Manifestantes chocan con la policía antidisturbios, durante una protesta tras la muerte de Mahsa Amini, frente a la Embajada de Irán, en Atenas. -Foto: Reuters. / Autor: Costas Baltas.
Manifestantes chocan con la policía antidisturbios, durante una protesta tras la muerte de Mahsa Amini, frente a la Embajada de Irán, en Atenas. -Foto: Reuters. / Autor: Costas Baltas. | Foto: Reuters

Mundo

El ‘hiyab’ centra de nuevo la polémica; mujer iraní fue arrestada por no portar el velo en un restaurante

El número de muertos durante las protestas aumentó a 83.

30 de septiembre de 2022

Han sido días de constante tensión en las calles de Irán, luego de la muerte (exactamente el 16 de septiembre) de Mahsa Amini, una joven iraní quien supuestamente no portaba adecuadamente su ‘hiyab’. El deceso se produjo mientras estaba bajo custodia policial, lo que despertó la “ira” de cientos de mujeres en el país de Oriente Medio.

A dos semanas de que el panorama aumentara de nivel, con protestas que han derivado en enfrentamientos con la Policía (y dejado 83 muertos), otra iraní fue arrestada por “rebelarse” contra la normativa islámica. La mujer almorzaba sin el velo en un restaurante de Teherán (la capital), y una imagen del momento se viralizó en redes sociales, contó su hermana.

La fotografía muestra a Donya Rad sentada en el establecimiento y departiendo con una amiga, quien tampoco llevaba puesto su ‘hiyab’. El gesto de ambas fue “aplaudido” por algunos al “desafiar” la ley gubernamental. Ahora el desconcierto por el futuro de la joven asedia a sus familiares y demás allegados.

“Ayer, tras la publicación de esta foto, las agencias de seguridad se pusieron en contacto con mi hermana Donya Rad y le pidieron explicaciones”, comentó la hermana de Rad en su perfil de Twitter.

“Hoy, tras haber acudido ahí donde le dijeron, fue detenida. Tras horas de silencio, Donya me dijo en una breve llamada que había sido trasladada al pabellón 209 de la cárcel de Evin”, refiriéndose a una de las áreas de esta prisión en Teherán, y aseguró que su “familia está muy preocupada”.

Esta ha sido uno de los tantos casos de “desobediencia” en la República Islámica, como una forma de protesta ante lo que califican de “represión” por parte de las autoridades y la llamada “Policía de la moral”. Son múltiples las imágenes en las que se ha dado cuenta de mujeres sin portar el velo, y ha habido quienes han cortado públicamente su cabello.

Más de 80 muertos durante las protestas

El “estallido” en Irán ha dejado un balance de al menos 83 muertos, según la ONG Iran Human Rights (establecida en Oslo). Esta organización incluye también a niños entre las víctimas mortales. Entre tanto, la agencia de noticias Fars sitúa en más de 60 los decesos.

“¡Mujer, vida, libertad!” se les ha escuchado exclamar a cientos de mujeres, en el marco de las movilizaciones que han traspasado fronteras, y en las que se ha observado la quema de pañuelos. Se trata de las concentraciones más recurridas en la nación en casi tres años y que se han extendido a otros lugares.

Por ejemplo, en Kabul, capital de Afganistán, más de 20 mujeres se concentraron frente a la embajada iraní con carteles en los que se podían observar mensajes como “Irán se ha levantado, ahora es nuestro turno” o “De Kabul a Irán, di no a la dictadura”.

¿Cuál es la posición del gobierno iraní?

Mientras es incierto el panorama en ese país el presidente, Ebrahim Raisi, señaló que, pese al “dolor y la tristeza” tras la muerte de Mahsa Amini, la seguridad pública “es la línea roja de la República Islámica de Irán y nadie está autorizado a violar la ley provocar el caos”.

Sin embargo; Raisi agregó, en una entrevista, que este deceso “afectó a todos y todos creen que debe aclararse’'. “Debemos darle seguimiento con cualquier perspectiva política, de cualquier manera y en cualquier lugar del país, y este tema debe abordarse de manera justa y equitativa” dijo el mandatario.

Pero para organizaciones como Amnistía Internacional lo que está haciendo, por ejemplo, la policía iraní es “emplear munición real y perdigones”, así como “propinar palizas a manifestantes y actos de violencia contra las mujeres (...), al amparo de cortes deliberados de internet y de la red de telefonía móvil”.