El hombre que irá a la cárcel por matar mariposas

Cuando los guardias del parque natural Collard Hill en Inglaterra vieron a un hombre de 57 años persiguiendo mariposas con una red se alarmaron. Dos guardias distintos se acercaron al sujeto y dio versiones diferentes, lo que despertó sospechas. Neil Hulme, del conservatorio de mariposas, también lo vio y se dio cuenta que estaba intentando capturar una mariposa grande azul y alertó a las autoridades.

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En la reserva natural donde queda Collard Hill hay cientos de especies en conservación, pero una específica es la más cuidada: La mariposa grande azul (Maculinea arion). Este tipo de mariposas se había declarado extinta de las islas britanticas en 1979. Años más tarde, y gracias a un programa organizado de conservación, fueron reintroducidas a las islas, pero consideradas en "amenaza de extinción". Son una de las seis especies de mariposas que cuentan con protección total en el Reino Unido, lo que quiere decir que no pueden ser capturadas, coleccionadas o vendidas.

El hombre corriendo detrás de las mariposas era Phillip Cullen, un coleccionista y vendedor de las mismas quien hace parte del amplio mundo de comercializadores de mariposas, en el cual una grande azul puede llegar a costar hasta 300 euros. La polícia llegó hasta su casa en Cadbury Heath, donde encontraron más de 30 bandejas con mariposas muertas, incluídas dos grande azul.

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Cullen aceptó que ha capturado mariposas y las ha vendido en subasta, pero insitió en que no ha capturado una grande azul en décadas. Aclaró que las mariposas que ha vendido últimamente las ha comprado en granjas especializadas, las ha arreglado en marcos y puesto a subastar en eBay. Aunque se declaró inocente de los seis cargos en su contra, fue declarado culpable y su condena será fijada en abril.