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EE. UU. denuncia ataque “bárbaro” contra civiles ucranianos tras bombardeo en hospital pediátrico
Diecisiete adultos resultaron heridos en este bombardeo, según un funcionario ucraniano.
La Casa Blanca denunció este miércoles 9 de marzo el uso “bárbaro” de la fuerza contra civiles después de que un hospital pediátrico fuera alcanzado por un bombardeo ruso en la ciudad de Mariúpol, en el sur de Ucrania. “Es atroz ver el uso bárbaro de la fuerza militar contra civiles inocentes en un país soberano”, afirmó la portavoz de la Casa Blanca, Jen Psaki, en rueda de prensa.
Diecisiete adultos resultaron heridos en este bombardeo, según un funcionario ucraniano. Más de dos millones de refugiados han huido de Ucrania hacia los países vecinos desde el inicio de la invasión y otros millones se han convertido en desplazados internos, de acuerdo con el Alto Comisionado para los Refugiados de Naciones Unidas.
Al menos 17 adultos resultaron heridos en el bombardeo ruso de un hospital pediátrico en Mariúpol, anunció un responsable regional, Pavlo Kirilenko. “Hay 17 heridos confirmados entre el personal del hospital”, dijo Kirilenko a la televisión ucraniana, y agregó que según los primeros reportes “no había ningún niño” entre los heridos, como tampoco ningún fallecido.
En el estratégico puerto de Mariúpol, la situación humanitaria es “terrible” tras varios días de bombardeos ininterrumpidos, incluyendo escuelas y hospitales, le declaró recientemente a la BBC el vicealcalde Serguéi Orlov. Adicionalmente, uno de los aspectos que más preocupa a los organismos internacionales es que el Ejército ruso esté usando armas como las bombas de racimo, pues este tipo de armamento no distingue entre objetivos militares y civiles.
Por esa razón, la ONG estadounidense Human Rights Watch (HRW) advirtió hace algunos días que su uso en barrios residenciales constituye un crimen de guerra. Las fuerzas rusas usaron estas armas “en al menos tres zonas residenciales en Járkov, la segunda ciudad de Ucrania, el 28 de febrero”, detalló esta organización estadounidense de defensa de los derechos humanos.
Tras dos semanas de ofensiva rusa en Ucrania, el balance humano y material del conflicto militar más grave en Europa desde la Segunda Guerra Mundial aumenta vertiginosamente: alud de muertos, éxodo de refugiados y gran número de equipos destruidos. El elevado número de víctimas tras dos semanas de conflicto atestigua su intensidad.
Aunque la precaución se impone a la hora de analizar los datos disponibles, Rusia, que ha movilizado más de 150.000 soldados, enfrenta sin dudas grandes pérdidas. El único informe oficial ruso disponible, publicado el 2 de marzo, habla de casi 500 soldados muertos y 1.600 heridos en sus filas, una media de unos 80 fallecidos y 260 heridos al día.
Por su parte, Kiev no ha informado de sus bajas. Moscú afirmó a inicios de marzo que habían perdido la vida 2.800 soldados ucranianos. Ahora bien, el conflicto provocó una de las mayores crisis humanitarias del continente. Más de dos millones de personas huyeron para refugiarse en el extranjero, sobre todo en Polonia, según el Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados (Acnur).
El aumento de los bombardeos en Ucrania augura un mayor número de civiles fallecidos. Desde el inicio de la guerra, al menos 474 murieron y 861 resultaron heridos, según el último recuento de la ONU, que subraya que sus cifras son probablemente inferiores a la realidad.
*Con información de la AFP.
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