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EL FBI contra Trump: la historia detrás del allanamiento a Mar-a-Lago y el proceso contra el magnate
El magnate asegura ser víctima de una caza de brujas y de una “persecución política”. Ha dicho que se lanzara de nuevo a la presidencia.
Las investigaciones contra el presidente Donald Trump lo tienen con los pelos de punta, mientras recibe sablazos por todos los lados. Apenas unos días después de que el FBI le allanaran su extravagante mansión de Mar-a-Lago, el magnate fue llamado por la fiscalía de Nueva York para responder preguntas bajo juramento en el marco de una investigación civil sobre un presunto fraude en el negocio de su familia.
“Me negué a responder las preguntas en virtud de los derechos y prerrogativas otorgados a todos los ciudadanos por la Constitución de Estados Unidos”, dijo Trump en un comunicado. “Cuando tu familia, tu empresa y todas las personas en tu entorno se han convertido en el objetivo de una caza de brujas infundada y políticamente motivada, apoyada por abogados, fiscales y medios de comunicación falsos, no se tiene otra opción”, agregó.
El expresidente se había despachado ya contra el FBI y los había acusado de haber “colocado” pruebas en su contra durante ese allanamiento para entramparlo con un proceso judicial. “El FBI y los otros agentes del Gobierno federal no permitieron que nadie, ni siquiera mis abogados, se acercaran a las áreas que fueron registradas y examinadas durante el allanamiento en Mar-a-Lago”, protestó el republicano en su plataforma Truth Social.
“Les pidieron a todos que se fueran del lugar, querían estar solos, sin testigos para ver qué hacían, tomaban o, lo que espero que no haya sucedido, ‘colocaban’” (pruebas), afirmó, sin fundamentar sus declaraciones. “¿Por qué insistieron tan fuertemente en que nadie los pudiera observar y sacaron a todos?”, señaló Trump.
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El lunes por la noche, la policía federal allanó la residencia del multimillonario en Florida, provocando una ola de indignación entre los conservadores.
Ni el Departamento de Justicia ni el FBI han aclarado si la operación de la policía federal estuvo relacionada con la búsqueda de las numerosas cajas de documentos que Trump se llevó cuando abandonó la Casa Blanca, en enero de 2021, con la investigación sobre su responsabilidad en el asalto al Capitolio o con las sospechas de fraude financiero de las de que es objeto la Organización Trump en Nueva York.
Pero coincidentemente, o no, el magnate terminó ante la Fiscalía de Nueva York, interrogado por esto último. El expresidente, que se declara inocente en cada uno de esos casos e insinúa cada vez más abiertamente que presentará una nueva candidatura a la Casa Blanca en 2024, asegura ser víctima de una caza de brujas y de una “persecución política”.
Los procesos contra el magnate
Una serie de audiencias explosivas del panel de la Cámara de Representantes, que investigó la trágica toma del Capitolio por cientos de partidarios de Trump el 6 de enero de 2021, ofreció una hoja de ruta para acusar potencialmente al magnate republicano de un delito.
Los legisladores señalaron que Trump sabía que había perdido las elecciones de 2020 ante el demócrata Joe Biden, pero insistió con sus acusaciones de fraude y finalmente instó a sus partidarios en Washington para una manifestación que terminó con un asalto al Congreso que dejó cinco muertos.
El trabajo del comité de la Cámara está separado de la investigación criminal que el Departamento de Justicia inició sobre cientos de involucrados en el asalto, aunque el fiscal federal Merrick Garland no ha dicho si sus fiscales están investigando a Trump.
‘Encontrar’ los votos
Trump presionó a funcionarios electorales del sureño estado de Georgia a “encontrar” los votos que necesitaba para ganarle a Biden en 2020, lo que llevó a la fiscal del estado a investigar la denuncia. La fiscal de distrito del condado de Fulton, Fani Willis, formó un gran jurado especial e investigadores entrevistaron a decenas de testigos.
La investigación está analizando ahora la llamada telefónica a los funcionarios electorales y la supuesta presión pública y privada de Trump sobre las autoridades, incluido el gobernador, el fiscal general y el investigador jefe del secretario de estado.
Trump se ha defendido, en enero alegando “mala conducta de la Fiscalía” en un mitin en Texas (sur), en el que convocó a protestar contra “fiscales radicales, crueles y racistas”, lo que llevó a Willis a solicitar escolta de seguridad reforzada del FBI.
Organización Trump
Las autoridades del estado de Nueva York han estado investigando las prácticas comerciales de la Organización Trump, incluso si el grupo engañó a prestamistas y autoridades fiscales sobre los valores de sus propiedades inmobiliarias.
Sin embargo, en marzo, el fiscal que dirigía una investigación sobre las finanzas del expresidente renunció debido a la decisión del nuevo fiscal de distrito de Manhattan, Alvin Bragg, de no seguir adelante con el proceso contra Trump.
La investigación ahondó en determinar si Trump sobrevaloró de manera fraudulenta múltiples activos para garantizar préstamos y luego los subvaloró para minimizar los impuestos.
Fue lanzada por el predecesor de Bragg, Cyrus Vance, y Bragg se hizo cargo del caso cuando asumió en enero.
El fiscal Mark Pomerantz sostuvo que Trump es “culpable de numerosos delitos graves”, según su carta de renuncia publicada por el diario The New York Times.
La fiscal general del estado de Nueva York, Letitia James, también está impulsando una investigación civil sobre las prácticas del conglomerado de la familia Trump en materia de valoración de propiedades y declaraciones fiscales.
‘Redada’ en residencia de Florida
El allanamiento y búsqueda de documentos por parte del FBI el lunes en la residencia de Trump en Florida estuvo relacionada con el posible mal manejo de documentos clasificados que se habían enviado a Mar-a-Lago después de que dejó la Casa Blanca en enero de 2021.
Las autoridades del Departamento de Justicia se negaron a proporcionar una razón para el movimiento sin precedentes contra un expresidente.
Los voceros de los Archivos Nacionales dijeron en febrero que habían recuperado 15 cajas de documentos de Mar-a-Lago y pidieron al Departamento de Justicia que investigara el manejo de información clasificada por parte de Trump.
La recuperación de las cajas generó dudas sobre la adhesión de Trump a las leyes de registros presidenciales promulgadas después del escándalo Watergate de la década de 1970 que exigen que los ocupantes de la Oficina Oval conserven los registros.
Trump calificó la búsqueda como “una mala conducta procesal” y un ataque “un ataque de los demócratas de la izquierda radical que desesperadamente no quieren que me postule a la presidencia en 2024″.
*Con información de AFP