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El 2022, un mal año para industria del vino: producción fue la más baja de las últimas dos décadas
La sequía es una de las razones que golpeó a países de tradición productora como España.
La producción mundial de vino en el presente año será menor al promedio de las últimas dos décadas, donde uno de los países protagonistas es España, un país de tradición vinícola que se ha visto fuertemente afectada por la sequía, según proyectó este lunes 31 de octubre la Organización Internacional de la Viña y el Vino (OIV).
Según las proyecciones de inicio de año, se esperaba que en 2022, los viticultores lograran producir una cantidad aproximada de 260 millones de hectolitros (Mhl) de vino, según la referida Organización; luego de una medición que tuvo en cuenta las proyecciones en cerca de 29 países que marcan la pauta en la fabricación de este codiciado licor, y que a su vez, representan 91 % de la producción mundial.
No obstante, según las observaciones adelantadas, y a dos meses del fin del año, se ha podido precisar que el volumen total de la producción mundial aparece “ligeramente” por debajo de la media de los últimos veinte años (270 Mhl) “y parece haber disminuido 1% con respecto a 2021″, indica la organización.
Según datos provisionales de la OIV, la producción de 2021, que se había anunciado “extremadamente baja” en torno a 250 Mhl, fue revisada desde entonces al alza hasta 262 Mhl.
En Europa, las sucesivas olas de calor y sequía hacían temer una escasa cosecha. España, tercer productor mundial, acusó una disminución de la producción del 12% con respecto a la media 2017-2021 debido a “la sequía y un acceso limitado al agua en algunas regiones”.
Pero el país más castigado por el calor fue Grecia, con una producción que cayó 29 % en comparación con el promedio 2017-2021.
En cambio, Italia y Francia -el primer y el segundo mayor productor mundial, respectivamente- deberían producir más vino que la media de los últimos cinco años (2017-2021).
Así las cosas, la producción en Europa fue “mejor de lo esperado”, apuntó la organización, ya que los viñedos se vieron preservados de enfermedades como el mildiu.
Fuera de Europa, la producción de Estados Unidos (el cuarto mayor productor mundial) disminuyó 6% con respecto a la media 2017-2021, principalmente debido a heladas tempranas y luego a la sequía.
En el hemisferio sur, después de una cosecha 2021 récord, la producción cayó a la media 2017-2021. Nueva Zelanda es una excepción con una producción históricamente alta en un contexto de “excelentes condiciones climáticas y alta demanda internacional”.
La organización observa que las proyecciones para 2022 también pueden cambiar, en particular debido a la falta de datos procedentes de China -lo que es habitual en esta época del año- pero también “excepcionalmente” de Rusia.
Desde 2000, los años 2004 y 2018 habían marcado récords con 295 Mhl de vino producidos anualmente a escala mundial. En 2017, la cosecha mundial cayó a 249 Mhl.
“La producción mundial de vino se ha mantenido estable en torno a 260 Mhl durante cuatro años consecutivos”, señala la OIV.
La organización internacional también anunció la semana pasada que Ucrania había dejado de contribuir a su financiación. El país produjo 660.000 hectolitros de vino en 2021, antes de la invasión rusa.