“El dinero alcanza cuando nadie roba”: Nayib Bukele recibe el 90 % de aprobación, según nueva encuesta

La culminación de la que está prevista a ser la cárcel más grande de América Latina sitúa la atención en El Salvador, en medio de un plantel que planea albergar a 40.000 presos y en la estrategia de Nayib Bukele contra las pandillas. Esta semana el mandatario presentó el recorrido en ese lugar y otras autoridades detallaron la capacidad del mismo.

Durante los últimos meses la mayoría de balances oficiales han señalado un cierre casi nulo de homicidios al día, cifras con la que la administración actual asegura que El Salvador es la nación “más segura” de América Latina. El Gobierno apela al estado de excepción como una de sus principales ‘banderas’ con las que asegura haber llegado a ese panorama.

La consulta CID-Gallup rebeló un sondeo que sitúa como positiva la aprobación a Bukele; un 90 % lo evalúa ‘bien’ o ‘muy bien’. No obstante, uno de los asuntos que centran en este momento la preocupación de la población es el alto costo de vida con el 24 %, superando a lo que antes era una de las mayores quejas: la inseguridad (4 %).

Mientras tanto, la construcción del llamado “Centro de Confinamiento del Terrorismo de El Salvador” evoca palabras del propio mandatario cuando, hace dos años, se inauguró; por ejemplo, hospitales de emergencia en los municipios de Jiquilisco y Tecoluca. “El dinero alcanza cuando nadie roba…”, señaló en ese momento.

Críticas y elogios a Bukele

Luego de que se presentara el centro penitenciario, surgieron reacciones encontradas. Por ejemplo; el politólogo, Óscar Peñate, dijo que “con esto el Gobierno le está diciendo a las pandillas que ellas no tienen ningún control, el control lo tienen las instituciones del Estado y que aquellos que cometan actos de violencia o delitos en contra la sociedad, van a parar en esa cárcel”.

Sin embargo, otras voces como la del director de la ONG Comisión de Derechos Humanos de El Salvador, Miguel Montenegro, calificaron el centro como una “vergüenza para el país”.

En sus palabras, “el gobierno se jacta de tener la cárcel más grande de América Latina, lo cual no es un orgullo sino un cuestionamiento que conlleva riesgos de hacinamiento y violencia”, comentó Montenegro. Para él es necesario enfrentar las pandillas “utilizando métodos que sí lleven a la readaptación”.

Una opinión similar tuvo el rector de la Universidad Centroamericana, Andreu Oliva, quien consideró que el Ejecutivo debería procurar iniciativas hacia la “rehabilitación” de los reclusos, pues “merecen una segunda oportunidad”. “La función del sistema penitenciario es cambiar a las personas”, añadió.

Capacidad de la cárcel anunciada

La nueva cárcel se inauguró este martes –31 de enero–, se calcula que puede albergar a unos 40.000 presos y allí, según la Presidencia salvadoreña, purgarán sus delitos “los terroristas que tanto luto habrían causado a la población del país”. La organización internacional Human Rights Watch denunció que el penal no cuenta con condiciones de garantía para el trato de presos, acusación rechazada por el Gobierno.

“Este reclusorio cuenta con los estándares y protocolos de seguridad necesarios para garantizar el orden, control y disciplina en los internos con el objetivo de no permitir acciones ilícitas al interior ni la comunicación de pandilleros con las células terroristas que se mantienen prófugas de la justicia”, detalló el Ejecutivo.

Las instalaciones del lugar en discusión dispondrán de más de 600 soldados de las Fuerzas Armadas y 250 uniformados de la Policía Nacional para apoyar las labores de seguridad para evitar disturbios. En la guerra contra organizaciones delincuenciales el Gobierno afirma que ha arrestado a más de 60.000 presuntos pandilleros.

*Con información de AFP y Europa Press.