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Drogas y prostitutas, el documental que muestra las conversaciones entre Diego Maradona y el clan de los Giuliano

En el filme, que fue dirigido por el británico Asif Kapadia, se evidencian supuestas conversaciones entre el astro argentino del fútbol con la camorra napolitana.

21 de diciembre de 2020
El director técnico argentino, Diego Armando Maradona, afirmó que se muere por cualquiera de los 23 futbolistas que llevará al Mundial de Suráfrica, los cuales integran un equipo con hambre de gloria. "Al grupo lo veo bien, sólido, con carácter. Tiene todas las de ganar", sostuvo el Maradona, quien negó que él o los jugadores se sientan presionados. El DT de la albiceleste aseguró que "en el equipo no hay titulares ni suplentes, pues "todos van a tener que jugar un rol donde yo los necesite". Dijo además que irá a su quinto Mundial "con todas las ganas del mundo y unos jugadores increíbles. En ese aspecto, el cuerpo técnico está muy tranquilo", comentó. Respecto al delantero Lionel Messi, afirmó que es el mejor futbolista del mundo, y por suerte es argentino.

En 1984 Diego Armando Maradona llegó como el fichaje estelar del Nápoles, luego de su paso por el Barcelona de España: “Quiero convertirme en el ídolo de los pibes pobres de Nápoles, porque son como era yo cuando vivía en Buenos Aires”. Con esa frase a los 23 años, Diego empezó su aventura en el equipo italiano en el que se consagraría como máximo ídolo.

El club, se dice, estaba muy endeudado por aquella época y además había acabado undécimo en la temporada anterior. Por eso, la llegada del astro argentino se vinculó de inmediato con la “camorra” mafia italiana–, pues el equipo napolitano pagó 10,48 millones de dólares por el pase del jugador, una cifra impensada e imposible.

Diego, con creces, justificó esa inversión, pues llevó al Nápoles en la temporada 1986/87, le dio su primer Scudetto y una Copa Italia. En la temporada 1988/89 alzó la Copa de la UEFA y el segundo Scudetto. Y al año siguiente ganó la Supercopa de Italia.

Para el documental del director británico Asif Kapadia se compilaron más de 500 horas de material de archivo. Según medios internacionales se pueden escuchar las supuestas conversaciones entre el astro del fútbol y el clan de los Giuliano. Una amistad que se hizo más fuerte desde el debut de Maradona con el conjunto del sur de Italia el 19 de agosto de 1984. De hecho, antes de ver a Diego deslumbrar con el balón en el terreno de juego, en la presentación oficial del 10 lo primero que cuestionaron en la rueda de prensa fue por su conocimiento sobre la “influencia de la camorra en el fútbol”. El periodista que indagó al respecto fue expulsado de la conferencia por Corrado Ferlaino, propietario del club. La pregunta que nunca tuvo respuesta se fue aclarando con el paso de los años, pues el clan de los Giuliano, la familia camorrista, dominó durante décadas Forcella un barrio en el centro de Nápoles.

“Tenía 24 años cuando consumí droga por primera vez, en Barcelona. Ha sido el error más grande de mi vida”, dijo el mismo Maradona a un programa de Canale 5, de la cadena italiana Mediaset. La relación con el jefe de la mafia Carmine Giuliano y Diego fue expuesta por el documental del británico Asif Kapadia en 2019, pero luego del fallecimiento del ídolo de Nápoles, se volvió preferencia de la audiencia a nivel mundial: “Quizás fue el mejor futbolista de la historia, pero el costo que tuvo que pagar fue demasiado alto”, dijo Fernando Signorini, preparador físico del “Pelusa” en el documental, quien afirmó que además del narcotráfico, la camorra se encargaba de la prostitución.

“Me metieron en una moto, fuimos a Forcella, cuando llegué ya estaba la mesa para comer. Tenía un fusil al lado mío. Parecían Al Capone. Luego me dijo: ‘Cualquier problema que tengas también es nuestro problema’. Y me dijo que nos protegía en Nápoles. Para mí era todo nuevo, como una película”, dice Maradona en el documental.

En 2019 Luigi Giuliano, sobrino de Carmine Giuliano, habló con Voce Di Napoli sobre el vínculo del futbolista con la mafia, quienes veían la amistad con el jugador como un símbolo de poder: “Creo que Diego no se había preguntado en absoluto si estaba bien o no juntarse con un camorrista, con alguien que era buscado por la justicia. Él era así, una persona que no se negaba a nadie. Y esas eran fiestas con gente que lo adoraba”. La mafia, además, le daba ostentosos regalos al argentino, como artículos de oro, un reloj, por ejemplo: “Yo nunca le pedí nada a la camorra, me dieron la seguridad de saber que no le ocurriría nada a mis dos hijas. El problema es que una vez que confías en la camorra, pasás a ser de su propiedad”. Incluso, en allanamientos realizados a la casa de los Giuliano se encuentran fotos del ‘Diez’ con varios jefes mafiosos. Su vínculo quedó en evidencia en la siguiente grabación:

—Hola, ¿Diego?

—Sí.

—Bueno, dame la dirección.

—Sí, yo… Estoy en el Airone.

—¿El Airone de la calle Manzoni?

—Exacto. Felice va a ir a buscarte. Es un amigo mío.

—¿Él va a venir a buscarme?

—Sí.

—¿Qué hora es?

—Son las 3:30.

—¿3:30? ¿Entonces a las 4 está bien?

—Sí, está bien. ¿Tenés dos chicas?

—Sí, sí… Entonces, ¿estás cerca?

—En el Airone.

—¿En el Airone?

—En la calle Petrarca.

—Bueno, ¡hasta luego!

—Chau.

—Ah, Diego, ¡espera! Mi hijo te quiere decir “hola”.

—Bueno.

—¡Hola, Diego!

—Hola.

—¿Qué pasó en Turín?

—No mucho, desafortunadamente.

—Tuvimos mala suerte.

—Sí.

—Pero lo vamos a lograr de todas formas.

—Sí, son unos hijos de p…

—¿Vas a irte de Napoli o te vas a quedar?

—No lo sé.

—Bueno… Chau, chau.

—Chau.

En el último partido de Diego con el Nápoles, el astro dio positivo por cocaína en un control antidoping pospartido y la Federación Italiana lo suspendió por 15 meses. Fue en la derrota 4 a 1 contra Sampdoria. En septiembre de 1991 fue condenado a 14 meses de prisión por posesión de cocaína. Maradona salió libre luego de pagar una millonaria multa económica. Su paso por la cárcel fue la confirmación de su relación con la mafia italiana.