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El líder supremo de Irán preside el funeral del presidente iraní, Ebrahim Raisi, en Teherán al que acuden decenas de personas
Los residentes de Teherán habían recibido mensajes telefónicos en que se los instaba a acudir al funeral.
Decenas de miles de personas se reunieron el miércoles por la mañana en el centro de Teherán para el funeral del presidente iraní, Ebrahim Raisi, quien murió el pasado domingo en un accidente de avión, informó la televisión estatal.
La multitud se congregó en el interior y los alrededores de la Universidad de Teherán, donde el guía supremo del país, el ayatolá Ali Jamenei, dirigió la oración en la ceremonia de despedida para Raisi y sus siete acompañantes.
El accidente, en el que también murió el canciller Hossein Amir Abdollahian, se produjo el domingo en una zona montañosa en el noroeste de Irán, cuando la comitiva iba camino a la ciudad de Tabriz tras inaugurar una presa en la frontera con Azerbaiyán.
La operación de rescate, dificultada por la lluvia y la niebla, implicó a decenas de equipos y contó con la ayuda de Turquía, Rusia y la Unión Europea.
El lunes por la mañana, la televisión estatal anunció el deceso del presidente de 63 años, elegido en 2021 y considerado como uno de los favoritos para eventualmente suceder al guía supremo Jamenei.
En la capital, enormes pancartas honraban al difunto presidente con lemas como “el mártir en servicio” o “adiós al servidor de los desaventajados”.
Los residentes de Teherán habían recibido mensajes telefónicos en que se los instaba a acudir al funeral.
El ayatolá Alí Jamenei inició la ceremonia en la Universidad de Teherán, donde los ataúdes de los muertos se veían cubiertos de banderas iraníes con sus fotografías encima. Sobre el féretro del presidente, Ebrahim Raisi, había un turbante negro, símbolo de su descendencia directa del profeta islámico Mahoma.
“Oh, Alá, no vimos nada más que cosas buenas de él”, dijo Jamenei en la plegaria estándar para los muertos en árabe, el idioma del libro sagrado del islam, el Corán. Pronto se marchó y la multitud que había dentro avanzó en un intento de tocar los ataúdes. El presidente iraní en funciones, Mohammad Mokhber, estaba de pie cerca y lloró abiertamente durante el funeral.
Después la gente cargó a hombros los féretros mientras los que estaban fuera coreaban “¡Muerte a Estados Unidos!”. Los ataúdes se colocaron en un remolque para llevarlos en procesión por el centro de Teherán hacia la plaza de Azadi (“Libertad”), donde el presidente Raisi ofreció varios discursos en el pasado.
Al acto acudieron los líderes de la Guardia Revolucionaria paramilitar de Irán, uno de los grandes centros de poder del país. También estaba Ismail Haniyeh, líder de Hamás, un grupo al que Irán ha armado y respaldado durante la guerra entre Israel y Hamás que continúa en la Franja de Gaza. Antes del funeral, un maestro de ceremonias lideró a la multitud para corear “¡Muerte a Israel”!”
“Vengo en nombre del pueblo palestino, en nombre de las facciones de resistencia de Gaza (...) para expresar nuestras condolencias”, dijo Haniyeh a los asistentes.
También recordó un encuentro con Raisi en Teherán durante el Ramadán, el mes sagrado del ayuno para los musulmanes, y dijo que el presidente le había dicho que la cuestión palestina seguía siendo el tema principal del mundo musulmán.
El mundo musulmán “debe cumplir sus obligaciones con los palestinos para liberar su tierra”, dijo Haniyeh, recordando las palabras de Raisi.
Entierro en su ciudad natal
Las exequias para el presidente y su entorno empezaron el martes con decenas de miles de asistentes al traslado de los féretros desde Tabriz a la ciudad santa chiita de Qom.
Desde Teherán, los restos de Raisi y su comitiva serán enviados a la provincia de Jorasán del Sur y de allí a Mashhad, la ciudad natal de Raisi, donde será enterrado el jueves por la noche.
Tras el deceso, el ayatolá Jamenei declaró cinco días de luto nacional y designó al vicepresidente Mohammad Mokhber como presidente interino hasta la celebración de elecciones el 28 de junio.
El cargo de ministro de Relaciones Exteriores lo ocupará Ali Bagheri, hasta ahora adjunto del canciller y principal negociador del programa nuclear iraní.
El jefe del Estado Mayor de las fuerzas armadas de Irán, Mohammad Bagheri, ordenó una investigación sobre la causa del accidente.
El ultraconservador Raisi sucedió en 2021 al moderado Hassan Rouhani en un momento complicado para la economía del país, diezmada por las sanciones impuestas por Washington contra el programa nuclear iraní.
Durante su mandato enfrentó un movimiento de contestación popular en 2022, una crisis económica agravada por las sanciones estadounidenses y un aumento de las tensiones con su enemigo jurado, Israel, por la guerra en Gaza.
Aliados de Irán como Rusia y China expresaron sus condolencias por el deceso, al igual que potencias regionales y movimientos afines a Teherán como el palestino Hamás o el libanés Hezbolá.
*Con información de AFP