Pakistán
Desmantelan en Pakistán peligrosa banda que robaba riñones para venderlos a pacientes ricos que necesitan trasplantes
Algunos de los pacientes víctimas ni se habían percatado del robo que les habían realizado.
Autoridades de Pakistán revelaron que han logrado el desmantelamiento de una peligrosa banda delincuencial dedicada al robo de órganos humanos, siendo sus víctimas personas vivas, y su diana, la comercialización de dichas partes en mercados negros orientados al trasplante.
De acuerdo con el reporte de las autoridades de Pakistán, la red desmantelada estaba compuesta por cerca de ocho personas, quienes se encargaban de la identificación de las víctimas, para su posterior ubicación, rapto, y retiro de los órganos requeridos a través de métodos quirúrgicos.
El objetivo de esta red, eran principalmente los riñones, y sus compradores, en la mayoría de los casos, eran personas que se encontraban urgidas de trasplantes para salvar su vida, por lo que invertían fuertes sumas de dinero en la adquisición de dichos órganos; sin importar su origen, con el fin de que estos pudieran ser implantados para salvar sus vidas.
Sobre el accionar criminal de la banda, también ha trascendido que esta logró hurtar los riñones de cientos de víctimas, en un hecho que prendía las alarmas de las autoridades debido a la gravedad de los hechos y a la complejidad de los procedimientos mismos, que eran realizados por los delincuentes para la extracción de los órganos.
Dada la complejidad de los hurtos, se reveló por parte de las autoridades de Pakistán, que las personas responsables de ello estaban bajo la batuta de un médico, a quien han identificado como el doctor Fawad, quien actualmente deberá responder por cargos referidos a la realización de cerca de 330 operaciones de robo de riñones para lograr ser implantados en personas que, dada su necesidad, estaban dispuestas a pagar fuertes sumas por el procedimiento.
Sobre el comercio de órganos, medios internacionales han referido que los clientes llegaban a pagar hasta cerca de 150 millones de pesos por cada una de las intervenciones.
¿De los carros a la salud?
Uno de los hechos que genera mayor indignación e impacto, respecto a la composición de la banda, se refiere al ‘auxiliar’ con el que contaba el doctor para la extracción de los riñones, pues los expertos han advertido que lejos de tratarse de personal médico con conocimientos necesarios, se trataba realmente de un mecánico automotriz, quien era el encargado de suministrar la anestesia a las víctimas.
Sobre el modus operandi, también se ha revelado que los pacientes interesados en acceder a los trasplantes eran conseguidos por parte de las bandas, quienes trabajaban en hospitales y advertían a los necesitados la existencia de posibilidades de acceder a órganos que requerían, pero advirtiendo que la cirugía se realizaría de manera privada en ciudades como Taxila, Lahore y en la Cachemira.
Sobre las cirugías que alcanzaron a realizar bajo esta modalidad delincuencial, las autoridades también advirtieron que podría existir un subregistro de las operaciones, pues los responsables no siempre revelaban la existencia de su ‘servicio’, y otras veces, la misma inocencia de los pacientes conducía a que estos se midieran a un procedimiento totalmente carente de protocolos o normas de seguridad.
Respecto de la persona responsable de estas cirugías, también se ha advertido que ya estaba bajo la lupa de las autoridades, pues había conseguido salir libre tras cinco detenciones, luego de las que no lograba ‘sentar cabeza’, y salía nuevamente a delinquir.
Sin embargo, la Policía logró identificarlo, y realizó un seguimiento de cerca de dos meses, gracias a la denuncia de una de las víctimas que advirtió que un doctor le había sugerido un tratamiento médico, y luego, cuando volvió donde su médico habitual, este se percató del ‘gran robo’ del que había sido objeto, por lo que las autoridades han señalado que un aspecto muy grave de esta modalidad, es que algunos de los pacientes que habían resultado víctimas del hurto de órganos, solo se enteraron tiempo después de que les habían extraído uno de sus riñones.
Frente al riesgo de estos delitos, la Policía de Pakistán ha precisado que un factor clave en el combate de estas modalidades de ‘trasplantes ilegales’ debe derivarse de un trabajo de ciberseguridad, al referir que a través de la web, en países como el suyo, circulan anuncios de trasplantes de riñón, advirtiendo incluso la ilegalidad de estos.
Tras el desmantelamiento de esta banda, las autoridades enfilan sus labores en la detección de nuevos colectivos que busquen llegar para llenar el vacío en la ‘oferta’, permitiendo también el arresto de nuevas células dedicadas al mismo crimen.
Actualmente en la legislación de Pakistán, y desde 2007, es ilegal la extracción y venta de órganos, crimen que se castiga con hasta 10 años de cárcel y cuantiosas multas.
Con esta legislación se ha buscado frenar el tráfico ilegal de órganos, no obstante, con lo ocurrido, es muestra de que el negocio sigue activo.