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EE.UU. “debe responder” ante destitución de magistrados en El Salvador, advierte Kamala Harris
La vicepresidenta de Estados Unidos dijo este martes que su país “debe responder” ante la destitución de magistrados en El Salvador y que la independencia del poder judicial es “crítica” para la salud de una democracia. También hay pronunciamientos de la OEA, la ONU y la Unión Europea.
Estados Unidos se sumó a las voces internacionales que denuncian autoritarismo en El Salvador tras la destitución del fiscal general y varios magistrados. Horas después de que el máximo encargado de la diplomacia de la Unión Europea, Josep Borrell, se declarara preocupado por la seguridad de los los magistrados y el estado de la justicia en ese país, también se pronunció la vicepresidenta de EE.UU., Kamala Harris.
“El Parlamento de El Salvador actuó para socavar al más alto tribunal de la nación, la independencia judicial es crítica para la salud de una democracia y para tener una economía fuerte”, indicó Kamala Harris y afirmó que Estados Unidos “debe responder”.
El nuevo Congreso salvadoreño, dominado por aliados del presidente Nayib Bukele, destituyó el sábado a los cinco magistrados constitucionalistas de la Corte Suprema de Justicia acusándolos de decisiones “arbitrarias” y al fiscal general, Raúl Melara, por considerarlo cercano a la oposición.
El presidente de El Salvador, Nayib Bukele, asomó este lunes la posibilidad de continuar la remoción de funcionarios nombrados por sus antecesores, en medio del reclamo internacional y la aversión de los mercados.
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“El pueblo no nos mandó a negociar. Se van. Todos”, escribió este lunes el mandatario en Twitter sin precisar qué funcionarios siguen en la mira del Congreso, controlado por sus aliados desde el 1 de mayo.
La junta directiva de diputados de la Asamblea Legislativa, luego de una reunión, acordó volver a sesionar el próximo miércoles.
Los aliados de Bukele, que controlan 61 de los 84 escaños de la nueva Asamblea Legislativa unicameral, destituyeron, apenas se invistieron en el cargo el sábado, a los cinco magistrados titulares y cuatro suplentes de la Sala de lo Constitucional de la Corte Suprema, la de mayor peso de ese tribunal, y de inmediato se nombró a sus reemplazantes.
Ademas de EE.UU y la Union Europea, antes ya habían condenado esa decisión la Organización de Estados Americanos (OEA) y la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), mientras organismos humanitarios y miembros de la sociedad civil salvadoreña denunciaban una actitud autoritaria.
La decisión del Congreso salvadoreño de destituir a los magistrados de la Sala de lo Constitucional de la Corte Suprema de Justicia y al fiscal general “socava gravemente la democracia y el Estado de derecho”, dijo este martes la alta comisionada de la ONU para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet.
“La separación de poderes es la piedra angular de cualquier democracia. Debilitar el control que uno ejerce sobre el otro provoca la erosión de los pilares del Estado de derecho y, por ende, del sistema democrático de un país”, agregó Bachelet en un comunicado.
El procedimiento, según Bachelet, “no cumplió con los estándares requeridos sobre el debido proceso, lo que es una infracción de la ley internacional de derechos humanos y un ataque directo a la independencia judicial, clave para el funcionamiento democrático”.
“Lamentablemente, lo que vemos en El Salvador es la profundización de una alarmante tendencia hacia la concentración de poderes”, dijo la alta comisionada.
Y el secretario general de la ONU, Antonio Guterres, llamó “a respetar las disposiciones constitucionales, el Estado de derecho y la división de poderes, con el fin de preservar el progreso democrático logrado por el pueblo salvadoreño desde la firma del acuerdo de paz” de 1992 [fin de la guerra civil], dijo su portavoz, Stéphane Dujarric.