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El aniversario del 11 de septiembre podría inspirar nuevos ataques extremistas, advirtió EE. UU.
El Departamento de Seguridad Nacional señaló que Estados Unidos está en un “entorno de mayor amenaza”.
Este año se cumple el vigésimo aniversario de los ataques del 11 de septiembre al World Trade Center en Nueva York, y por tal razón el Departamento de Seguridad Nacional advirtió que el país se encuentra bajo un “entorno de mayor amenaza”, pues esto podría inspirar nuevos ataques extremistas.
Mediante una alerta de terrorismo emitida el viernes, en la que no se citó una amenaza específica sobre terrorismo, se advirtió por factores que incluyen extremistas violentos, que son llevados a cometer estos actos por el odio racial y étnico y el resentimiento por las restricciones impuestas durante la pandemia, de acuerdo con Associated Press.
Es por esto que el Departamento lanzó la advertencia para alertar al público sobre esto, así como a las autoridades estatales y locales.
En ese sentido, el Boletín del Sistema Nacional de Asesoramiento sobre Terrorismo se observa como una extensión de otro publicado en mayo de este año, cuando el DHS afirmó que los extremistas nacionales siguen siendo una amenaza nacional prioritaria para las autoridades estadounidenses y lo serán por lo menos hasta que el año termine.
La misma agencia resaltó que recientemente que al-Qaida en la Península Arábiga lanzó la primera edición en inglés de su revista Inspire en cuatro años, al parecer para conmemorar el próximo aniversario de los ataques terroristas del 11 de septiembre de 2001.
Los 20 años del suceso y el próximo periodo vacacional “podrían servir como catalizador de actos de violencia selectiva”, dijo.
Del mismo modo, manifestó que los extremistas domésticos motivados por el odio religioso y étnico han realizado ataques en contra de casas de culto y otras reuniones, pero hasta el momento no se han registrado “amenazas creíbles o inminentes identificadas en estos lugares”.
Y al igual que en los reportes pasados, expresó su preocupación por los extremistas nacionales que son una amenaza al estar motivados por “agravios personales y creencias ideológicas extremistas” y por los grupos extranjeros.
Y acusó que los medios de comunicación vinculados al gobierno ruso, chino e iraní han impulsado la difusión de teorías de conspiración sobre los orígenes de la covid-19 y la efectividad de las vacunas, lo que ha ampliado el número de llamados a violentar a personas de ascendencia asiática.
Joe Biden anunció que no prevé retirar las tropas estadounidenses en Afganistán en los próximos días
El presidente Joe Biden dijo el viernes que Estados Unidos no prevé la retirada inminente de las últimas tropas estadounidenses en Afganistán.
Consultado por periodistas en la Casa Blanca si la salida se concretará en los próximos días, respondió: “No. Estamos en camino, exactamente donde esperamos estar”. Biden fijó como fecha límite el 11 de septiembre para la retirada final de las pocas tropas restantes, luego de 20 años de guerra.
Pero recientemente han aumentado los interrogantes sobre una aceleración del cronograma, cuando las tropas estadounidenses y de la OTAN acaban de abandonar la base aérea de Bagram.
Esta última, la más grande del país, ha sido la principal base de retaguardia de todas las operaciones militares estadounidenses en Afganistán.
Biden estimó que el gobierno afgano debería ahora “ser capaz por sí mismo” de garantizar, en particular, la seguridad de la capital, Kabul, ubicada a unos 50 kilómetros del aeropuerto. Sin embargo, según informes de prensa, los estadounidenses mantendrían una presencia de casi 600 soldados allí para proteger su embajada.
Vale mencionar que todas las tropas de Estados Unidos y de la OTAN abandonaron la base aérea de Bagram, la mayor de Afganistán, que fue restituida al ejército afgano, según informó el viernes Kabul, una señal de que la retirada completa de las fuerzas extranjeras de ese país es inminente.
Los talibanes se congratularon de la partida de tropas extranjeras de esta base, situada a 50 km al norte de la capital afgana y pilar de las operaciones estadounidenses durante todo el conflicto desde 2001.
Es desde ahí que se llevaban a cabo los bombardeos contra los talibanes y sus aliados de Al Qaida, y que se organizaba el avituallamiento de las tropas.
“El aeropuerto de Bagram fue oficialmente entregado al Ministerio de Defensa. Las fuerzas estadounidenses y de la coalición se han retirado completamente de la base y, a partir de ahora, las fuerzas del ejército afgano la protegerán y la utilizarán para combatir el terrorismo”, escribió en Twitter, Fawad Aman, portavoz oficial.
Poco antes, un funcionario de Defensa estadounidense bajo condición de anonimato, había informado que “todas las fuerzas de la coalición” habían abandonado las instalaciones.
Los insurgentes “saludan y apoyan” esta retirada, dijo a la AFP su vocero, Zabihulá Mujahid. “Su completa retirada (de Afganistán) abrirá el camino a los afganos para decidir sobre su futuro por ellos mismos”.
El ejército estadounidense y la OTAN están a punto de poner fin a su despliegue en Afganistán, al retirar a sus últimos efectivos de aquí al 11 de septiembre, día del vigésimo aniversario de los ataques de los yihadistas de Al Qaida contra las Torres Gemelas.
Desde el comienzo de mayo, los talibanes han lanzado varias ofensivas de envergadura en las zonas rurales, mientras las fuerzas gubernamentales luchan por consolidar sus posiciones en las áreas más urbanas.
Su capacidad para mantener el control de la base aérea de Bagram será fundamental para preservar la capital, Kabul, y mantener la presión sobre los talibanes.