Entrevista
El líder religioso de la comunidad judía en Colombia, Alfredo Goldsmith, explica el dolor que sienten al ser comparados con los nazis: “Es ignorancia burda”
El líder religioso de la comunidad judía en Colombia, el rabino Alfredo Goldschmidt, habla del dolor que les produce ser comparados con los nazis luego del ataque terrorista de Hamás en Israel.
SEMANA: Rabino, lleva casi 50 años en el país, ¿cómo fue esa llegada a Colombia?
Alfredo Goldschmidt: Ante todo, shalom. Bienvenidos a nuestro hogar y poder compartir con esa muy gran audiencia a la cual ustedes llegan con información e interpretación. Yo llegué a Colombia desde Argentina en 1974 donde era rector de un colegio y acá acepté el puesto de rabino de la comunidad y al mismo tiempo ser rabino del Colegio Colombo Hebreo, una bellísima institución educativa. Y me permitía la combinación del trabajo pastoral rabínico y la labor educativa dentro del marco de un colegio rabino.
SEMANA: Lo que está pasando en Israel trae muchas preguntas, pero sentimos que hay mucho desconocimiento en el país. En primer lugar, ¿qué es el sionismo?
A.G.: Sionismo es un movimiento nacional del pueblo judío que se formó a fin del siglo 19. Nosotros habíamos sido exiliados en el año 70 por los romanos con la destrucción del templo de Jerusalén, y durante todos estos siglos, entre el siglo uno y dos, hasta el siglo 19, estábamos en Europa, el norte de África, Asia, lejano Oriente, Estados Unidos y América Latina. Y comienza cuando los países empiezan a nacionalizarse empieza el sentimiento de que había que retornar a la tierra que históricamente había estado bajo soberanía judía, la tierra de Israel que prometía a Abraham y luego con la conquista de Josué. Tuvimos presencia soberana en Israel durante 13 siglos. Entonces el movimiento sionista se forma bregando por retornar que las masas judías retornen a ese sitio. Y fue tomando fuerza y fue cogiendo fuerza hasta que en 1948 el movimiento sionista logra la creación de un Estado judío.
SEMANA: Hemos visto un apoyo impresionante a toda la comunidad judía con lo que está ocurriendo. ¿Cómo se explica ese amor, cariño y entrega que está recibiendo la comunidad judía en esos momentos?
A.G.: Eso es muy de resaltar, vivimos en un país que tiene dos características que nos favorecen a nosotros como comunidad, que somos una comunidad relativamente pequeña para un país tan poblado como Colombia. Por un lado, el sentimiento religioso de la población colombiana es un sentimiento de amor, de aceptación del extranjero, un sentimiento de fe en Dios. Habrá sectores que no les guste el manejo de eclesiastico, pero en el fondo tienen un gran ADN. Por otro lado, hay un gran número de personas y de instituciones, especialmente en el mundo evangélico y en el mundo mesiánico, que tomando las palabras del Antiguo Testamento, ven que el pueblo judío es una promesa que Dios le asegura al pueblo judío el retorno a su tierra y se cumplen las profecías de distintos profetas a través de la historia. Por lo tanto, la religiosidad individual de la persona, ese crecimiento de los movimientos que estudian la Biblia y que se arraigan a las palabras de la Biblia de los profetas, hace que sentimos en la calle el amor y sentimos en las declaraciones y cómo nos acompañaron estos días. Es realmente impresionante y lo llenan a uno dentro del dolor que tenemos y dentro de la angustia que sufrimos, sentimos ese apoyo incondicional de esta población colombiana.
SEMANA: Sabemos que durante el ataque, la población judía estaba celebrando distintas tradiciones, que es el Sucot, el Shabat y el Simjat Torá. ¿Qué nos puede contar de estas celebraciones?
A.G.: Sucot son ocho días donde salimos de nuestras casas y comemos en cabañas recordando que cuando salimos de Egipto en la época de Moisés durante 40 años, estuvimos en el desierto y había un sistema de cubrirse y había unas nubes que protegían a la población en el desierto para que el sol no sea tan ardiente ni el frío de la noche tan intenso, recordando esa protección divina, tenemos Sucot ocho días, Pero en el último día, celebramos que culminamos la lectura de los cinco libros de Moisés. Cada sábado leemos una parte de esos cinco libros de Moisés, y ese ciclo termina en la Simjat Torá. Entonces, cuando terminamos el Shabat el sábado de la mañana, ahí mismo culminamos, cantamos, alegramos y ahí mismo comenzamos nuevamente con Génesis.
