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El fuego destruye iglesias en Canadá en medio de los hallazgos de tumbas de niños

Diez iglesias de Calgary fueron vandalizadas. También han tumbado estatuas en medio de manifestaciones.

3 de julio de 2021
justin truedau
El primer ministro canadiense Justin Trudeau rechazó los actos vandalicos contr iglesias. (Sean Kilpatrick/The Canadian Press via AP) | Foto: AP

El primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, denunció el viernes una ola de vandalismo que provocó incendios de iglesias y daños y derribos de monumentos. Estos actos siguieron a los recientes descubrimientos de más de 1.000 tumbas sin nombre en antiguos internados indígenas que han provocado ira y dolor en las comunidades de las etnias nativas y fuera de ellas, junto con un reconocimiento de la oscura historia colonial del país norteamericano.

“Es inaceptable y erróneo que se estén viendo actos de vandalismo e incendios provocados en todo el país, incluso contra las iglesias católicas”, dijo Trudeau en una conferencia de prensa. “Entiendo el enojo que existe (por los hallazgos) contra el gobierno federal, contra instituciones como la Iglesia Católica”, señaló.

Para el primer ministro esos actos son “totalmente comprensibles dada la vergonzosa historia” de las escuelas residenciales indígenas de Canadá, pero consideró que los canadienses deben comprometerse con la reconciliación y no destruir.

El día festivo nacional de Canadá, el jueves, estuvo marcado por un ajuste de cuentas sombrío sobre su pasado de colonia británica. Varias ciudades cancelaron las celebraciones. Diez iglesias de Calgary fueron vandalizadas, y en Winnipeg los manifestantes sacaron una estatua de la reina Victoria de su base en la legislatura de Manitoba, y otra cercana de la reina Isabel II.

Las personas cantaron “no hay orgullo en un genocidio” alrededor de la estatua de la reina Victoria, que antes de ser derribada ha sido vandalizada con pintura roja. Un hombre fue detenido tras los incidentes, según ha trasladado la cadena CBC, aunque las causas de su arresto no están claras por el momento. El citado medio destaca que es posible que el hombre arrestado estuviera furioso con los que han derribado las estatuas.

En Gran Bretaña, el gobierno condenó en un comunicado el derribo de las estatuas de ambas reinas.

“Nuestros pensamientos están con la comunidad indígena de Canadá después de estos trágicos descubrimientos (de tumbas), seguimos estos temas de cerca y continuamos comprometidos con el gobierno de Canadá en asuntos indígenas”, señaló la nota.

Hasta la década de 1990, unos 150.000 jóvenes indios, inuit y metis canadienses fueron matriculados por la fuerza en 139 escuelas residenciales administradas por la Iglesia Católica en nombre del gobierno.

Los internados

Este tipo de escuelas se crearon en los siglos XIX y XX para asimilar de forma forzosa a los jóvenes indios y estaban financiadas por el Estado y gestionadas por organizaciones religiosas, y las recientes investigaciones y hallazgos de cadáveres han levantado revuelo en la nación que ha llevado al primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, a exigir a la Iglesia Católica que “asuma su responsabilidad”.

Tras esta información, además, algunas de las tribus indígenas canadienses comenzaron a investigar los alrededores de las inmediaciones de estas escuelas con radares de penetración de suelo para localizar tumbas, como es el caso de Cowessess, algo que los expertos ya han anticipado llevará a más descubrimientos de este calibre.

Los grupos indígenas canadienses han pedido que se investiguen todas las antiguas escuelas residenciales del país. Durante décadas, miles de niños fueron apartados de sus familias e internados en colegios residenciales, donde debían aprender las tradiciones de los colonialistas europeos para olvidar su propia cultura, enfrentándose además a la violencia y a abusos sexuales.

Una comisión de investigación concluyó en 2015 que muchos de los menores no regresaron jamás a sus comunidades y reconoció así un “genocidio cultural”, mientras que el Proyecto Niños Perdidos ha identificado hasta el momento a más de 4.100 menores fallecidos durante su estancia en los internados, de los que muchos fueron sepultados en los propios recintos escolares.

Con información de AFP y Europa Press