MUNDO
Dónde queda Myanmar y claves para entender el golpe de Estado
Uno de los países más jóvenes de Asia hoy se roba el protagonismo del mundo por cuenta de un golpe de Estado que vivió su gobierno. Lo que muchos no tienen claro es que Myanmar y Birmania son lo mismo.
En el sudeste asiático está ubicado Myanmar, un país que anteriormente era conocido como Birmania. De hecho, Estados Unidos todavía llama oficialmente al país como Birmania. Está ubicado en una región estratégica, que comunica con varios países de relevancia para el continente como: Tailandia, China, Laos, Bangladesh e India.
Myanmar ha tenido principal relevancia este lunes primero de febrero debido al golpe de Estado. Miembros del Ejército Nacional detuvieron a varios líderes políticos en protesta a lo que ellos consideran un fraude electoral.
Los militares acusan a la comisión electoral de no haber subsanado las “enormes irregularidades” que se produjeron, según ellos, durante las legislativas de noviembre, que ganó por amplia mayoría el partido de Aung San Suu Kyi, la Liga Nacional para la Democracia (LND), en el poder desde las elecciones de 2015.
Naypyidaw es su capital y es donde se reporta el mayor caos, sus pobladores anunciaron desde muy temprano la falta de conectividad. Las líneas telefónicas no funcionaban como tampoco la televisión estatal, pues sus emociones fueron suspendidas.
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El presidente de Myanmar Win Myint dijo: “quiero decir a nuestra gente que no responda de forma precipitada y quiero que actúen conforme a la ley”. Su pronunciamiento lo recopiló Reuters, la última vez que lo pudieron contactar.
Este es el resultado de varios años de diferencias que agudizaron la crisis social. Pues según la Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur) se estima que había más de 866.000 desplazados tanto externos como internos en Myanmar durante 2018, frente a 849.000 en 2017.
Myanmar se ha caracterizado por las diferencias culturales. Se cuenta que un 87,9% de su población tiene creencias budistas. marcando una gran diferencia con otras religiones. Se estima que hay un 6,2 %, seguido de un 4,3% de musulmanes.
Según Human Rights Watch, las leyes discriminan a los rohingya, que son una minoría musulmana. Myanmar no los reconoce como ciudadanos ni como uno de los 135 grupos étnicos reconocidos que habitan el país del sudeste asiático. La Organización de las Naciones Unidas coincidió en abril de 2014, a través de su entonces relator Tomás Ojea Quintana, en estas alertas de discriminación, indicando que dicha persecución podría constituir crímenes de lesa humanidad,
Sin contar que un año atrás, en 2013, se vivió uno de los momentos más difíciles que atravesaron sus pobladores, los enfrentamientos entre musulmanes y budistas que dejaron muchas muertes, teniendo que declarar así el estado de emergencia.
Las muertes por dichas diferencias han sido contantes. Sin embargo, a mediados de 2019 cerca de 3.500 refugiados fueron autorizados para regresar a Myanmar, se estima que más de 18 mil quedaron en la lista de espera.
Hace un año, en enero de 2020, el estado de Myanmar recibió la orden de la Corte Internacional de Justicia de prevenir actos de genocidio contra los rohingya y dejar de destruir pruebas que podrían influir en uno de los conflictos más impactantes en la historia mundial. Los desplazamientos no se han dado solamente por las diferencias socioeconómicas, este país ha atravesado dificultades como la vivida en 2015 cuando las fuertes lluvias monzónicas dejaron a 88 personas sin vida y más de 200 mil desplazados.
Otro de los desastres que más se recuerdan en Myanmar fue el ocurrido el 2 de julio de 2020, en el que 116 personas murieron en una mina de jade ubicada en el área de Hpakant del estado de Kachin. La tragedia fue provocada por fuertes lluvias.
Este es el tercer golpe de estado que se registra en el país desde su independencia en 1948. Y se veía venir desde hace al menos 15 días, desde que se escuchaba con mayor fuerza que el Ejército manifestaba que hubo irregularidades en las elecciones generales de noviembre pasado, las cuales fueron ganadas por un 83% por la Liga Nacional para la Democracia.
Los militares afirman que estas elecciones, las segundas después del fin de la dictadura en 2011, presentaron 10 millones de casos de fraude electoral. Cabe recordar que Aung San Suu Kyi, que pasó 15 años bajo arresto domiciliario en su país, fue galardonada con el Premio Nobel de Paz en 1991.