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Dictan en Rusia una sentencia por "propaganda de la homosexualidad"
Es la primera sentencia que se dicta con base en una reciente ley de San Petersburgo que prohíbe la propaganda de la homosexualidad, una norma que el Tribunal Europeo de DD.HH. ha rechazado tajantemente.
Un juez de paz de San Petersburgo, la segunda ciudad de Rusia, dictó este viernes una sentencia inculpatoria por "propaganda de la homosexualidad" y condenó al acusado a pagar una multa de 5.000 rublos, unos 300.000 pesos.
Se trata del activista en favor de los derechos de las minorías sexuales Nikolái Alexéyev, cuya sentencia es la primera de una ley local que prohíbe la propaganda de la homosexualidad y la pedofilia, aprobada en febrero pasado por la asamblea legislativa de la ciudad.
Según el magistrado, Alexéyev incurrió en la falta administrativa al participar en un piquete frente a la sede de la alcaldía.
"No sé qué es la propaganda de la homosexualidad. No soy culpable", dijo al juez el activista, informó desde el juzgado la agencia Interfax.
Alexéyev recalcó que se trataba de un piquete en defensa de los derechos de los homosexuales.
Recientemente, la Iglesia Ortodoxa Rusa pidió extender a toda Rusia esa ley, que prohíbe la propagación de información entre menores de edad sobre la homosexualidad, la bisexualidad, el lesbianismo, la transexualidad y también la pederastia.
La ley de San Petersburgo castiga la falta con una multa de 5.000 rublos (unos 300.000 pesos) a las personas físicas; de 50.000 rublos (unos 3'000.000 de pesos) a los funcionarios, y de entre 500.000 y 1'000.000 de rublos (30'000.000 y 60'000.000 de pesos) a las personas jurídicas.
Según una encuesta del Centro Levada, un 74 por ciento de los rusos creen que los homosexuales y lesbianas tienen una problema mental y son amorales, mientras menos de la mitad creen que deben gozar de los mismos derechos que los heterosexuales.
Las organizaciones homosexuales han criticado la ley de San Petersburgo, que ha sido replicada en la regiones de Ástrajan, Kostromá y Riazán, al considerar que supone una violación de la libertad de expresión y que servirá de pretexto para seguir prohibiendo las marchas de orgullo gay.
El último intento de celebrar una marcha de orgullo gay en mayo de 2011 en la capital rusa desembocó en choques violentos entre activistas homosexuales y ultranacionalistas, y en la detención de varias decenas de personas.
El Tribunal Europeo de Derechos Humanos dictó una sentencia que considera que la prohibición de marchas de orgullo gay en Moscú en 2006, 2007 y 2008 "se contradice con la Convención europea de defensa de los derechos humanos y las libertades fundamentales".