos están en el extranjero. Pero yo creo que sus hijos van a tener que venir aquí porque van presos”, aseguró.

En otra ocasión, Nicolás Maduro tildó a María Corina de “doña odio, doña pataleta, doña violencia” durante la Sesión Solemne de apertura del año judicial 2024. “Interpretan gestos sinceros como signos de debilidad. No se equivoquen con el pueblo ni la FANB. No al chantaje, ni a la violencia ni a los apellidos”, dijo, según narra el portal Alberto News.

Jorge Rodríguez, presidente de la Asamblea General de Venezuela ha atacado a Machado varias veces: “No me refiero solamente a María Corina Machado, que tiene que ir presa, me refiero a Edmundo González Urrutia, porque él es el jefe de la conspiración fascista que están intentando imponer en Venezuela. Esa es la verdad”, anotó.

En campaña por un tercer mandato, Maduro había acusado a Machado y a Edmundo González de planear un supuesto golpe tras negarse a suscribir un acuerdo de respeto a los resultados electorales propuesto por el chavismo.