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El mundo se prepara para la COP en Dubai: estos son los desafíos de un planeta cada vez más maltrecho
El papa Francisco va a asistir a la reunión mundial. La energía y el cambio de combustibles fósiles, así como el papel del sector privado, los temas clave.
Desde este 30 de noviembre al 12 de diciembre en Dubái, será la 28ª edición de la importante reunión internacional sobre el clima que generalmente se celebra anualmente bajo el auspicio de las Naciones Unidas: la COP28. Las discusiones entre líderes deben dar como resultado un texto final, adoptado por consenso y no por votación, que tenga en cuenta las diferencias de intereses y posiciones, con el objetivo ideal de avanzar en la lucha contra la crisis climática.
Este año, hay mucha expectativa. El Papa Francisco ya confirmó su presencia. “Iré a Dubái. Creo que salgo el 1 de diciembre, hasta el 3. Estaré tres días allí”, dijo el pontífice argentino, de 86 años, en una entrevista con la televisión italiana Rai1.
Según el papa, esta conferencia podría representar “un giro” si en ella se alcanzara un acuerdo vinculante sobre la transición de las energías fósiles a otras menos contaminantes como la eólica y la solar. Si no se logra ese compromiso, habrá “una gran decepción”, valoró Francisco.
Se espera que los grandes líderes del mundo puedan dejar allí un compromiso ante la debacle ambiental que se vive a todo nivel. Hace unas semanas, la ONU alertó de la gravedad de la situación que vive el planeta.
El mundo necesita esforzarse “mucho más en todos los frentes”, abandonar los combustibles fósiles y reducir las emisiones de CO2 a partir de 2025 para frenar la crisis climática, según informe de la ONU.. Mientras las emisiones de gases de efecto invernadero de Estados Unidos y Europa disminuyen desde hace años, las de China (principal emisor) e India siguen aumentando.
El informe fue la primera etapa del primer “balance mundial” (Global stocktake) sobre los avances en los objetivos del Acuerdo de París de 2015, entre ellos el más ambicioso, limitar el calentamiento global a 1,5 ºC. Los países que firmaron el acuerdo deberán tomar una decisión política a la altura de las circunstancias durante la 28ª conferencia climática de la ONU que comienza en pocos días.
Además del compromiso de los Estados, también se ha hecho muy relevante el papel que jugará el sector privado. El informe trimestral de ERM, una de las más grandes consultoras en la materia, muestra cuáles son los problemas que afectan al sector privado. “El momento para una acción climática acelerada es ahora, ya que las emisiones continúan aumentando y los países se preparan para evaluar un progreso limitado en sus objetivos de emisiones en la COP28. Pese a ello, hay avances en términos de ampliación de los esquemas de fijación de precios del carbono y los mandatos de divulgación climática corporativa, lo que ofrece esperanzas de que la ambición y la acción converjan”, sostienen.
Uno de los puntos clave de esta discusión será el sector energético. Si las cumbres climáticas de la ONU suelen llevar el sello del país organizador, como aseguran los expertos, la próxima COP28 en Dubái transcurrirá bajo la sombra del poderío petrolero de los Emiratos Árabes Unidos, que ahora se promueve como campeón de las energías renovables.
Este reino del Golfo es “una compañía petrolera que dispone de un Estado”, critica un experto de la lucha contra el cambio climático. De hecho, el presidente de la COP28 que empieza el 30 de noviembre, Sultan al Jaber, es el patrón de la empresa petrolera nacional ADNOC, subraya.
“El panorama de transición energética se encuentra en un punto de inflexión y el camino se estrecha para la neutralidad de emisiones para 2050 y la limitación en el aumento de temperatura a no más de 1.5 grados centígrados. Aunque las emisiones del sector energético global alcanzaron un récord en 2022, se proyecta que llegarán a su pico en esta década debido al crecimiento del uso de energías limpias, aunque se necesita más trabajo. Según la Agencia Internacional de Energía (AIE), la energía renovable deberá triplicarse entre 2024 y 2030 para mantener el objetivo de cero emisiones netas en 2050″, agrega ERM.
La organización suelta unas cifras clave: los esquemas de fijación de precios del carbono están ganando impulso a nivel mundial, cubriendo actualmente el 23% de las emisiones globales de gases de efecto invernadero, en comparación con solo el 5% en 2010, lo cual muestra un progreso exponencial, aunque insuficiente. En ese sentido, agrega que se prevé que los requerimientos a las empresas de recopilar datos sobre las emisiones de carbono de sus productos aumentará la presión sobre ellas para reducir sus emisiones.
El Papa ha sido uno de los mejores voceros que ha tenido la COP. Justo la semana pasado, aseguró que esta reunión podría representar “un giro” si en ella se alcanzara un acuerdo vinculante sobre la transición de las energías fósiles a otras menos contaminantes como la eólica y la solar. Si no se logra ese compromiso, habrá “una gran decepción”, valoró Francisco.
“Decir que no hay nada que esperar sería un acto suicida, porque implicaría exponer a toda la humanidad, especialmente a los más pobres, a los peores impactos del cambio climático”, insistió.
*Con información de AFP