SEMANA: ¿Qué es el antisemitismo?
A.G.: La palabra antisemitismo, es ser contra los semitas, pero no es una palabra que técnicamente sea correcta, porque también los árabes son semitas, pero en la connotación que se le da es un odio irracional contra los judíos. A veces en la historia nos odiaban porque no habíamos aceptado el mesianismo de Jesús, porque éramos demasiado pobres, porque éramos demasiado ricos, porque había muchos intelectuales, porque no consideraban que éramos suficientemente productivos. Entonces el antisemitismo toma distintas formas, en distintos momentos de la historia. Lógicamente que el súmmum del antisemitismo fue la etapa del nazismo de Adolfo Hitler y sus secuaces. En nuestra generación tomó una nueva forma. Ya no nos odian si tenemos mucho, si no tenemos, si somos inteligentes, si somos tontos. Ahora tomó la forma de descalificar la posibilidad de tener un estado propio tan pujante como Israel. Es el odio irracional a lo que existe Israel.
SEMANA: Sabemos que los judíos tienen muchos rituales para los muertos, ¿cómo serán estos para los fallecidos por los ataques?
A:G.: El rito básicamente es en un caso de muerte normal, no violenta. Primero, debemos enterrarlo lo antes posible. Segundo, se le hace un lavado al cadáver y luego se le coloca unas mortajas que para todo el mundo son iguales, blancas, no hay de lujo y hay que enterrar, nosotros no aceptamos la cremación, hay que enterrar porque en la Biblia dice “del polvo provienes, al polvo retornarás”. Entonces, durante el entierro se van recitando salmos, se habla de la persona fallecida, se consuela a la familia y después de enterrado los hijos recitan una alabanza a Dios durante 11 meses. Y se cumplen las reglas de duelo, abstenerse de alegrías extrovertidas. Y la gente viene y acompaña a la familia durante los primeros siete días para que no estén solos. Eso en Israel se cumple a cabalidad. Hay un sentimiento de solidaridad impresionante con los vivos y con los no vivos.
SEMANA: ¿Y con la muerte violenta?
A.G.: El problema de la muerte violenta es que hasta que Medicina Legal no haga la investigación no podemos cumplir el rito de enterrar rápido. Por otro lado, no nos queda permitido ver el cadáver, es decir, los deudos no pueden ver al ser querido que falleció y en el caso de una muerte violenta eso es más chocante, no lo vieron morir, entonces es muy duro. Pero el resto, los rezos y los ritos es igual.
SEMANA: ¿Cómo se unen los judíos en un momento así? Tienen como esa frase de ‘nunca olvidar’, porque fueron esclavos, el holocausto de la Segunda Guerra Mundial. ¿Cómo es tener que volver a abrir esa herida?
A.G.: No sabemos cómo va a ser porque lo estamos viviendo. Estamos en mitad de la acción. Nosotros tenemos días especiales de lo sucedido en la Shoá (Holocausto) hay un día especial, tenemos un día especial de recordación de los soldados y de los miembros que fueron asesinados por actos terroristas, que se conmemora el día antes del Día de la Independencia. Estimo que le van a dar un gran énfasis porque, como dijo el presidente Herzog, desde la Shoá no tuvimos ningún día que fallecieron tantos judíos en un mismo día como este sábado 6 de octubre. Y yo calculo que van a introducir un rito en el día del recuerdo, recordando esta masacre tan terrible.
SEMANA: Vimos que también la embajada de Israel fue atacada por gente contraria a Israel y que llegan a comparar a los judíos con los verdugos que en su momento fueron los nazis. ¿Cómo le cabe esa comparación a esas personas?
A.G.: Eso es totalmente una tergiversación burda, porque el genocidio nazi era una idea racial de raza superior y con intención de acabar con un pueblo. Israel por ningún lado quiere acabar con un pueblo ni con un sector del pueblo. Lo que quiere Israel es que podamos, cada uno por su lado, el pueblo palestino y el pueblo judío florecer. Pero para eso necesitamos que nos colaboren con no querer matarnos. Entonces, es en estos momentos es o me matan o te matas. Pero genocidio de la manera como los nazis lo diagramaron o lo planificaron. Hacer esa combinación y esa comparación es un acto de ignorancia dramática e ignorancia burda.
González es la representante del correísmo tradicional de izquierda, mientras que Noboa representa al centro y a la centro derecha.