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El gran salario del presidente chileno Gabriel Boric y que supera al de Iván Duque
Chile tiene el presidente más joven de su historia, además de ser izquierda.
Gabriel Boric jura este viernes 11 de marzo como presidente de Chile con la promesa de dar un giro a ese país, que fue un exitoso laboratorio neoliberal, para impulsar un Estado de bienestar con conciencia ecológica, feminista y capaz de reducir las desigualdades que hartaron a su sociedad.
El exlíder estudiantil, que aún está por titularse en Derecho en la Universidad de Chile y diputado de izquierda desde 2014, se convertirá a sus 36 años en el presidente más joven de la historia de Chile.
Sin embargo, esto no lo aleja de tener un gran salario, gracias a las leyes impuestas en ese país. Debido a la pandemia que afectó sustancialmente la economía de Chile, el Consejo de la Alta Dirección Pública (ADP) decidió rebajar el salario de la clase política, incluido el del presidente.
En ese momento, el presidente Sebastián Piñera ganaba mensualmente 9′681.545 pesos chilenos, pero la reducción lo dejó en 8′713.391 pesos chilenos, que en moneda colombiana equivalen a algo más de 41 millones de pesos.
Esto supera en cinco millones de pesos al del presidente colombiano Iván Duque, que mensualmente gana 36 millones de pesos colombianos.
Boric llega al poder con una retórica feminista, ecologista, de códigos millennial y moderada, en un país que busca un nuevo pacto social.
Ávido lector, fanático de la poesía en el país de Gabriela Mistral y Pablo Neruda, no titubea para defender en sus redes sociales a la estrella mundial del pop Taylor Swift, ni hablar del futuro del planeta y de la justicia social con el expresidente uruguayo José ‘Pepe’ Mujica.
“Si Chile fue la cuna del neoliberalismo en Latinoamérica, también será su tumba”, expresó en julio del año pasado cuando fue proclamado candidato presidencial en la agrupación Apruebo Dignidad junto al Partido Comunista. Desde entonces, su discurso se atenuó.
“No tenemos un único modelo” a seguir, les dijo a medios de comunicación antes de la primera vuelta presidencial en noviembre. Sus referencias de bienestar social pasan por los países escandinavos, Uruguay o Nueva Zelanda. Boric se desmarcó de líderes de la izquierda latinoamericana que la defienden desde el dogma y puso distancia con gobiernos bolivarianos.
“Venezuela es una experiencia que ha fracasado y la principal demostración son los seis millones de venezolanos en diáspora”, dijo en enero. También repudió la invasión rusa de Ucrania y la represión de opositores en Nicaragua.
En esa línea, invitó a su toma de posesión a los escritores nicaragüenses Sergio Ramírez y Gioconda Belli, al candidato presidencial de Colombia Gustavo Petro y a la presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo, Estela de Carlotto.
Cuando se quita el traje de político, es un estudiante cualquiera que sale con su novia, Irina Karamanos, y amigos a tomar unas cervezas o comer su sánduche preferido, con una camiseta de lema combativo, bermudas y botines que le dan un aire rockero a este fanático de la banda de metal Tool.
Así recuerda al joven barbudo y despeinado que lideró la Federación de Estudiantes de la Universidad de Chile (FECH) y que en 2014, cuando tenía 27 años, asumió un primer mandato como diputado.
Con información de AFP