ELECCIONES EE. UU.

Trump se hunde en las encuestas

Los más recientes sondeos muestran que la demócrata le está sacando entre 9 y 14 puntos de ventaja. ¿Podrá recuperarse?

5 de agosto de 2016
El martes, durante uno de sus mítines, el candidato protagonizó una nueva polémica al echar a un bebé que lloraba y a su madre. | Foto: AFP

No cabe duda de que las convenciones de los grandes partidos norteamericanos han inclinado la balanza a favor de Hillary Clinton. Si antes de las reuniones partidistas la demócrata le sacaba entre 3 y 4 puntos al magnate, hoy esa distancia se has multiplicado por tres.

Por un lado, pese a las protestas de los seguidores de Bernie Sanders, los demócratas lograron proyectar una imagen de unidad durante su reunión en Pensilvania. Las intervenciones de Michelle y de Barack Obama fueron brillantes, y el discurso de la candidata demócrata tuvo momentos destacados.

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Sin embargo, en la subida de la candidata demócrata en los sondeos también tiene que ver el rosario de metidas de pata que Trump ha encadenado en los últimos días. Desde el lunes, el magnate se ha enfrascado en una serie de situaciones que nadie entiende y que han sido particularmente nocivas para su candidatura.

Ese día, comenzó la pelea del millonario neoyorquino con Khizr y Ghazala Khan, los padres de un soldado musulmán que murió hace 12 años en Irak tras la explosión de un carro-bomba.

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Aunque ellos estuvieron en el podio de la convención demócrata y Khizir le exigió al magnate que respetara el espíritu liberal de la Constitución, el magnate lo confrontó por supuestamente haberle impedido hablar a su mujer.

Pero la respuesta de ella conmovió hasta a los propios republicanos. Según una columna que ella misma envió a The Washington Post, aunque su marido le había propuesto hablar, ella prefirió guardar silencio, pues el recuerdo de su hijo muerto era demasiado fuerte. “Ni siquiera puede entrar a su habitación para recoger sus cosas”, dijo.

Cuando líderes de su partido como el senador y excandidato John McCain o el presidente de la cámara de representantes, Paul Ryan, le reprocharon sus palabras, Trump les negó su apoyo en sus carreras por la reelección.

“Todavía no estoy convencido (de apoyarlos)”, dijo el multimillonario neoyorquino en una entrevista con The Washington Post, parafraseando la expresión que el propio Ryan había usado cuando le preguntaron hace unos meses si iba a apoyar su candidatura presidencial por el Partido Republicano.

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El martes, durante uno de sus mítines, el candidato protagonizó una nueva polémica al echar a un bebé que lloraba y a su madre. Aunque en un primer momento Trump dio a entender que el llanto no le molestaba, tras algunos minutos cambió de opinión.

“Solo estaba bromeando, puedes llevarte a este bebé de aquí”, dijo entre algunas risas y algunos aplausos. “Me parece que en realidad ella se ha creído que a mi me gusta que haya un bebé llorando mientras hablo. Eso está bien. La gente no entiende”, agregó.

Y el jueves, el portal de noticias Politico publicó un extenso artículo argumentando que la sesión de fotografías eróticas de Melania (la esposa de Trump) que el tabloide New York Post publicó algunos días antes se había realizado sin permiso de trabajo.

Un duro golpe para la campaña de su marido, pues la lucha contra el empleo y la inmigración ilegal es uno de los ejes más importantes de su carrera hacia la Casa Blanca.

Herido pero no vencido

Según la última encuesta del portal conservador Fox News, en menos de siete días Hillary le sacó 10 puntos de ventaja al republicano a escala nacional. Otras encuestas, como la de McClatchy/Marist, hablan incluso de una ventaja de 15 puntos.

Y esa tendencia también se registra en los sondeos en los ‘swing states’ (estados pendulares) que son aquellos en los que los comicios se deciden por un puñado de votos, y pueden inclinar la balanza hacia un lado u otro, como sucedió en el 2000, cuando Al Gore perdió ante George Bush debido a unos pocos centenares de votos en Florida.

¿Quiere decir lo anterior que se han esfumado las posibilidades de Trump de llegar a la Casa blanca? Según los especialistas consultados por este portal, la respuesta es no.

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“Trump es un candidato polémico, que causa divisiones. Sin embargo, por cada votante que lo detesta, hay otro que se siente inspirado por él. Sus seguidores son sobre todo hombres blancos, mayores de cuarenta años, que se sienten olvidados por el sistema”, le dijo a Semana.com Clodagh Harrington, directora del centro de estudios American Politics Group.

“Ese grupo suele ser muy disciplinado a la hora de votar, y que seguramente acudirá en masa a las urnas el 8 de noviembre. Esa es una gran fortaleza de Trump, y no hay que subvalorarla”, agregó Harrington.

De la misma manera piensa David Farber Roy, profesor del Departamento de Historia de la universidad de Kansas, quien le dijo a este portal que el magnate tiene buenas posibilidades de ser el próximo presidente de Estados Unidos si se cumplen tres condiciones: “Uno, si la participación en las elecciones de las comunidades negra e hispánica es baja”.

“Dos, si logra asustar a un número suficientes votantes de que la situación es catastrófica y solo un tipo autoritario como él puede poner orden. Y tres, si puede exacerbar las ansiedades sexistas de los votantes hombres y predisponerlos contra la idea de que una mujer dirija su país”.

Justin Bluncher, profesor de Ciencias Políticas de la Case Western Reserve University, advierte por su parte sobre eventos que no pertenecen a la política, pero que pueden cambiar el curso de la contienda.

“Aunque Clinton le ha sacado una ventaja considerable, una recesión económica o un ataque terrorista le podrían dar la victoria al magnate”, dijo en diálogo con Semana.com.