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El hombre con casi 60 años que aparenta tener 20 revela cómo es su estilo de vida para la eterna juventud
Chuando Tan, una figura multifacética que ha transitado por distintos campos artísticos desde los años 80 hasta la actualidad, continúa sorprendiendo al mundo con su apariencia juvenil.
Chuando Tan, nacido en Singapur en marzo de 1966, ha vivido varias vidas en una sola. Modeló en los años 80, se aventuró como cantante pop en los 90 y finalmente encontró su verdadero llamado en la fotografía. A pesar de haber cumplido ya 58 años, su apariencia desafía al tiempo y sigue luciendo como si tuviera apenas 20.
El fotógrafo e influencer ha capturado la atención del mundo no solo por su arte visual, sino también por su enigmática juventud. En sus redes sociales, donde cuenta con una legión de 1,4 millones de seguidores, revela su secreto para mantenerse eternamente joven.
Inicialmente, sus plataformas digitales se centraban en su trabajo creativo. Sin embargo, cuando comenzó a compartir imágenes personales, el interés de sus seguidores se multiplicó exponencialmente. “Abrí mi cuenta de Instagram siguiendo el consejo de un amigo, quien me instó a ser más activo socialmente como fotógrafo”, recuerda Chuando, ahora convertido en un fenómeno viral.
“Para diversificar mi cuenta, que estaba saturada de mis obras, decidí incorporar algunas fotos personales para poder intercambiar ideas a través de los comentarios que acompañaban las imágenes”, añade.
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Más allá de su arte detrás de la cámara, su audiencia se siente atraída por su enfoque hacia la eterna juventud. ¿Cuál es su secreto? Chuando Tan no ofrece una fórmula mágica, sino un estilo de vida basado en la alimentación y el ejercicio.
No es un secreto que el estilo de vida puede contribuir a la salud de la piel, a la agilidad física, mental y en general, a llevar una vida más saludable, según la OMS la práctica habitual de ejercicio, una alimentación adecuada y saludable, el disfrute del tiempo libre, actividades de socialización, mantener la autoestima alta, etc.
Para él, la comida representa el 70 % de la ecuación, mientras que el ejercicio contribuye con el 30 % restante. Su desayuno consiste en seis huevos duros, excluyendo dos yemas debido a problemas de colesterol, acompañados de un vaso de leche y ocasionalmente aguacate y bayas para un impulso de proteínas y energía.
Durante el almuerzo, opta por pollo con arroz, verduras asadas y sopa de pescado. A pesar de su debilidad por el helado, lo consume estrictamente durante la primera mitad del día. Además, evita conscientemente el café y el té, prefiriendo hidratarse con abundante agua.
En cuanto al ejercicio, Chuando incorpora entrenamiento de fuerza con el objetivo de realizar al menos cuatro sesiones semanales, aunque se adapta a tres cuando está ocupado. Dedica unos 30 minutos a esta actividad. Luego, se embarca en sesiones de entrenamiento cardiovascular, prefiriendo caminar a paso ligero en una cinta debido a una lesión en la rodilla, y prioriza la natación con una hora todas las noches en la piscina.