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Fujimori, el exdictador que tiene sumido al Perú en la discordia

El indulto humanitario concedido al exdictador Alberto Fujimori sigue siendo un punto caliente en Perú. La pelea entre Keiko y Kenji y la audiencia programada por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos para revisar el caso, reviven la tensión.

3 de febrero de 2018
| Foto: AFP

La excandidata presidencial Keiko Fujimori y su hermano Kenji protagonizaron esta semana una pelea de marca mayor. Después de un mes de pleitos y acusaciones, el proceso por indisciplina contra Kenji Fujimori tuvo un polémico desenlace. Bajo el argumento de que el menor de los Fujimori no había seguido las directivas de esa agrupación durante el juicio político que se le practicó al presidente, Pedro Pablo Kuczynski, Kenji fue expulsado del partido Fuerza Popular.

Una vulgar negociación política está de fondo en esta situación. El 21 de diciembre, casi como un regalo de navidad, Kuczynski se salvó de ser destituido por el congreso de Perú. El impeachment por corrupción en el escándalo de Odebrecht era prácticamente un hecho, pues solo se necesitaban 87 votos en un parlamento de 130 miembros de los que apenas 18 eran del partido oficialista. Sin embargo, sorpresivamente 10 congresistas, con Kenji Fujimori a la cabeza, se abstuvieron de votar y terminaron por salvarle el pellejo al presidente.

Kuczynski les pagó el favor con el indulto de Alberto Fujimori 3 días después. Desde entonces la controversia que suscita él, su familia y esta decisión no han dejado de ocupar la agenda de la prensa peruana. Lo que parece una simple pelea de hermanos, es en realidad un golpe fuerte para el partido fujimorista. Con la expulsión de Kenji de Fuerza Popular y la salida de 9 congresistas más que apoyan al hijo menor de Fujimori, se acabó la mayoría parlamentaria con la que gozaba el partido desde las elecciones parlamentarias del 2016.

El contragolpe llegó desde el jueves. Con tono socarrón los 10 congresistas publicaron en Twitter un mensaje en el que se autodenominaron ‘Los vengadores’ y se ufanaron de su unidad. El viernes, por la misma red social, Kenji lanzó una propuesta dirigida al presidente del congreso, Luis Galarreta en la cual anunciaba la conformación de una nueva bancada mixta para hacerle frente al partido oficialista y a su expartido, Fuerza Popular.

Si en el congreso llueve, en el gobierno no escampa. El indulto de Fujimori se volvió en un merecido dolor de cabeza para Kuczynski y su gabinete. La crisis política se empezó a manifestar a los pocos días de la decisión cuando 3 ministros y dos consejeros presidenciales dimitieron argumentando su inconformismo frente a la decisión del presidente. Además, una ola de multitudinarias protestas en Lima y en otras importantes ciudades del país reflejan el profundo malestar de la sociedad peruana y la poca popularidad con la que cuenta el mandatario a solo un año de gobierno.

La reciente intervención de la Corte Interamericana de Derechos Humanos indica que esta polémica todavía tiene mucha tela por cortar. La audiencia llegó luego que dos organizaciones no gubernamentales, Pro Derechos Humanos (Aprodeh) y Center of Justice and International Law (Cejil), pidieran la participación de la Corte para exigirle al Estado peruano información exacta de las razones por la que se le concedió el perdón al exdictador.

El resultado: la CIDH rechazó el indulto y manifestó su preocupación por la liberación de Fujimori. Intranquilidad que también fue compartida por el secretario general de la OEA, Luis Almagro. Acto seguido, convocó a una audiencia que se llevó a cabo el 2 de febrero y que contó con la participación de los delegados del Estado, Adrián Simons Pino y Jorge Villegas. Sin embargo, el presidente de la Corte rechazó la el pedido de la defensa de Fujimori por intervenir en la audiencia.

Ninguna explicación fue suficiente para la CIDH que rechazó los argumentos de los representantes. Mientras tanto, todo Perú está a la espera de la decisión que tome el Tribunal y que será definitiva para calmar o para agitar esta polémica.