ESTADOS UNIDOS
El equipo de Biden dice estar preparándose para “cualquier escenario” durante la posesión
El próximo miércoles será la investidura del presidente electo de Estados Unidos y su personal trabaja desde hace varios meses en extremar la seguridad en la Casa Blanca.
El equipo del presidente electo de Estados Unidos, Joe Biden, reconoció en las últimas horas sentir cierta “preocupación” de cara a la investidura del nuevo jefe de la Casa Blanca este miércoles, aunque aseguró también trabajar para estar preparado de cara a “cualquier tipo de escenario”.
“Estamos en tiempos volátiles, por lo que estamos haciendo preparativos”, señaló quien será la próxima directora de comunicación de la Casa Blanca, Kate Bedingfield, durante un diálogo con la cadena ABC.
Bedingfield confirmó que en los próximos días gestionarán con el equipo de seguridad de la administración saliente los preparativos necesarios para estar listos ante “cualquier tipo de escenario” que pueda producirse durante la toma de posesión de Biden.
“Creo que se enviará una imagen increíblemente importante al mundo sobre la resistencia de la democracia estadounidense. Por eso, nuestro plan y nuestra expectativa es que el presidente electo Biden ponga su mano sobre la Biblia con su familia, fuera, en el lado oeste de el Capitolio”, confía Bedingfield.
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El ataque al Capitolio a principios de mes por parte de una turba de exaltados partidarios del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, levantó las alarmas entre las autoridades, fuertemente criticadas en los últimos días ante la escasa seguridad de la que hizo gala la sede del Poder Legislativo aquel día, en el que se celebrara una sesión para confirmar el triunfo de Biden en las elecciones.
Unos 21.000 efectivos de la Guardia Nacional han sido ya desplegados en Washington y varias calles en torno al Capitolio han sido ya cerradas. El FBI, que ha establecido una oficina específica para evaluar posibles amenazas, ha identificado hasta el momento a unos 200 sospechosos de participar en los actos violentos del pasado 6 de enero y ha detenido a otro centenar.
Entre los detenidos está Lonnie Coffman, acusado de conducir hasta Washington desde su casa en los bosques de Alabama una camioneta llena de cócteles molotov y otras armas, como un rifle de asalto, varios machetes, bombas de humo, pistolas e incluso una ballesta, han detallado los medios estadounidenses.
El perfil bajo de Coffman, un hombre de 70 años sin antecedentes penales ni redes sociales en las que dejar constancia de sus intenciones, representa una de las grandes dificultades a las que se enfrentan estos días las agencias de seguridad, las cuales lo tienen menos complicado con los grupos de extrema derecha, más acostumbrados a publicar su intenciones a través de internet.
Bedingfield también reveló que luego de que Biden jure como presidente de Estados Unidos “trabajará para tratar de pasar página sobre la división y el odio generado durante los últimos cuatro años” y prometió “medidas decisivas para revertir algunos de los movimientos más atroces de la Administración Trump”.
Entre esas medidas está su ambicioso plan de ayuda económica contra el coronavirus valorado en casi 2 billones de dólares, el cual Bedingfield confía en que se pueda realizar pues no solo “existe apoyo bipartidista en sus grandes ejes”, sino que también “surgió como resultado de la consulta con gobernadores” republicanos y demócratas “de todo el país”.
Más tensión
Washington es hoy una ciudad fortificada: una barrera de bloques de concreto y alambres de púas rodea el edificio del Congreso, miles de miembros de la Guardia Nacional han sido desplegados y las calles del centro han sido bloqueadas. Las autoridades temen nuevos problemas al margen de la ceremonia de investidura de Biden, el 20 de enero, así como posibles hechos de violencia en otros puntos del país, informó la agencia AFP.
Para evitar sorpresas, se han movilizado miembros de la Guardia Nacional en varios estados y se han levantado vallas alrededor de algunos parlamentos locales, como en California y Minnesota.
Normalmente, la ceremonia de investidura es una oportunidad cada cuatro años para que cientos de miles de estadounidenses acudan a la capital y adquieran todo tipo de productos que llevan la imagen de su presidente, antes de verlo prestar juramento en las escalinatas del Capitolio.
Pero este año el National Mall, la inmensa explanada a los pies del Capitolio, estará cerrada al público.
*Con información de Europa Press