MUNDO
El ultranacionalista discurso de Trump
"Vamos a producir y comprar estadounidense", fue lo que prometió el magnate. El énfasis lo puso en su idea de una nación de americanos para americanos.
Luego de prestar juramento como el 45to presidente de los Estados Unidos, Donald Trump se paró detrás del atril de cara a miles de personalidades e invitados, en una ceremonia caracterizada por la solemnidad. Vistiendo una corbata de color rojo intenso, el magnate comenzó su discurso enviando un mensaje de unión para los americanos. Le gradeció al presidente Barack Obama y le dijo a su familia: "han sido magníficos".
En la primera parte del discurso, Trump le habló a los ciudadanos que lo eligieron: "Este momento pertenece a ustedes. Este es su día, esta es su celebración", agregó. "No importa que un partido controle el Gobierno. Importa es que el pueblo controle el Gobierno. Este día será recordado como el día en que el pueblo tomó control de la Nación".
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El nuevo presidente de Estados aseguró que ha habido una tradición de defender fronteras de otros países, "al tiempo que nos negamos a denfender las nuestras". Y fue en esa parte en la que el recién posesionado le dio a sus palabras un cariz nacionalista. Insistió varias veces en la idea de proteger, ante todo y por encima de todo, los intereses norteamericanos, tanto afuera como dentro de las fronteras.
También dijo que su Gobierno será de acción. "Vamos a erradicar el terrorismo radical islámico de la faz de la tierra como un pilar de la política. Vamos a probar nuestra lealtad. Cuando uno abre su corazón al patriotismo no hay espacio para el prejuicio. La Bíblia nos dice lo bueno que es cuando el pueblo de Dios vive conjuntamente en dignidad. Cuando Estados Unidos se une no tiene freno, nadie la para".
Y agregó: "No vamos a fracasar, nuestro país va a florecer y prosperar otra vez. Estamos en el inicio del nuevo milenio (...) un nuevo orgullo nacional nos va a impulsar".
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Fue mucho más lo que Trump dejó de decir que lo que pronunció. No se trató de un discurso de estadista. Fue más una intervención de corte populista y antipolítica, algo que ya se había vaticinado en campaña. Sin embargo, Trump dejó ver que su país practicará el proteccionismo económico, algo que, de inmediato, generó una reacción mundial.
Tal fue el caso del presidente francés François Hollande: "Para Francia no es posible tener intercambios comerciales si no hay un reconocimiento del origen de los productos, ya sean agrícolas, industriales o culturales", advirtió el jefe de Estado. A su juicio, "estamos en una economía mundial abierta, y no es posible y deseable querer aislarse de la economía mundial", advirtió. "Que haya reglas que eviten que haya competencia desleal, es por completo legítimo", pero "no debemos imaginar a Francia apartada del resto del mundo", continuó.
El nervio del discurso de Trump salió a flote principalmete en tres frases. La primera de ellas muy centrada en la idea de un poder popular. "Hoy vivimos un cambio, estamos pasando el poder al pueblo. Hasta hoy Washington florecía pero el pueblo no compartía esa riqueza. El establishment se protegía a sí mismo y no a los ciudadanos. Todo esto cambió justo ahora, este momento es nuestro momento, les pertenece a ustedes".
La segunda tiene que ver con la supremacía que según Trump su país deberá volver a alcanzar: "Estados Unidos volverá a ganar, a ganar como nunca antes. Recuperaremos nuestros puestos de trabajo, recuperaremos nuestras fronteras, recuperaremos nuestra riqueza y recuperaremos nuestros sueños".
Y la última tiene que ver con la riqueza que Estados Unidos ha ido perdiendo por enfocar sus intereses más afuera de sus fronteras que de ellas: "Durante años hemos gastado billones y billones de dólares en el extranjero y su defensa olvidándonos de nosotros, hemos hecho ricos a otros países mientras la riqueza de nuestro país desaparecía en el horizonte. Millones de estadounidenses se han quedado atrás".
Basta con remitirse literalmente a las palabras de Trump para vaticinar que en cuestiones de empleo Estados Unidos dará prioridad a los trabajadores norteamericanos. En su discruso no tuvo en cuenta a los migrantes. "Vamos a construir nuevas carreteras, puentes, aeropuertos, túneles y ferrocarrilles a lo largo de nuestra nación y haremos que nuestros ciudadanos vuelvan a trabajar para reconstruir nuestro país con manos estadounidenses".
Trump cerró su discurso con una frase que usó varias veces en su campaña: "Juntos le devolveremos la grandeza a Estados Unidos".