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Desgarrador: “Nadie nos da de comer nada, mamá”, llamadas interceptadas de soldados rusos muestran el abandono en que luchan en Ucrania
Un soldado le dice a su mamá que el agua que toman es agua colada proveniente de los charcos.
“Nadie nos da de comer nada, mamá”, le dijo un soldado ruso a su mamá, en una llamada que hizo desde un lugar cercano a la ciudad de Lyman, en el este de Ucrania, el pasado 8 de noviembre cerca de las 3:00 p. m. El soldado, llamado Andrey, hizo caso omiso a la orden de sus superiores de no hacer llamadas desde teléfonos celulares no autorizados.
“Nuestro suministro es una mierda, para ser honesto. Sacamos agua de los charcos, luego la colamos y la bebemos”, le dijo Andrey a su mamá, en una llamada que fue interceptada por el Ejército de Ucrania y compartida con el diario británico The Guardian, que revela la impactante noticia.
Las cosas no son como Putin dice
El hombre describe a su mamá la situación en el frente de guerra y le cuenta que las cosas no son como Putin las ha descrito. “¿Dónde están los misiles de los que se jactaba Putin?” preguntó. “Hay un edificio de gran altura justo en frente de nosotros. Nuestros soldados no pueden golpearlo. Necesitamos un misil de crucero Calibre y eso es todo”, dice.
La madre responde a sus quejas diciendo con desesperación: “¿Con quién me puedo quejar? ¿A dónde puedo ir?”. A lo que su hijo responde con resignación: “A ninguna parte, es inútil. Solamente en televisión es que lo que se ve acá es grandioso”.
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El hombre asegura que siempre sospechó que lo que veía en la televisión rusa es falso. “Simplemente confirmé, una vez más, que todo lo que dicen en televisión es mier... Nuestro Ejército no está listo”, asegura.
Durante la llamada, que de acuerdo con The Guardian duró un poco más de cinco minutos, el hombre le aseguró a su mamá, quien vive en la ciudad Kostroma, a 500 kilómetros al sureste de Moscú, que estaría bien. “Siempre rezo, mamá”, dijo. “Cada mañana”.
The Guardian informa que cuando el diario buscó a la mujer, ella solamente atinó a decir que su hijo no estaba con ella y rompió en llanto, antes de colgar el teléfono.
Soldado asegura que les pueden disparar
Otra llamada que fue interceptada por el Ejército ucraniano permite escuchar la conversación entre un padre y quienes estaban combatiendo con su hijo Andrei, quien murió en el frente de guerra. El contenido de la llamada deja ver que, al menos en ese caso, no hubo ninguna comunicación oficial del Ejército ruso avisando a la familia sobre el fallecimiento del soldado.
“¿Tú me llamaste ayer y me dijiste que mi hijo había muerto?”, pregunta el hombre con tristeza, “sí, sucedió el 29 de octubre”. “¿A dónde llevaron el cuerpo?”, dice con curiosidad, a lo que el hombre en Ucrania responde: “El cuerpo fue removido el 30 de octubre, el vehículo de infantería fue removido y retirado”. Y el papá pregunta “¿A Lugansk?”. A lo que el joven responde: “Lo más probable es que sí”.
“Refuerzos: no; comunicación: no”, respondió a nuevas preguntas del triste padre y le contó que “dijeron que no se nos permitía retirarnos. De lo contrario, nos pueden disparar”.
Cada vez menos soldados
Un soldado ruso llamó a su esposa y le contó que se había separado del grupo, junto con otros tres combatientes. El hombre le aseguró a su mujer que “cada vez que nos despertamos, hay menos y menos soldados, todo el mundo se va. No es claro qué es lo que se está haciendo acá”.
La falta de seguridad en torno a las comunicaciones rusas ha sido una constante en este conflicto. Las conversaciones sobre estrategia militar entre los propios comandantes militares, incluso, pudieron ser captadas por aficionados al inicio del conflicto, debido al uso de frecuencias de radio abiertas.
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