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El cambio climático podría acabar con el esquí en Europa: más de 90% de centros en riesgo

Las cálidas temperaturas afectarían uno de los deportes más populares en el Viejo Continente.

Redacción Semana
29 de agosto de 2023
Estación de esquí ubicada a 13 millas (21 km) al noreste de Provo, Utah, EE. UU. (Foto de Wolfgang Kaehler/LightRocket vía Getty Images)
Este deporte reúne a miles de profesionales y aficionados al año en las heladas montañas. | Foto: LightRocket via Getty Images

El aumento de la temperatura en la Tierra no solo afectaría los cultivos, la disponibilidad de agua y la calidad del aire que se respira, este fenómeno también podría acabar con uno de los deportes más llamativos que reúne a cientos de personas en las montañas heladas de Europa: el esquí.

De acuerdo con la revista científica Nature Climate Change, casi la mitad de todas las estaciones de esquí en Europa podría enfrentar escasez de nieve si el calentamiento global provoca el aumento de la temperatura media en todo el planeta de 2 °C.

Asimismo, el estudio precisa que, si se da un aumento de temperatura de 3 °C en los 76 años que le quedan al siglo XXI, más del 90 % de las estaciones de esquí en Europa estarían corriendo con la suerte de no tener la nieve suficiente para practicar este deporte durante el invierno. De igual manera, si el alza fuese de los 4 °C, casi el 100 % de estas estaciones no tendrían las cantidades necesarias de nieve.

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El esquí es uno de los deportes insignia de Europa. | Foto: AP

Este estudio analizó 2.234 centros de esquí en 28 naciones en Europa, un continente que se destaca por ser el protagonista en la práctica del esquí, contando con casi el 50 % de las estaciones de este deporte a nivel global. Por otro lado, las máquinas que existen para solventar la cantidad de nieve, cuando naturalmente no se obtiene, no serían capaces de hacerle frente a la escasez de este componente en caso de que la Tierra aumente su temperatura en siquiera 2 °C.

Las medidas no son suficientes

El estudio es medianamente alentador al decir que, en caso de que los esfuerzos globales permitan cumplir con el acuerdo climático de París en donde se puso un límite de aumentar la temperatura hasta 1,5 °C, solo el 32 % de las estaciones de esquí correrían el riesgo de quedarse sin nieve. Sin embargo, no es suficiente para que los picos nevados se queden sin este componente, lo cual no solo afecta al deporte, sino al ecosistema en general.

El informe enfatiza que los Alpes serían los principales perjudicados, ya que es una de las regiones montañosas nevadas a donde más personas, entre locales y extranjeras, acuden para poder practicar de manera profesional o aficionada el esquí.

Algunos científicos han hecho el llamado para que se intensifiquen los esfuerzos necesarios debido a que los acuerdos de París podrían quedarse obsoletos en un futuro cercano debido a otros factores que podrían estar aumentando el calentamiento global como las sequías.

La estación de esquí de Alpe d'Huez en los Alpes franceses, Francia, alrededor de 1970. (Foto de J. A. Taylor/Archive Photos/Getty Images)
Los Alpes son una cadena montañosa atractiva para la práctica del esquí. | Foto: Getty Images

Europa: un continente en el limbo climático

Durante el 2023, el viejo continente experimentó un poderoso verano que se extendió desde junio a agosto, en donde gran parte de las capitales europeas del Mediterráneo, como Madrid, Roma y Atenas, estuvieron luchando constantemente con las olas de calor que golpearon la cotidianidad de sus pobladores registrando temperaturas superiores a los 40 °C.

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Varias naciones al sur de Europa se han visto muy afectadas por las olas de calor de mitad de año. | Foto: Reuters / Eva Manez

Los incendios forestales y el sol abrasador causaron enormes estragos en Grecia, en donde los cuerpos de socorro han estado luchando diariamente para controlar las llamas, además de intentar crear un ambiente apto para los turistas, ya que la Acrópolis tuvo que cerrar durante varios días en las mañanas por el fuerte calor que exponía la integridad de los extranjeros.

Por otro lado, en Zaragoza, España, y Milán, Italia, se presentaron fuertes precipitaciones, con granizo de gran tamaño, que ocasionaron serias inundaciones en medio del verano que vivía buena parte de Europa, por lo que la disparidad climática de los territorios fue notoria. Se espera que el otoño que se dará entre septiembre y noviembre en el continente europeo pueda estabilizar sanamente el ambiente en cara al invierno que comenzará en diciembre.