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“Estar triste puede matarme”: el extraño caso de Natasha Coates, la mujer que por aterradora condición no puede tener emociones
Tan extraña es la condición de la británica que, según ella, ha sido hospitalizada más de 500 veces,
En Reino Unido no resulta ajeno el nombre de Natasha Coates, una mujer a quien cualquier emoción ‘excesiva’ podría literalmente dejarla entre la vida y la muerte. Lo que para el resto de la gente es algo normal como reír, sudar y llorar para ella son reacciones que debe evitar; de lo contrario, terminaría en una UCI.
La inglesa contó que era “alérgica a las emociones fuertes” y, en ese sentido, “cualquier cambio en el status quo de mi cuerpo, ya sea que esté riendo, llorando, triste o estresada, puede causar una reacción química”, reseñó New York Post. Cuando por alguna razón se cruza esa ‘delgada línea’, la inglesa ya ha experimentado lo que puede pasar.
De hecho, hace cinco meses compartió imágenes desde el Queen’s Medical Centre en Inglaterra donde tuvo que ser ingresada en la Unidad de Cuidados Intensivos, ¿la razón? Previamente, había estado haciendo ejercicio. La joven compartió su experiencia y exhortó a disfrutar cada momento.
“La cruel realidad (...). En solo 24 horas pasé de dar vueltas en el gimnasio a luchar por mi vida. (...) Estoy demasiado cansada para entrar en detalles en este punto, pero quería agradecerles por la efusión de amor y amables mensajes. Necesito tiempo para procesar todo, descansar y recuperarme”, dijo en su cuenta de Instagram.
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¿Cuál es su diagnóstico?
La respuesta a la reacción atípica de su cuerpo es el síndrome de activación de mastocitos. Según American Academy of Allergy, Asthma and Inmunology, en este el paciente experimenta episodios de inflamación, dificultad para respirar, diarrea en exceso y presión arterial baja como respuestas alérgicas.
Estos pueden aparecer cuando las células conocidas como mastocitos liberan sustancias denominadas ‘mediadores’. Otros de los síntomas son la taquicardia, desvanecimiento, picazón, enrojecimiento de la piel, náuseas y ruido “áspero” al momento de respirar, explica ese portal médico.
“La prueba para determinar la existencia del SAM comienza con la determinación de si los síntomas ocurren en ataques separados (...)”, informa American Academy of Allergy, Asthma and Inmunology. “El tratamiento de episodios agudos debe seguir a las recomendaciones para el tratamiento de anafilaxia, comenzando con epinefrina, en el caso de que se indique dada la gravedad de los síntomas”, añade.
Más de 500 hospitalizaciones
De acuerdo con The Mirror, su condición la ha hospitalizado más de 500 veces y cuando siente que se avecina un episodio, Coates intenta controlarlo, pues si no lo consigue la reacción de su cuerpo la pone una vez más en peligro. El ser alérgica prácticamente a todo es algo con lo que cuál batalla día a día.
Ese diario inglés señaló que la primera reacción alérgica, de consideración, la experimentó a sus 18 años durante un evento público. En este sufrió varios de los síntomas y fue necesario su traslado al centro asistencial donde, inicialmente, le dijeron que el ser humano podía percibir esas sensaciones durante la luna azul.
“Buscamos un desencadenante específico durante mucho tiempo: si tuviera una reacción después de comer atún, asumiría que era pescado. Estuve comiendo solo pollo, papas y brócoli durante meses”, dijo la británica reseñada por The Mirror. Esa condición le ha supuesto también un reto para actividades como el estudio y la gimnasia.
Hace un año, ese medio mencionó que Natasha Coates no vivía con sus papás, pero contaba con un asistente personal cinco días a la semana (en caso de alguna eventualidad). Además, poco a poco, le ha tocado aprender a sobrellevar sus jornadas con ese diagnóstico.
Para ello hay una rutina fijada y toma medicamentos. New York Post recogió de sus palabras: “Mantenerme con vida es un trabajo de tiempo completo”.