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Edificios residenciales y escuelas están en medio de bombardeos rusos en Ucrania
Más de 1,2 millones de refugiados han huido de Ucrania hacia los países vecinos desde el inicio de la invasión.
Las imágenes de destrucción y de civiles atrapados en medio de los bombardeos rusos en las ciudades ucranianas de Járkov, Chernígov o Mariúpol, han encendido las alarmas de los organismos internacionales, e incluso algunas ONG han advertido que el uso de armas letales en zonas residenciales puede catalogarse como “crímenes de guerra”.
En el estratégico puerto de Mariúpol, la situación humanitaria es “terrible” tras 40 horas de bombardeos ininterrumpidos, incluyendo escuelas y hospitales, le declaró a la BBC el vicealcalde Serguéi Orlov. Más de 1,2 millones de refugiados han huido de Ucrania hacia los países vecinos desde el inicio de la invasión.
Otros millones de ucranianos se han convertido en desplazados internos, de acuerdo con el Alto Comisionado para los Refugiados de Naciones Unidas. Sin embargo, uno de los aspectos que más preocupa es que el Ejército ruso haya usado armas como las bombas de racimo en zonas residenciales, pues este tipo de armamento no distingue entre objetivos militares y civiles.
Por esa razón, la ONG estadounidense Human Rights Watch (HRW) advierte que su uso en barrios residenciales constituye un crimen de guerra. Las fuerzas rusas usaron estas armas “en al menos tres zonas residenciales en Járkov, la segunda ciudad de Ucrania, el 28 de febrero”, detalló esta organización estadounidense de defensa de los derechos humanos.
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HRW afirma haber identificado el lanzamiento de este tipo de submuniciones con un lanzacohetes 9M55K Smerch, de fabricación rusa. “Járkov sufre ataques continuos de las fuerzas rusas, por lo que los civiles se tienen que esconder en sótanos para evitar las explosiones y esquirlas”, explicó el director de armamento de HRW, Steve Goose.
Un bombardeo ruso en la ciudad de Mariúpol, en el sureste de Ucrania, dejó a finales de febrero el lamentable caso de una niña de 6 años de edad que falleció en un hospital por cuenta de las heridas que sufrió durante el ataque. La ONG Save the Children confirmó hace poco que al menos diez niños ucranianos fallecieron y una decena de escuelas quedaron destruidas en los bombardeos.
Datos de la ONU indican que al menos seis centros educativos han sufrido bombardeos en los últimos días, dejando a más niños y niñas sin escuela, lo que tendrá un profundo impacto en su educación. Dos profesores murieron el pasado viernes cuando un misil impactó en una escuela de Gorlovka, en el este de Ucrania.
Por su parte, medios internacionales como El País de España han podido constatar al menos una treintena de ataques a bloques de edificios residenciales, centros educativos y guarderías. Ciudades como Okhtyrka, Járkov, Kiev, Mariúpol, Mykolay, Jersón o Cernihiv han sido las más afectadas por este tipo de ataques.
Más de una semana después de que el presidente ruso, Vladímir Putin, invadiera a su vecino de Europa del Este, el secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, afirmó en rueda de prensa que el saldo de pérdidas de vidas es “impactante”.
Entre tanto, Save the Children insiste en que las escuelas deben ser espacios seguros e inviolables para la infancia y el profesorado, con especial protección en un escenario de conflicto. Los ataques contra escuelas y hospitales están clasificados por las Naciones Unidas como una de las seis violaciones graves cometidas contra la infancia. Las escuelas del este de Ucrania cerraron el pasado 21 de febrero, al intensificarse las hostilidades, dejando a unos 350.000 niños y niñas sin acceso a la educación.
Con información de la AFP.
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