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Dictan libertad para argentino que mató al violador que abusó de su hija de cinco años, ¿cómo recibió el veredicto?
La Fiscalía había solicitado que se le condenara por homicidio simple a una pena entre los ocho y 25 años de prisión.
Matías Vila es un hombre de 33 años que conoció su sentencia, luego de tres años de terminar con la vida de quien abusó de su hija. Tras varios meses de espera, se dictaminó que el argentino recibió una pena privativa de libertad por tres años, pero excarcelable, con lo que más allá de los nueve meses que estuvo en prisión tras los hechos, no regresará a este lugar de reclusión.
Vila se dedica ahora a la construcción y, pese a que lo sucedido en 2019 permanece latente en su memoria, no sucede lo mismo con el instante que lo llevó a matar al sujeto que agredió a su niña de cinco años. Él asegura que en su mente nunca pasó segar la vida de nadie, pero que el abuso contra su hija lo “nubló”.
“Cuando en el juicio conté la historia, lo que le había pasado a mi hija, lo que hice después, varios integrantes del jurado popular se largaron a llorar. Maté al tipo que abusó de mi hija, pero lo hice sin entender qué hacía, se me nubló todo esa noche... Creo que ellos me entendieron y por eso ahora estoy libre. Yo no fui criado para matar a otra persona, pero había abusado de mi hija”, dijo Vila, según recogió el Clarín.
El caso que conmocionó al país suramericano no ha quedado en el olvido y muestra de ello es que, con la sentencia, ha vuelto a tomar presencia en los principales medios locales. La Fiscalía había solicitado que se le impusieran entre ocho y 25 años de prisión, pero un jurado (conformado por 12 miembros) consideró que él había procedido motivado por una “emoción violenta”.
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¿Cómo sucedieron los hechos?
Todo comenzó cuando rentaron un apartamento detrás de la zona donde vivía el presunto agresor. Allí permaneció Matías con su familia durante dos años, mientras se terminaba de construir la propiedad donde finalmente se pasarían a vivir. “Decidimos alquilar porque la casa que estaba haciendo no estaba terminada”, comentó al Clarín.
“Mi esposa me cuenta que la chiquita le había dicho que el hombre al que le habíamos alquilado dos años en varias ocasiones la había tocado, le metía la mano en la ropa interior y esas cosas”, agregó a ese diario que detalla 30 cuadras como la distancia que lo separaba del hombre acusado.
Luego de conocer que la pequeña había sido víctima de abuso, este no lo pensó dos veces (un 20 de octubre, pero de 2019) antes de tomar su moto y dirigirse a la vivienda del señalado, en el barrio Avellaneda, en la ciudad de Bahía Blanca. En ese momento recuerda cómo le invadió una sensación de odio que lo impulsó a tomar un cuchillo e ir a buscar al sujeto.
“Desde que llegué y hasta que volví a mi casa, temblando, no recuerdo nada. No sé ni cómo lo maté. Luego me enteré: le había pegado seis puñaladas. Llegué, abracé a mi mujer, Cristel, y le dije que había herido al abusador de nuestra hija. Luego llegó todo este calvario”, evoca este padre argentino.
Una sensación de arrepentimiento
Luego de lo sucedido y ahora, a poco más de tres años, Matías asegura sentirse arrepentido por no haberse dirigido primero a las autoridades, en lugar de tomar justicia por cuenta propia. Los detalles de lo que pasó aquella noche no están presentes en su totalidad, pero cuenta que la afectación en su hija la ha hecho tener dificultad para socializar.
Según el Clarín, lo invade el arrepentimiento porque “nadie me va a sacar de encima esto que hice, lo llevaré conmigo para siempre. Sé que la víctima era y es mi hija. Pero no debí llegar a matar a esa persona”.
Para él, las cosas fueron un “calvario” tras el asesinato. Durante buena parte de la pandemia estuvo sin trabajo, hasta que alguien que conocía le dio una oportunidad y lo incursionó nuevamente en el trabajo de construcción.