El expresidente Correa lideraba gran red delincuencial: fiscal ecuatoriana

El expresidente Rafael Correa lideraba toda una gigantesca red delincuencial, afirmó el lunes la fiscal general de Ecuador, Diana Salazar, en el inicio de un juicio por cohecho contra el exmandatario. En el caso denominado ‘Sobornos 2012-2016’ están implicados también su exvicepresidente, Jorge Glas (actualmente en prisión por recibir dineros de Odebrecht); el exsecretario de la Presidencia, Alexis Mera; la exministra de Transporte, María de los Ángeles Duarte; el exsecretario de la Administración, Vinicio Alvarado; y otros 16 funcionarios.

Salazar aseguró que en el periodo de los cuatro años mencionados -últimos del gobierno correísta- se instauró un sistema delincuencial liderado por Correa, que operaba y coordinaba a través de varios de sus funcionarios, quienes en su calidad de servidores públicos actuaban de manera simultánea y arreglaban contratos para empresas privadas a cambio de recursos para la campaña del movimiento oficialista Alianza PAIS, lo que se configura en el delito de cohecho.

La magistrada expuso que, durante el juicio, la Fiscalía probará que, aprovechando la estructura del Ejecutivo, Correa receptaba los dineros gracias a que los acusados sacaron ventaja de sus funciones para constituir una estructura criminal.

Los recursos ilegales se invertían en publicidad, sabatinas (intervenciones presidenciales obligatorias en cadena de radio y TV) y servicios de traslados, entre otros conceptos, para la campaña electoral de su movimiento sin que se hubiesen reportado al Consejo Nacional Electoral.

Por su parte, el Procurador del Estado, Íñigo Salvador, acusador particular, concordó con lo expuesto por la Fiscal, y mencionó que desde el Ejecutivo se constituyó una sofisticada red de corrupción que funcionaba, inclusive, desde la propia Presidencia de la República. 

Agregó que esa red operaba a través de la Secretaría Nacional del Agua, el Ministerio de Transporte, el Ministerio Coordinador de Sectores Estratégicos y otras entidades. Según Salvador, dentro de esa estructura, Correa mantenía dos roles: gestionaba los recursos y a la vez se beneficiaba de ellos. 

"La Fiscalía no tiene pruebas para sostener un caso contra Rafael Correa", dijo Fausto Jarrín, su abogado; "encontramos a la Fiscalía como una monja en una luna de miel", aseguró Héctor Silva, defensor de otro de los procesados, al tiempo que expusieron la misma frase de todos los acusados: “Esto no es más que persecución política”.

Una vez concluida la fase de alegatos iniciales, se dio paso a la evacuación de las pruebas. El juicio podría tomar varias semanas pues deben presentarse 120 testigos ante el tribunal presidido por el juez Iván León.

Este es el segundo juicio que enfrenta Correa. El otro corresponde al presunto secuestro de un opositor en 2012, hecho que ocurrió en Bogotá. Sin embargo, ese proceso está suspendido pues la justicia requiere la presencia del exmandatario para juzgarlo y este reside en Bélgica.

Correa -quien aseguró vía Twiter que “todo es una farsa”- es considerado un prófugo de la justicia ecuatoriana y enfrenta órdenes de prisión por ambos casos. Al conocer el inicio del juicio, el expresidente envió otro mensaje en el que asegura que ‘Todo se debe a las infamias de la prensa corrupta’, agregando que no le preocupa nada, pues ‘volveremos al poder”.

Orlando León Gómez, Quito