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Detalles de la empresa de seguridad en Miami que habría contratado a los mercenarios detenidos en Haití
El magnicidio del presidente de Haití sigue teniendo múltiples versiones, en medio de las declaraciones que poco a poco han entregado los detenidos por el asesinato.
En medio de la búsqueda de la verdad sobre el asesinato de Jovenel Moïse, su aparente tortura previa a la muerte y las heridas a su esposa, se han revelado otros detalles que podrían centrar la atención de los hechos en una empresa radicada en Miami, Estados Unidos.
Una información revelada por el Miami Herald indica que algunos de los colombianos capturados en Puerto Príncipe declararon que su contratación se hizo a través de una agencia de seguridad del sur del estado de Florida, desde donde se prometió un salario de unos US$2.700 o US$3.000 dólares mensuales con el fin de brindar seguridad VIP a altas personalidades en Haití.
La firma estaría radicada como CTU Security y estaría dirigida por Antonio Enmanuel Intriago Valera, un venezolano radicado en Estados Unidos desde el año 2009.
La información del diario señala que varios de los detenidos fueron contratados allí, obtuvieron el dinero para viajar previamente a República Dominicana y luego llegaron a Haití. Algunos llevaban tres meses o más en la isla, a la espera de órdenes de sus superiores.
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Entre los capturados hay dos haitianos de nacionalidad estadounidense, James Solages, de 35 años, y Vincent Joseph, de 55 años, que tras ser detenidos aceptaron frente a un juez que fueron contratados como traductores oficiales, aunque se abstuvieron de señalar quién fue su empleador.
Las versiones estarían en línea con la información que los familiares de los colombianos han compartido, sobre el tipo de trabajo que desarrollarían estas personas fuera del país y que indican que tendría que ver con servicios de seguridad exclusivos.
SEMANA dialogó con Giovanna Arelis Romero Dussan, esposa del sargento primero del Ejército en retiro Mauricio Javier Romero, quien murió en Haití, en unos confusos hechos en ese país. La mujer relató los últimos momentos que paso en compañía de su pareja antes de no volver a saber de él.
“Mauricio, al momento de abordar su vuelo en el aeropuerto, le tomó una foto a su tiquete que decía que se iba para Santo Domingo y hasta ahí estaba la información que nosotros conocimos, nosotros no teníamos conocimiento de que él estuviera en otro país, siempre creímos en las comunicaciones; él no daba detalle de en dónde estaba”, sostuvo.
El Herald también revela que la empresa CTU está registrada como una Unidad Contra el Terrorismo, siendo también una academia federal y que se creó recién en el 2019, en los registros de la empresa también aparece Arcángel Pretel Ortiz, ciudadano que también había tenido una firma de seguridad propia y que fue liquidada.
La empresa de Intriago tiene permisos para portar armas de fuego y prestar servicios de seguridad y el medio comprobó que además era proveedor de otro tipo de elementos militares y policiales, como chalecos antibalas, municiones, repuestos y otro tipo de artículos. Sin embargo, por la poca trayectoria de la firma y la falta de reconocimiento en el estado de Florida, se cree que no tenía el músculo financiero para entrenar a decenas de mercenarios que irrumpieran en la residencia de Moïse y lo asesinaran.
Ante este tipo de informaciones el ministro del gobierno haitiano, Mathias Pierre, les pidió a Estados Unidos y la Organización de Naciones Unidas (ONU) el envío de tropas para proteger sus puertos, aeropuerto y otros sitios estratégicos, tras el asesinato del presidente.
“Pensamos que los mercenarios [a los que se acusa del crimen] podrían destruir alguna infraestructura para crear caos en el país. Durante una conversación con el secretario de Estado de Estados Unidos y la ONU hicimos esta solicitud”, le dijo el funcionario a The New York Times.
En su discurso agregó que “el grupo que financió a los mercenarios quiere crear el caos en el país, atacar las reservas de gas y el aeropuerto podría ser parte del plan”.
