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¿Duplicar el salario mínimo? La propuesta económica de Joe Biden en EE. UU.

El nuevo presidente de Estados Unidos adelanta también la gestión para aprobar un plan de recuperación económica por US $1.900 millones.

31 de enero de 2021
Presidente Joe Biden firmando una serie de órdenes ejecutivas sobre atención médica, en la oficina Oval de la Casa Blanca en Washington. (AP Foto/Evan Vucci, Archivo)
Presidente Joe Biden firmando una serie de órdenes ejecutivas sobre atención médica, en la oficina Oval de la Casa Blanca en Washington. (AP Foto/Evan Vucci, Archivo) | Foto: AP

A tan solo dos semanas del inicio de su mandato, Joe Biden sigue revolucionando la forma de gobernar en EE. UU. y dando giros a la política que venía desarrollando el expresidente Donald Trump. No solo cambió la forma de atender la pandemia, generadora de la crisis económica, ahora quiere incluir propuestas históricas en el plan de recuperación.

Duplicar el salario mínimo para sacar a millones de estadounidenses de la pobreza. La ambiciosa propuesta de Joe Biden, que ya está en el escritorio de los legisladores, podría resultar en una revolución social para los más pobres de Estados Unidos.

“Incluso antes de la pandemia, el salario mínimo federal de US$7,25 (por hora) era económica y moralmente indefendible”, dijo el legislador demócrata por Virginia, Bobby Scott, al presentar el proyecto de ley en el Congreso. Esto no ha cambiado ni un ápice desde el 24 de julio de 2009.

La iniciativa ha chocado con la oposición de los republicanos bajo la presión de los lobbies de las empresas que rechazan los costes adicionales, pese a que fue apoyada en años anteriores y que tiene el respaldo de los sindicatos.

¿Es buena idea?

“Este no es un ideal radical”, dijo Bernie Sanders, excandidato presidencial progresista que calificó los US$7,25 de dólares como “salarios de hambre”. “En el país más rico del mundo, cuando trabajas 40 horas a la semana, no debes vivir en la pobreza”, insistió el senador por Vermont que impulsa el proyecto y espera convencer a los escépticos.

La pandemia ha afectado principalmente a las pequeñas empresas, especialmente en el sector gastronómico y servicios. Por tanto, estas no ven con buenos ojos esta propuesta incluida en el gigantesco plan de rescate de 1.900 millones de dólares.

El vicepresidente de la Federación Nacional de Restaurantes (NRA), Sean Kennedy, ha dado una nueva bienvenida al proyecto, especialmente porque entiende la obligación de pagar este salario mínimo en su totalidad, independientemente de las propinas impuestas a los clientes. Esta medida “supondrá costos insuperables” para muchos establecimientos que no tendrán más remedio que despedir a más empleados o cerrar definitivamente, dice el ejecutivo.

La nueva secretaria del Tesoro, Janet Yellen, dijo que “aumentar el salario mínimo sacará de la pobreza a decenas de millones de estadounidenses y creará oportunidades para innumerables pequeñas empresas en todo el país”. Todo depende de cómo se implemente, argumentó, apuntando a un aumento gradual (US$15 para 2025) que da “tiempo suficiente para adaptarse”.

¿Es bueno o malo para la economía? Este debate se instaló ásperamente durante siglos entre los economistas y no se ha resuelto, sobre todo porque la realidad económica no es la misma en Nueva York que en Missisipi.

Joe Biden, el nuevo presidente de Estados Unidos, espera aprobar un plan económico de rescate por US$1.900 millones en el Congreso.

¿Es la medida un círculo virtuoso para la economía?

Para el Gobierno de Joe Biden esta propuesta sí es un círculo virtuoso: pagar a aquellos con los salarios más bajos generaría miles de millones de dólares en gastos de consumo adicionales en bienes y servicios proporcionados por pequeñas empresas.

En 2019, unos 1,6 millones de trabajadores tenían salarios iguales o inferiores al mínimo federal, esto es, el 1,9% de todos los trabajadores pagados por hora, según la Oficina de Estadísticas de Estados Unidos.

Esa es una cifra pequeña porque el salario mínimo, introducido en 1938 por el entonces presidente Franklin Roosevelt durante la Gran Depresión, se ha convertido con el tiempo en algo teórico. Si bien los estados del sur y el centro generalmente aplican el salario mínimo, los del este y los ricos como California han fijado una tasa mucho más alta: US$12, US$13 o incluso US$15. Y grandes empresas como la gigante del comercio en línea Amazon y la cadena de cafeterías Starbucks ya están pagando un salario de US$15 para atraer mano de obra.

El salario de Maggie Breshears, empleada del grupo Fred Meyer en Seattle, asciende así a US$17,59 frente a los US$10 de 2013. “Cuando puedes proporcionarle un trabajo a alguien, tienes que pagarle un salario digno para vivir”, opina.

¿Se aprobará por mayoría?

Una retribución de US$15 por hora hacia 2025 aumentaría los salarios de 27,3 millones de personas y sacaría de la pobreza a 1,3 millones de familias, calculó la Oficina de Presupuesto del Congreso. Pero también estima que esto podría provocar la pérdida de 1,3 millones de puestos de trabajo.

Para Gregory Daco, economista jefe de Oxford Economics, más allá del impacto potencial, la propuesta ilustra el cambio social deseado por Joe Biden. Esto, según él, “confirma la voluntad de una administración de centrarse más en las desigualdades sociales y raciales que habían provocado fuertes tensiones el año pasado”, durante la gestión del magnate republicano Donald Trump, subraya.

La propuesta será difícil de aprobar incluso aunque los demócratas ostenten mayoría en ambas cámaras. Sin embargo, Bernie Sanders ya ha mencionado la posibilidad de recurrir a un dispositivo para ratificar la ley por mayoría simple.

Biden presentó a principios de enero un plan de rescate de 1,9 billones de dólares para reactivar la economía estadounidense. Su plan incluye nuevos cheques para las familias, una extensión de los derechos para desempleados, y fondos para ciudades y Estados para que reabran escuelas y aumenten el número de test y vacunas.

Con información de la AFP.