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Desertor del grupo paramilitar ruso Wagner pide asilo en Noruega y cuenta impactantes verdades
El caso de Medvedev es el primero de un soldado del Grupo Wagner, que haya luchado en Ucrania para huir al extranjero.
Andrei Medvedev, un excomandante del grupo paramilitar ruso quien presuntamente huyó del conflicto entre Rusia y Ucrania, conocido como Wagner, solicitó asilo en Noruega a dónde llegó declarando que temía por su vida. Según el mercenario huyó del conflicto y fue testigo de la ejecución sin piedad a otros combatientes que intentaron huir y eran procesados por traición.
De acuerdo con el diario británico The Guardian, el hombre de 26 años huyó en la madrugada de su unidad, que estaba ubicada en la frontera, cerca a Noruega. El viernes pasado a la madrugada fue arrestado por los guardias fronterizos.
El caso de Medvedev es el primero de un soldado del Grupo Wagner, que haya luchado en Ucrania para huir al extranjero.
¿Qué es el Grupo Wagner?
El grupo Wagner es un grupo paramilitar ruso, afiliado tangencialmente al Ejército ruso. Aunque el grupo legalmente no existe, porque está prohibido que en el país se contraten servicios militares, es tan real que es el que se ha adjudicado recientemente la conquista de la región de Soledar, lo que ha permitido ver las distancias que hay entre el ejército y esta facción paramilitar.
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Wargner ha sido descrito como una empresa militar privada, como una red de mercenarios, o un ejército privado de facto del Presidente Vladímir Putin. Muchos de sus reclutamientos provienen de las prisiones.
Sus orígenes se remontan a 2014. El reconocimiento internacional lo han tenido desde que apoyaron a los movimientos separatistas en Ucrania, en la Guerra del Dombás, entre 2014 y 2015. En África y Siria, el grupo también ha intervenido.
El creador del Grupo Wagner
Yevgeny Prigozhin es el creador del Grupo Wagner, un empresario, oligarca, muy cercano a Vladímir Putin, en muchos círculos es conocido como “el chef de Putin” porque uno de sus negocios es el de catering. El propio Prigozhin habría recorrido personalmente distintas prisiones rusas, para reclutar al menos a 1000 convictos, que fueron incluidos al grupo.
Prigozhin, de 61 años, ha criticado permanentemente a las tropas del ejército ruso, asegurando que el grupo Wagner es mucho más efectivo que el propio ejército, que en su opinión ha cometido múltiples errores garrafales desde el inicio de la invasión, que se podrían resumir en haber sido demasiado “blandos” e “indecisos”.
Dramáticos relatos
El hombre en diálogo con REUTERS habló sobre la deshumanización del proceso que se dio en el grupo Wagner, con el paso del tiempo después de iniciado el conflicto. De acuerdo con él, la inclusión de presos en el proceso hacía que el trato que les daban no fuera humano.
“En agosto comenzaron a traer prisioneros de varias prisiones de la Federación Rusa para que sirvieran en el ejército. En general, su actitud (hacia nosotros) cambió cuando llegaron los prisioneros. Ya no nos contaban como seres humanos” dice.
Cuenta que por ejemplo en la contratación las decisiones se tomaban sin consultarle: “La empresa (Wagner) cambió mi contrato unilateralmente. Sin pedir mi opinión, me lo extendieron a seis meses y luego a ocho meses. Después de eso, me fui sin autorización porque no me gustaban las cosas que empezaron a pasar allí.”
Medvedev asegura que fue testigo de ejecuciones de mercenarios que no quería continuar vinculados: “Sé con certeza sobre tres casos en los que los presos, que intentaron escapar de los hospitales, después de haber sido heridos fueron asesinados a tiros. Además, 10 personas fueron baleadas en el campo de entrenamiento frente a los presos que acababan de llegar. Se hizo como una medida disuasoria: “Son traidores, se niegan (a luchar), mira lo que les pasa”.
El exparamilitar asegura que teme por su vida: “Mis antiguos empleadores me perseguían... Estaba en peligro de ser capturado, asesinado, baleado o algo peor... Tengo miedo de morir en agonía. ¿Qué hacen? Matan. Soy una cabeza parlante para ellos”, asegura.