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El mensaje de WhatsApp que salvó a dos mujeres de caer en una red de tráfico de personas en Emiratos Árabes

El objetivo final de los delincuentes era obligar a las mujeres a prostituirse.

12 de abril de 2021
Las dos mujeres, cuya identidad no fue revelada, pretendían ser explotadas en una red de tráfico de personas por una banda integrada por tres hombres y una mujer.
Las dos mujeres, cuya identidad no fue revelada, pretendían ser explotadas en una red de tráfico de personas por una banda integrada por tres hombres y una mujer. | Foto: Getty Images

Dos mujeres lograron escapar de una banda de tráfico de personas gracias a la aplicación de mensajería instantánea WhatsApp, pues mientras eran trasladadas a una casa por uno de los delincuentes lograron enviar un mensaje de auxilio a la policía, antes de que los secuestradores llevaran a cabo su plan.

Los hechos sucedieron en la ciudad costera de Ras al Khaimah, en los Emiratos Árabes Unidos, donde dos mujeres fueron engañadas a través de un falso anuncio en línea en el que se buscaba aparentemente “reclutar masajistas”, según informaron medios locales citados por RT.

Las dos mujeres, cuya identidad no fue revelada, pretendían ser explotadas en una red de tráfico de personas por una banda integrada por tres hombres y una mujer. Las autoridades de Emiratos Árabes Unidos explicaron que los cuatro acusados pertenecían a una banda organizada que atraía y atrapaba a sus víctimas.

El objetivo final de los delincuentes era obligar a las mujeres a prostituirse, pero las jóvenes víctimas lograron enviar a través de WhatsApp el mensaje en el que solicitaban ayuda a la policía de Ras al Khaimah.

Celulares (Foto Getty)
Celulares (Foto Getty) | Foto: GettyImages/Stone/Photo by Roo Lewis

Tres de los miembros de la banda que fueron capturados, recibieron condena, por parte de un tribunal penal de ese país, de cinco años de prisión, seguida de la deportación. Adicionalmente, los capturados deberán pagar honorarios legales, mientras un cuarto acusado fue declarado inocente, a falta de pruebas de haber participado en la captura de las dos mujeres.

Según cifras de la Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC), tan solo entre el 2003 y el 2016 ocurrieron 225.000 casos de trata de personas. De estos, la mayoría (tres cuartas partes) eran mujeres y niñas que generalmente son utilizadas para ser explotadas sexualmente.

El caso de dos colombianas

La modalidad de engaño, en la que los criminales le hacen creer a las víctimas que tendrán nuevas oportunidades de empleo, se ha convertido en la principal estrategia con la que las bandas de tráfico de personas acceden a sus víctimas en diferentes partes del mundo.

La noticia sobre las dos jóvenes víctimas en Emiratos Árabes Unidos se conoce luego de que Migración Colombia comunicara, hace un par de semanas, que dos mujeres colombianas fueron rescatadas en Estambul, Turquía, luego de ser engañadas por dos ciudadanos árabes que las persuadieron a través de engaños.

Según contaron las mujeres, estas dos personas cambiaron su comportamiento y se tornaron agresivas apenas se encontraron. Posteriormente, no las dejaron salir del hotel utilizando incluso métodos violentos para mantenerlas cautivas.

Las autoridades colombianas informaron que este rescate fue producto de una operación llevada a cabo por el Grupo de Articulación Operacional de la Policía Judicial de Migración Colombia y la estrecha colaboración con el consulado colombiano en Estambul, quienes actuaron cuando recibieron un llamado de alerta por parte de las víctimas.

Las autoridades informaron que las dos mujeres ya están en territorio colombiano, en buen estado de salud y bajo el acompañamiento del Ministerio del Interior, aplicando todos los protocolos establecidos en la ruta de atención para aquellas personas que han sido víctimas de la trata de personas.

A finales del año 2020, la Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC) presentó un informe global con los datos segmentados por regiones sobre el flagelo de la trata de personas.

El estudio muestra que, por ejemplo, América Central, el Caribe y el sudeste y centro de Europa son los sitios en donde hay más víctimas de este delito, pero desafortunadamente también es donde hay un menor número de condenas por ese delito. Y aunque en Asía, Sudamérica y África hay un número muy bajo de delitos, las condenas también son muy reducidas.