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Así mueve sus fichas Lenín Moreno en Ecuador

El presidente ecuatoriano aprovechó el encarcelamiento de Jorge Glas (ficha del correísmo) para poner en la vicepresidencia a una fuerte aliada. Su objetivo: reforzar el apoyo a la consulta popular.

13 de octubre de 2017
| Foto: EFE

Los tentáculos de Odebrecht golpearon con fuerza a uno de los alfiles más visibles del expresidente Rafael Correa: Jorge Glas. Gracias a las declaraciones del presidente de la compañía brasilera en Ecuador, José Conceição Santos, la justicia de ese país pidió que el vicepresidente de Lenín Moreno permanezca bajo prisión preventiva, mientras avanza la investigación que determinará si Glas recibió un total de 18 millones de dólares en sobornos.

Después de haber estado más de una semana en la cárcel 4 de Quito, el presidente ecuatoriano decidió mover sus fichas. Le pidió a María Alejandra Vicuña, su actual ministra de Vivienda y Desarrollo Urbano, que asumiera el puesto de Glas mientras éste permanece en prisión. Muchos en Ecuador quedaron sorprendidos, pues se rumoraba que Moreno, quien se ha acercado paulatinamente a los líderes empresariales del país, iba a poner en el puesto a alguien proveniente del sector privado. ¿Por qué le dio la espalda a los empresarios y escogió en su lugar a Vicuña?

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Las razones son dos. La primera es que Moreno quiere fortalecer la división que se ha profundizado en la coalición que lo llevó al poder, Alianza País. En menos de un año de gobierno, el partido que él mismo fundó se ha dividido entre correístas y un grupo más de centro, quienes no necesariamente lo apoyan con todas las de la ley. Es evidente que Rafael Correa, aunque ahora esté radicado en Bélgica, ha logrado mantener fieles a muchos parlamentarios, que se han declarado en contra de las medidas económicas y sociales que Moreno quiere llevar a cabo.

A punta de tweets y vídeos Correa ha torpedeado la administración de su antiguo ahijado político, y ha demostrado que todavía puede mover algunos hilos en la asamblea. Vicuña, en su doble papel de ministra y vicepresidenta, sumada a su pasado parlamentario, puede darle el apoyo necesario que le ha faltado a Moreno para mantener el control de Alianza País en la asamblea.

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La segunda razón tiene que ver con la consulta popular que Moreno quiere llevar a cabo lo antes posible. Dicha consulta busca hacerle 8 preguntas a los ecuatorianos, y una de ellas apunta directamente al corazón de uno de los legados del último periodo de Rafael Correa: la reelección indefinida. Se le preguntará a los ciudadanos si están de acuerdo o no con dicha medida, y Vicuña, defensora de la Constitución de Montecristi (redactada en 2008 y que no contemplaba originalmente la reelección indefinida) le dará el impulso que necesita con ansias Moreno.

Es claro que el presidente necesitará este tipo de movidas del ajedrez político si quiere gobernar con algo de libertad, y sin sentir sobre sus hombros el peso abrumador de su predecesor. Aunque Moreno tiene un gran apoyo para llevar a cabo la consulta popular, ese soporte puede que sea efímero, y se vaya después de la votación, tal como le dijo a SEMANA Santiago Basabe, coordinador de la maestría de Política Comparada en la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales en Ecuador (Flacso).

“Un político como Rafael Correa tiene mucha tradición y formación, el cual no es precisamente el perfil de un hombre como Moreno. En este momento, Alianza País se ha acercado un poco más a Moreno, pero no es nada más que un apoyo coyuntural. Están con él sólo por la prohibición de la reelección, y es probable que retiren su apoyo poco después de la consulta”, puntualizó Basabe.

En medio de las investigaciones de Odebrecht, más fichas del correísmo podrían caer en los próximos meses, y Moreno sabe que tiene que aprovechar este especie de “momentum”. De lo contrario, puede que su presidencia no sea más que un gobierno de transición, como dice el profesor Basabe, y que en 2021 aparezca una tercera opción (diferente a Correa y Moreno) que pueda capitalizar los intereses de los dos bandos más fuertes de Alianza País.

Los ciudadanos ecuatorianos tendrán mucho que ver en dicha predicción, sobre todo después de la consulta popular, programada en un inicio para diciembre de este año.