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El ambicioso plan de vacunación de Joe Biden para enfrentar la crisis por la pandemia
Antes de posesionarse el presidente electo decidió referirse al plan que tiene entre manos para la vacunación de los estadounidenses.
El presidente electo de Estados Unidos, Joe Biden, reveló el viernes un plan potencial de vacunación contra la covid-19, mientras avanzan los preparativos para su investidura en Washington, fortificada por temores de más violencia tras el asalto al Capitolio que dejó cinco muertos.
Más de 388.000 personas han perdido la vida en el último año en Estados Unidos a causa del coronavirus, una cifra que probablemente haya superado las 400.000 cuando Biden suceda el próximo martes a Donald Trump en la Casa Blanca.
Y la perspectiva puede empeorar cuando la variante B.1.1.7. del virus, detectada en Reino Unido y muy contagiosa, se convierta en marzo en la cepa dominante en el país, lo cual podría aumentar el porcentaje de personas que deben vacunarse para lograr inmunidad colectiva.
Biden anunció el viernes que prevé incrementar los recursos federales para los centros de vacunación comunitarios, así como desplegar clínicas móviles y expandir la fuerza laboral de salud pública para acelerar las inmunizaciones.
“Vamos a aprovechar todos los recursos del gobierno federal para establecer miles de centros de vacunación comunitarios”, dijo durante una rueda de prensa desde su bastión en Wilmington, Delaware.
¿Su meta? Vacunar a 100 millones de estadounidenses en sus primeros 100 días en el cargo, un aumento drástico en el ritmo actual.
“Este será uno de los esfuerzos operativos más desafiantes en la historia de nuestro país”, dijo el demócrata de 78 años desde Wilmington, Delaware y agregó “tienen mi palabra: nos las arreglaremos”, prometió.
El futuro presidente demócrata habló un día después de presentar un paquete de 1,9 billones de dólares de estímulo para la economía, vapuleada por la pandemia. El plan, que debe ser aprobado por el Congreso, incluye 20.000 millones de dólares para vacunas y 50.000 millones de dólares para pruebas.
Estados Unidos, con 328 millones de habitantes, había enviado hasta el jueves por la mañana a los estados unos 30 millones de dosis e inyectado solo 11,1 millones, según datos oficiales, muy por debajo de la meta de Trump de haber vacunado en diciembre a 20 millones de personas.
Biden busca reforzar el papel del gobierno federal en la campaña de inmunización, movilizando a la agencia para emergencias FEMA y reembolsando a los estados que desplieguen a su Guardia Nacional.
Charla Pence-Harris
Además del reto de atender la crisis sanitaria y económica, Biden llega al poder luego de una histórica segunda acusación de Trump en la Cámara de Representantes, esta vez por “incitar a la insurrección” en la toma del Capitolio por sus partidarios la semana pasada.
El Senado, que pasará a manos de los demócratas, deberá ahora juzgarlo. Aún sin fecha, el juicio amenaza con retrasar la agenda inicial de Biden, quien aspira a tener rápidamente confirmado su gabinete para atender los problemas más urgentes del país.
La transferencia de mando, usualmente pacífica, se ha visto empañada por los desmanes en la sede del Congreso el 6 de enero.
Cuando los partidarios más fervientes de Trump siguen sin reconocer su derrota en las elecciones del 3 de noviembre, y en medio de temores del FBI de más violencia, más de 21.000 soldados de la Guardia Nacional han comenzado a llegar desde todo el país antes de la toma de posesión de Biden. Y, algo excepcional, portarán armas.
Tanto el equipo de Biden como la alcaldesa de Washington, Muriel Bowser, pidieron a la población que evite el centro de la capital federal y siga la ceremonia por televisión o internet.
El “National Mall”, la inmensa explanada frente al Capitolio donde tradicionalmente se congregan los seguidores del presidente electo, estará cerrada al público.
Trump, quien sigue sin felicitar a Biden, partirá de Washington el próximo miércoles al alba, pocas horas antes del fin de su mandato, para instalarse en su lujoso club Mar-a-Lago, en Florida.
A diferencia del mandatario, el vicepresidente Mike Pence habló el jueves con la futura vicepresidenta, Kamala Harris. Pence también prevé asistir a la juramentación de Biden, al igual que los expresidentes Barack Obama, George W. Bush y Bill Clinton.
Muchos sectores políticos e incluso los gobiernos de otros países están a la expectativa sobre las primeras decisiones que tomará Biden con respecto a la pandemia, la crisis económica y el manejo de política exterior, una vez logre posesionarse y hacerse cargo de lo que significa que su país sea potencia mundial.
Con información de AFP