Mundo
Detectan una “estrella azul” un millón de veces más luminosa que el Sol vigilado por la vía láctea
Tiene una masa casi 50 veces superior a la del Sol, un radio casi 40 veces mayor y un brillo que se acerca al millón de veces.
Un equipo internacional de astrónomos descubrió una de las estrellas más masivas y brillantes de la galaxia, la Vía Láctea.
El objeto descubierto denominado 2MASS J20395358+4222505, es una estrella supergigante azul que tiene una masa casi 50 veces superior a la del Sol, un radio casi 40 veces mayor y un brillo que se acerca al millón de veces el del sol. Sin embargo, lo más desconcertante para los investigadores es una variación en su velocidad de 60 Km/s, sorprendentemente elevada para sus dimensiones.
Para explicarlo, los astrónomos tienen dos hipótesis: que haya una estrella comparable o que exista un objeto compacto, (una estrella de neutrones o un agujero negro) y que alguno de esos forme un sistema binario con ella.
🔎 La #ULL forma parte en el hallazgo en la Vía Láctea de una estrella supergigante azul que se mueve a gran velocidad
— Universidad de La Laguna (@ULL) February 22, 2022
➡️https://t.co/qRpsXRMpjf pic.twitter.com/5e86hE5mw9
La estrella se ubica detrás de una densa nube de gas y polvo interestelar y fue observada gracias al Gran Telescopio de Canarias, situado en la isla de La Palma, famosa en los últimos meses por la gran erupción de su volcán.
El equipo de astrónomos dirigido por el Instituto de Astrofísica de Canarias y la Universidad de La Laguna en España fue el primero en detectar la estrella.
El objeto, que ya formaba parte de diferentes catálogos astronómicos, ha podido ser observado con gran precisión y detalle gracias al instrumento MEGARA, instalado en este Gran Telescopio Canarias (GTC o Grantecan), su hallazgo y este estudio fue publicado en la revista Monthly Notices of the Royal Astronomical Society.
Cabe resaltar que la mencionada estrella azul se encuentra en una rara fase de evolución, acercándose al final de su vida y a punto de sufrir grandes cambios que probablemente la transformarán en una hipergigante azul que son muy escasas en la galaxia.
Adicionalmente, su velocidad parece variar de forma asombrosa. La variación de su velocidad de hasta 216.000 kilómetros por hora observada en dos días consecutivos es extraordinariamente rara para una estrella tan grande.
La estrella 2MASS J20395358+4222505 está situada cerca del corazón de la región de formación estelar masiva más cercana, Cygnus-X, a unos 5.700 años luz de la Tierra. No obstante, sigue siendo una estrella desconocida. La razón de su casi anonimato es que ésta se encuentra detrás de densas nubes de gas y polvo que reduce su luz visible casi 10.000 veces antes de alcanzarnos. Por esta razón, sería intrínsecamente una estrella de magnitud 4, visible a simple vista, según el portal Ciencia Plus.
Artemio Herrero, uno de los directores del estudio, publicado en la revista Monthly Notices of the Royal Astronomical Society, ha explicado que “por el momento, ya hemos descubierto que se trata de un coloso azul escondido tras una muralla de gas y polvo interestelar, astronómicamente, en el jardín de nuestra casa”.
Por su parte, Sara Rodríguez Berlanas, investigadora de la Universidad de Alicante y coautora del estudio, afirma que es “uno de los objetos más peculiares de la galaxia, sin embargo, son necesarias más observaciones para desentrañar la verdadera naturaleza de la misma”, añade Rodríguez.
¿Asteroide cerca a la Tierra?
Un grupo de investigadores halló un asteroide troyano al cual nombraron 2020 XL 5, que estaría en la misma órbita de la Tierra, más específicamente en el punto L4 entre el planeta y el Sol, gracias al sondeo Pan-STARRS1, realizado el 12 de diciembre del año 2020; se trata de un objeto de un kilómetro de diámetro que permanecerá en esta misma posición entre 4.000 y 4.500 años más, tal como lo dieron a conocer los expertos en sus cálculos.
Los hallazgos sobre el asteroide 2020 XL5 fueron compartidos a través de una publicación realizada en la revista Nature Communications, donde además se menciona que algún día podría ser posible que los humanos visiten la roca y creen bases humanas allí.