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Donald Trump no tiene miedo y vuelve a sus eventos públicos: este miércoles volverá a mitin al aire libre, tras atentado
Una pantalla de vidrio blindada rodeará el estrado desde el que el expresidente republicano hablará, informan medios estadounidenses que citan a personal de seguridad y a su equipo de campaña.
Donald Trump participará este miércoles 21 de agosto en un mitin en Carolina del Norte (este), su primer acto de campaña al aire libre desde que sufrió un atentado a mediados de julio. Las medidas de seguridad se han reforzado para este acto, previsto para la tarde en el museo de la aviación de Asheboro.
Una pantalla de vidrio blindada rodeará el estrado desde el que el expresidente republicano hablará, informan medios estadounidenses que citan a personal de seguridad y a su equipo de campaña. El Servicio Secreto, encargado de proteger a las personalidades políticas, recomendó a Trump que dejara de participar en actos públicos al aire libre después de que el pasado 13 de julio un joven le disparara varias veces desde una azotea durante un mitin.
Desde entonces, Trump, de 78 años, ha celebrado una decena de actos de campaña en recintos cerrados, pero ha declarado que “no renunciará a los mítines al aire libre”. A finales de julio, el candidato republicano a las elecciones de noviembre afirmó en las redes sociales que el Servicio Secreto había “aceptado reforzar considerablemente sus recursos” en previsión de los mítines al aire libre. “Son capaces de hacerlo”, añadió.
El intento de asesinato provocó la dimisión de la directora del Servicio Secreto, Kimberly Cheatle. El millonario hace campaña en varios estados clave esta semana, coincidiendo con la Convención Demócrata de Chicago (norte) con el objetivo de frenar el impulso de su rival, Kamala Harris.
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La vicepresidenta recibió el martes el apoyo formal de los delegados demócratas, convirtiéndose en la primera mujer negra candidata a ser presidenta del país. Desde que el presidente Joe Biden tiró la toalla, Harris infundió esperanza al partido y movilizó a muchedumbres en sus mítines, además de disparar la recaudación de fondos.
Pero lo que más preocupa a Trump es el giro en las encuestas, en las que la demócrata tiene una ligera ventaja en algunos estados claves. Aun así, quedan más de dos meses de campaña y la suerte no está echada para ninguno de los candidatos, que deberán luchar para ganarse el voto de los jóvenes, los independientes o indecisos y las minorías, sobre todo los latinos y los afroestadounidenses.
Kamala Harris ataca a Trump
Conjurar la crisis de vivienda y sostener el poder adquisitivo mediante medidas fiscales y nuevas normas: la vicepresidenta de Estados Unidos y candidata presidencial demócrata, Kamala Harris, presentó su programa económico, calificado de inmediato de comunista por su rival republicano Donald Trump.
“Donald Trump pelea por los millonarios y las grandes empresas. Nosotros, yo, lucharé para devolverles dinero a los estadounidenses trabajadores y de clase media”, sostuvo Harris, de 59 años, en Carolina del Norte.
El republicano “quiere imponer lo que, de hecho, es un impuesto nacional sobre las ventas de productos de uso diario y de primera necesidad que importamos de otros países. Eso devastaría a los estadounidenses”, lanzó.
“Eso significaría precios más altos en prácticamente cada uno de sus productos de uso diario”, sostuvo. Es “el impuesto Trump sobre la gasolina, el impuesto Trump a la comida, el impuesto Trump a la ropa”, añadió.
El plan económico de “Donald Trump costaría a una familia tipo 3.900 dólares” por año, sostuvo. Harris propone construir tres millones de nuevas viviendas para enfrentar la “escasez” de techos. Se complementa con una ayuda para los compradores primerizos, de hasta 25.000 dólares, e incluso leyes para desalentar la especulación inmobiliaria.
Harris promete ayudar a las familias con créditos fiscales para aquellas que tienen recién nacidos, con montos que pueden alcanzar los 6.000 dólares. La candidata demócrata plantea además controlar a las empresas que “inflan” los precios más allá de lo necesario, en particular en el rubro alimentario.
En temas de salud, quiere extender a toda la población un dispositivo que pone un tope de 35 dólares mensuales al costo de la insulina para los ancianos y buscar solución al problema de las deudas contraídas para pagar tratamientos médicos.
Harris sabe que el costo de vida, que sigue alto luego de años de inflación, afecta políticamente al gobierno que integra con Joe Biden, a pesar de un crecimiento robusto y un mercado laboral sólido.
“Comunismo”
“¡La camarada Harris a fondo en el comunismo!”, reaccionó Trump, que critica en particular la idea de controlar precios. El término tiene una connotación peyorativa fuerte en Estados Unidos.
“Hubo en la Historia múltiples tentativas de limitar los precios y fracasaron porque llevaron a filas delante de las tiendas, escasez y una explosión de la desigualdad”, criticó el millonario republicano de 78 años. El equipo de campaña de Harris acusa al republicano de preparar regalos impositivos a “sus amigos ultrarricos”, mencionó.
Además, critican la política de subida de aranceles promovida por el expresidente porque, sostienen, impulsaría la inflación. Según un sondeo publicado el viernes por la universidad de Michigan, el 41% de los consumidores consideran que la vicepresidenta es una mejor candidata para la economía, y 38% creen que Trump es el indicado en este terreno. Anteriormente, Trump dominaba ampliamente en esta materia sobre Joe Biden en las encuestas de opinión.
La demócrata desató la furia de su rival al proponer eliminar impuestos sobre las propinas en el sector de hotelería y restauración, y el republicano la acusó de “plagiar” una de sus ideas. La vicepresidenta prometió que aumentará el salario mínimo en caso de ganar el 5 de noviembre.
*Con información de AFP.