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Detrás de uno de los mayores escándalos empresariales de la historia; así se hizo el documental El escape de Carlos Ghosn
El brasileño, que fue expresidente de Nissan, tuvo que huir tras conocerse los movimientos fraudulentos que llevó en la compañía.
Era 2018 y Nissan se convertía en la gran potencia de la industria automotriz tras lograr casi dos décadas de gran alivio financiero por el poderoso mandato del brasileño Carlos Ghosn. No obstante, lo que había hecho desde el 2001 se derrumbó al descubrirse las verdades de lo que había habido detrás de su gestión.
Hasta donde se conoce, durante la administración del nacido en el selvático estado de Rondonia se cometieron presuntos delitos de fraude y evasión fiscal. Cabe mencionar que también se le aquejan hechos similares durante su paso por la cúpula administrativa de Renault. Logró una alianza entre ambas compañías.
Fue arrestado en Japón y hasta el día de hoy se le investiga por multimillonarios movimientos de dineros irregulares que hubo en las grandes empresas del mundo de los automotores.
En el país asiático sentía que estaba siendo enjuiciado de manera indebida, por lo que buscó la manera para huir, acción que logró con gran éxito tras su fuga calculada al Líbano, donde reside.
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No en tanto, es firme defensor de sus actividades ejecutivas y cree firmemente que se le estaba procesando de manera totalmente inapropiada, por lo que ha pedido más de una vez que se le impongan las medidas correctivas necesarias a la justicia nipona por lo que vivió.
Dado el alcance global que tuvo tal embrollo, el entretenimiento audiovisual se ha visto atraído varias veces por la idea de contar su historia. Ya hubo un documental en Netflix titulado El último vuelo y ahora se lanzó otro en Apple TV+ llamado Wanted: El escape de Carlos Ghosn.
El director James Jones dialogó con SEMANA acerca de la importante tarea que se le dio de volver a narrar tan escandaloso episodio. Para la labor, lo más importante fue documentarse sobre el caso, así como encontrar fuentes precisas.
“Diría que obviamente es una historia extraordinaria, pero esta es la primera vez que todos los actores clave se sientan frente a la cámara y cuentan su historia de una manera abierta y sin censura, así que ya lo sabes, eso lo hizo especial”, mencionó el cineasta.
“Los japoneses que acusaron a Ghosn, su esposa, tienes a los tipos que lo ayudaron a escapar, todos narrando la historia paso a paso y eso es todo lo que sueñas como documentalista. Eso lo convierte en lo más convincente. El género del documental ha cambiado, sí, eso es lo que creo que con el crecimiento de los streamers y están ahora al mismo nivel que las películas de ficción. Creo que los valores de producción han subido y la gente no quiere que los documentales se sientan como si estuvieras haciendo la tarea de la escuela, quieren que se sienta como si estuvieras viendo una película, lo sabes, eso es realmente emocionante como director, sabes, comenzamos hace 10 años en esto y yo estaba haciendo películas, no era así. Sin embargo, ahora también hay una presión porque tienes que cumplir. Son cosas que se sienten y eso se logra con un buen presupuesto, pero no el mismo presupuesto que tendrías si estuvieras haciendo una película de ficción, lamentablemente”, agregó sobre la realización.
Asimismo, el desarrollador reveló sus prioridades narrativas a la hora de abrir los micrófonos para los protagonistas del caso.
“Sabes que hay algunas partes de esta historia que tratan solo sobre las emociones humanas que son más sencillas, pero entrar en el meollo de la cuestión y la investigación siempre es un desafío para darle vida a todo, con lo difícil que es convencer a Carlos y a su familia a participar en esto o quiero decir que él no estaba dispuesto desde el principio, fue difícil, fue un reto, así que lo conocí por primera vez aproximadamente a los seis meses de iniciado el proyecto y fui a Beirut. Lo conocí en un hotel. Nosotros hablamos. Nos llevamos bastante bien y creo que él respetó que hiciéramos nuestra tarea. Sabíamos que estábamos hablando, pero él controla su imagen con mucho cuidado, así que no iba a aceptarlo. Es la historia de su vida, como si quisiera sentir algo de propiedad y no pudiéramos ofrecerle ningún control editorial, por lo que siempre sería un acto de fe para él, pero creo que al final lo entendió”, concluyó.